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Gulbis, el millonario del tenis que sueña con "no engordar 7 kilos" y que quiere emular a Nadal
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TAMBIÉN ES PRESIDENTE DE SU FEDERACIÓN

Gulbis, el millonario del tenis que sueña con "no engordar 7 kilos" y que quiere emular a Nadal

El tenista letón, que llegó a meterse entre los diez mejores del mundo en el año 2014, ha anunciado que deja de competir en la Copa Davis y que ya prepara su futura retirada

Foto: El tenista letón Ernest Gulbis. (EFE/EPA/Roman Pilipey)
El tenista letón Ernest Gulbis. (EFE/EPA/Roman Pilipey)

A sus 34 años, poco o nada se sabe de Ernest Gulbis en el tenis de máximo nivel. El tenista letón, que un día llegó a ser el número 10 del mundo y convertirse en una seria amenaza en los grandes torneos para el big three, acaba de anunciar su retirada de la Copa Davis, un primer paso antes de que llegue el momento en el que deje la raqueta en un cajón. Pero, para cuando lo haga, tiene claro lo que quiere hacer: quiere seguir los pasos de Rafa Nadal.

Allá por 2004, con solo 16 años, sorprendía un joven letón que se acaba de convertir en tenista profesional y que llegaba a los torneos en avión privado. Un desconocido que acudía a los torneos rodeado de todo tipo de lujos pero que, una vez en la pista, se convertía en un guerrero difícil de batir. Ese joven Gulbis solo tardó dos años en meterse entre los cien mejores tenistas del planeta y apuntaba grandes maneras para llegar a ser un gran jugador.

Foto: Thiem, tras ganar el US Open de 2020. (EFE/EPA/Justin Lane)

¿Quién era ese joven, rodeado de lujos, que jugaba al tenis como los ángeles? Se trataba de Ernest Gulbis, hijo de Ainars Gulbis, un mecenas de arte que tras el derrumbamiento de la Unión Soviética se hizo de oro, para convertirse en el hombre más rico de su país. Su primogénito, cuyo nombre le puso en honor a Hemingway, pronto se abrazó al tenis, deporte que practicaba en casa con su abuela. No tardó mucho en demostrar que tenía grandes cualidades.

Después de conseguir seis títulos ATP, 2014 sería el año de su explosión, cuando consiguió llegar a las semifinales de Roland Garros tras eliminar a Tomas Berdych (sexto del mundo por aquel entonces) y a Roger Federer, lo que le permitió meterse en el Top Ten por primera vez en su carrera. Estaba en su madurez deportiva (26 años), había demostrado ser capaz de ganar a los mejores y apuntaba a meterse entre las tres mejores raquetas del mundo.

Sin embargo, una serie de lesiones de muñeca se cruzaron en su camino y le alejaron de las pistas durante varios años. Tras recuperarse y muy abajo en el ránking ATP, trató de reponerse, pero nunca llegó a recuperar su mejor nivel. El dolor no había desaparecido del todo, habían empezado a aparecer una serie de problemas con sus preparadores y estar tanto tiempo lejos de las pistas le hizo empezar a ver el tenis desde otro prisma diferente.

Así, a pesar de seguir en activo en la actualidad, se convirtió en el presidente de la federación de tenis de Letonia, lo que le ha permitido sentar las bases del futuro para este deporte en su país mientras compartía sus momentos en pista. De hecho, este mismo fin de semana era uno de los jugadores de la selección letona que se enfrentó a Israel en la Copa Davis y, tras caer eliminado, no dudó en dejar caer su adiós al torneo y su más que cercana retirada.

"Si en un par de años no he cogido siete kilos, es posible que siga en forma para volver a las pistas", afirmaba entre risas. Pero más allá del irónico mensaje, lo que Gulbis dejaba entrever es que su adiós está más cerca que nunca. Fue un tenista diferente, con gran calidad, convirtiéndose en uno de los deportistas más destacados de su país. Pero siempre lo tuvo claro: sin el apoyo económico de su familia, hubiera sido imposible que estuviera entre los mejores.

Por esa razón, una vez deje el tenis en activo, tiene claro lo que hará: al estilo de Rafa Nadal, montar una academia de tenis para que los jóvenes de su país puedan formarse y llegar a la elite: "Cuando termine mi carrera, quiero desarrollar una academia en Letonia. Debería estar abierta a muchos entrenadores, que puedan cooperar con especialistas reconocidos internacionalmente para que los tenistas talentosos siempre tengan alguien a quien recurrir. Hay que fortalecer la base", afirmaba.

Gulbis, el tenista que lo tenía todo y que fue capaz de meterse entre los diez mejores del mundo gracias a su talento, su esfuerzo y los medios de los que disponía, tiene claro que es necesario ayudar a los más jóvenes para que consigan sus sueños. Y, si de paso, consigue no engordar siete kilos en los próximos años, seguirá compitiendo, aunque ya en los torneos más humildes del circuito. Un jugador que pudo triunfar, pero cuya muñeca se interpuso en su camino.

A sus 34 años, poco o nada se sabe de Ernest Gulbis en el tenis de máximo nivel. El tenista letón, que un día llegó a ser el número 10 del mundo y convertirse en una seria amenaza en los grandes torneos para el big three, acaba de anunciar su retirada de la Copa Davis, un primer paso antes de que llegue el momento en el que deje la raqueta en un cajón. Pero, para cuando lo haga, tiene claro lo que quiere hacer: quiere seguir los pasos de Rafa Nadal.

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