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Los cuatro magníficos de Lazard entran en el negocio inmobiliario a título personal
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RATO, CASTELLANOS, PASQUÍN Y AMPUERO MONTAN PARACUGA

Los cuatro magníficos de Lazard entran en el negocio inmobiliario a título personal

Los “cuatro magníficos” del banco de Inversión Lazard en España, el presidente Jaime Castellanos, el director general senior -ya con un pie en Caja Madrid- Rodrigo

Foto: Los cuatro magníficos de Lazard entran en el negocio inmobiliario a título personal
Los cuatro magníficos de Lazard entran en el negocio inmobiliario a título personal

Los “cuatro magníficos” del banco de Inversión Lazard en España, el presidente Jaime Castellanos, el director general senior -ya con un pie en Caja Madrid- Rodrigo Rato, y los ejecutivos Pedro Pasquín y Joaquín Guell Ampuero, han constituido la sociedad patrimonial Paracuga, con objeto de aprovechar las gangas inmobiliarias que invaden el mercado, consecuencia de la necesidad de liquidar activos que acucia a promotores y a entidades financieras, convertidos ya en grandes propietarios de suelo e inmuebles de todo tipo.

Fuentes del banco de inversión han asegurado a este diario que se trata de un negocio de carácter privado de los citados, en el que no participa Lazard como tal. Paracuga está constituida con un capital de sólo 25.000 euros, y los cuatro socios figuran como administradores mancomunados. La capitalización de la sociedad es irrelevante, ya que el cuarteto tiene fácil acceso a la financiación bancaria, por lo que no sería un obstáculo  fortalecer los recursos propios de la sociedad en cuanto fuera necesario.  

Al grupo se ha unido de forma indirecta otro magnífico, Miguel Temboury Redondo, que de momento actúa como secretario, siendo titular del inmueble en el que Paracuga está domiciliada. Temboury, hijo del conde de las Infantas y de la condesa de Labajos, está casado con Sonia Corsini Cotoner. Abogado del Estado en excedencia, ocupó cargos en el Ministerio de Economía con Rato como titular del mismo, pasando después a director del gabinete del ministro Ángel Acebes, cuando la tragedia del 11-M. Fue socio del bufete Pérez Llorca, en el que trabajó activamente en la pelea por el control de Endesa y en estrecha colaboración con Lazard, perdiendo buena parte de las batallas legales.

Brotes verdes en el negocio inmobiliario

El negocio inmobiliario español presenta algunos “brotes verdes” en los últimos tiempos, o al menos así lo da a entender la entrada de insiders en inversiones en bienes inmuebles y sociedades del sector. Goldman Sachs acaba de vender la deuda de Colonial a dos fondos de inversión, y Lazard ha sido contratada por la inmobiliaria Reyal Urbis para la renegociación de su deuda, por lo que Paracuga puede contar con información de alto nivel sobre la situación del sector.

La cúpula de Lazard en España la conforman ilustres de la talla de Pedro Pasquín, como primer ejecutivo, apodado por algunos el banquero de Florentino Pérez; Rodrigo Rato, ya a punto de tomar tierra en la presidencia de Caja Madrid; Jaime Castellanos, presidente de la filial española, cuyo último gran golpe fue la venta de Marca y Expansión por más de 1.100 millones a Unidad Editorial (operación recomendada por Pedro J. Ramírez que ha resultado ruinosa) y del diario gratuito Qué a Vocento por más de 130 millones de euros, también desastrosa para el comprador, y finalmente Joaquín Güell Ampuero, director financiero del grupo Recoletos cuando se vendieron los citados medios, y managing director de Lazard.

N. de la R. Miguel Temboury Redondo no ha sido nunca subirector general de riesgos y relación con inversores de Endesa, como por error se ha dicho en esta misma información, error por el que pedimos disculpas a nuestros lectores.

Los “cuatro magníficos” del banco de Inversión Lazard en España, el presidente Jaime Castellanos, el director general senior -ya con un pie en Caja Madrid- Rodrigo Rato, y los ejecutivos Pedro Pasquín y Joaquín Guell Ampuero, han constituido la sociedad patrimonial Paracuga, con objeto de aprovechar las gangas inmobiliarias que invaden el mercado, consecuencia de la necesidad de liquidar activos que acucia a promotores y a entidades financieras, convertidos ya en grandes propietarios de suelo e inmuebles de todo tipo.

Lazard Jaime Castellanos Rodrigo Rato