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El despido más barato de 33 días de indemnización se ampliará a nuevos colectivos
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MONCLOA ULTIMA SU REFORMA LABORAL

El despido más barato de 33 días de indemnización se ampliará a nuevos colectivos

La reforma laboral está en marcha. Y aunque la última palabra la tendrá el Consejo de Ministros del próximo viernes, fuentes consultadas ayer por El Confidencial

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El despido más barato de 33 días de indemnización se ampliará a nuevos colectivos

La reforma laboral está en marcha. Y aunque la última palabra la tendrá el Consejo de Ministros del próximo viernes, fuentes consultadas ayer por El Confidencial daban por hecho que sobre la mesa está la ampliación del contrato de fomento de la contratación indefinida a nuevos colectivos. Este contrato -creado durante la época del Partido Popular- incorpora una indemnización en caso de despido de 33 días por año trabajado, por debajo de los 45 días que establecen los contratos indefinidos ordinarios.

En la actualidad, su uso está limitado a colectivos de difícil inserción laboral (jóvenes entre 16 y 30 años, mayores de 45 años, mujeres desempleadas en ocupaciones de menor índice de empleo femenino o discapacitados), pero la intención del Ejecutivo es generalizar su uso entre los trabajadores en paro, para lo cual debería eliminar las actuales restricciones.

El Gobierno, de esta manera, mataría dos pájaros de un tiro. Por un lado, haría un guiño a los empresarios, que reclaman de manera insistente un abaratamiento del despido. Por otro, esquivaría otro encontronazo con los sindicatos (el primero ha sido la reforma de las pensiones). Las centrales aceptarían ampliar como mal menor el número de colectivos que pueden utilizar este contrato. La propuesta no está cerrada, pero en cualquier caso es mejor para los sindicatos que la creación de un nuevo contrato con una indemnización con 25 días por año trabajo, tal y como se ha rumoreado en los últimos días.

Oficialmente, el Gobierno todavía no ha dicho en qué dirección irá la reforma laboral que propone a sindicatos y patronal, pero en la comunicación enviada a Bruselas  sobre la renovación del Plan de Estabilidad de España se habla de la inminente aprobación de “medidas destinadas a mejorar la estabilidad en el empleo reduciendo la segmentación existente en nuestro mercado laboral”.

Cuando se escribe segmentación se está hablando de la dualidad del mercado de trabajo español, en el que históricamente han convivido alrededor de un 65%-70% de contratos indefinidos y un 30%-35% de temporales, sobre los que precisamente ha recaído el ajuste laboral en la actual recesión.  La ampliación del contrato de 33 días de despidos a nuevos colectivos supondría caminar en esa dirección, ya que se trata de contratos de duración indefinida que irían sustituyendo a los temporales.

Un contrato que naufraga

Lo curioso es que este tipo de contratos ha naufragado en el sistema laboral español pese a que incorporan una indemnización más reducida, lo cual ha sorprendido a los especialistas. Las últimas cifras del Ministerio de Trabajo referidas al año 2009 indican que el año pasado se firmaron 602.804 contratos indefinidos con una indemnización de 45 días por año, mientras que, por el contrario, se sellaron 189.183 contratos con un despido de 33 días por año trabajado. Se trata de la cifra más baja desde que se puso en marcha este contrato, algo que sólo es achacable en parte a la crisis económica. Desde el año 2000, en que se firmaron 437.178 contratos de este tipo, su importancia en el mercado laboral se ha ido reduciendo de forma progresiva.

El fracaso de este contrato ha sido más evidente, paradójicamente, en el colectivo con mayor número de desempleados, los jóvenes.  Si hace una década se firmaban 314.715 contratos con despido más barato, hoy ese número se ha reducido a la tercera parte (105.089), lo cual choca contra la lógica económica. Las empresas prefieren hacer contratos con despidos más elevados.

En la comunicación enviada a Bruselas sobre el contenido de la reforma laboral, se habla también de la aprobación de medidas de “fomento del empleo de los jóvenes, favoreciendo su reciclaje y formación”. En este caso, lo que se pretende es aumentar las bonificaciones a la contratación de jóvenes. El Gobierno parece haber renunciado a realizar una reforma en profundidad del sistema de bonificaciones, pese a que diversos informes hablan sin paliativos del fracaso que ha supuesto este sistema.

Esa es, al menos, a la conclusión que se llega en un estudio encargado por el Ministerio de Trabajo a un grupo de expertos dirigidos por el profesor Luis Toharia. En ese documento se concluye que “desde una perspectiva macroeconómica, los contratos incentivados no han logrado contribuir a la creación de empleo o a la reducción del paro, generando aparentemente considerables efectos de peso muerto y sustitución”.

No es poco dinero el que se ha destinado a ese fin. En los últimos tres años se han gastado 10.485 millones de euros en distintas bonificaciones empresariales.

Las otras propuestas que plantea el Gobierno en relación a la reforma laboral se refieren a “reformar la negociación colectiva para que se adapte mejor al ámbito bilateral; medidas destinadas a mejorar la intermediación laboral y el control de la incapacidad temporal y medidas que permitan avanzar aún más en el proceso de integración de la mujer al mercado laboral”. ¿Habrá sorpresas?

La reforma laboral está en marcha. Y aunque la última palabra la tendrá el Consejo de Ministros del próximo viernes, fuentes consultadas ayer por El Confidencial daban por hecho que sobre la mesa está la ampliación del contrato de fomento de la contratación indefinida a nuevos colectivos. Este contrato -creado durante la época del Partido Popular- incorpora una indemnización en caso de despido de 33 días por año trabajado, por debajo de los 45 días que establecen los contratos indefinidos ordinarios.

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