El FROB arranca por fin: concede sus ayudas a las tres fusiones de cajas en curso

Nueve meses después de su creación, el FROB (Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria) ha iniciado por fin este jueves sus operaciones con la concesión de ayudas a las tres fusiones de cajas de ahorros en marcha: las de Caixa Catalunya-Manresa-Tarragona, Caixa Sabadell-Terrassa-Manlleu y Caja Duero-España.

En el mismo acto, las tres operaciones han recibido la aprobación por parte de la Comisión Ejecutiva del Banco de España y la Comisión Rectora del FROB ha dado el visto bueno a la cuantía de las ayudas solicitadas. Estas ayudas serán de 1.250 millones de euros para la primera de las fusiones de cajas catalanas, de 380 millones para la segunda (que es la única que tiene nombre, Unnim) y de 525 millones paras las cajas de Castilla y León.

Con esta aprobación, el Banco de España completa el giro en la actitud pasiva que mantenía hasta ahora respecto a las fusiones de cajas y a la utilización del FROB. Dicho giro comenzó ayer con las durísimas palabras del gobernador, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, en las que amenazó con intervenir y liquidar las cajas con problemas que no se fusionen, y ha continuado hoy en la reunión del Consejo de Gobierno del supervisor.

MAFO había recibido multitud de críticas dentro y fuera de España por su pasividad en este proceso, su falta de autoridad (estas tres fusiones han vivido multitud de avatares antes de concretarse) y su incapacidad para imponerse a los intereses de los Gobiernos autonómicos. Esto había provocado un retraso enorme en la necesaria reestructuración del sistema financiero español, algo muy peligroso cuando la Comisión Europea sólo ha autorizado a operar al FROB hasta junio (aunque seguramente este plazo será prorrogado).

Estas inyecciones de capital se realizarán mediante participaciones preferentes con un interés del 7,75% el primer año y vencimiento a cinco años; es decir, las cajas fusionadas deben devolver las ayudas en dicho plazo. De lo contrario, estos instrumentos se convertirán en cuotas participativas con derechos políticos en posesión del FROB, que posteriormente podría vender en mercado, lo que abriría la vía de la privatización.

Este elevado precio, el exiguo plazo de devolución y la amenaza de privatización en caso contrario tampoco habían gustado nada a las cajas, hasta el punto de que la CECA recomendó a las entidades acudir al FROB sólo en última instancia después de haber agotado todas las demás opciones disponibles.

Bruselas también impuso al FROB una limitación a la cuantía de las ayudas en el 2% de los activos ponderados por riesgo de la suma de las cajas que se fusionen. La operación de Unnim y la de Caja Duero y Caja España cumplen este tope, pero no así la de Caixa Catalunya: a pesar de rebajar sus pretensiones desde 1.315 hasta 1.250 millones, ha solicitado el 2,37% de dichos activos, por lo que la concesión de estas ayudas deberá ser autorizada por la Comisión Europea.

Pero la gran noticia del arranque del FROB se ha visto empañada por los recursos interpuestos contra el Fondo ante el Tribunal Constitucional por parte de los Gobiernos autonómicos de Galicia (el miércoles) y Madrid (este mismo jueves). En el caso gallego, se trata de un contraataque al recurso del Ejecutivo de Zapatero contra la Ley de Cajas de esa comunidad, mientras que en el madrileño se pretende evitar el "vaciamiento de competencias" autonómicas en caso de que Caja Madrid se fusione con otra entidad.