El Open de Australia no obligará a los tenistas a informar sobre positivos en coronavirus

Los tenistas que participen en el Open de Australia, primer Grand Slam de la temporada, podrán jugar aún estando contagiados de coronavirus. Así lo ha confirmado la organización del torneo, que además retira cualquier tipo de burbuja obligatoria o aislamiento en caso de contagio, aunque pida extremar las precauciones.

"Se lo hemos dejado claro a los jugadores, así como a nuestros más de 12.000 empleados. Si alguien no se encuentra bien, que se quede en casa. Es un entorno normalizado para nosotros y, al igual que en el críquet, habrá jugadores que competirán potencialmente con coronavirus", advirtió Tiley, director del torneo, según la cadena Nine News.

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J. de Paz Fernández

El directivo asumía así una realidad del actual panorama de la enfermedad, ya que se verá un campeonato en el que los tenistas puedan estar contagiados, pero disputando sus respectivos partidos. "Hemos ido un paso más allá al hacer una recomendación sobre mantenerse alejado cuando uno está enfermo, y nuestro personal médico continuará monitoreando eso, también con los jugadores individualmente", insistió Tiley, pero aceptando que, en caso de no comunicarlo, los tenistas no tendrán ningún control específico.

Este nuevo protocolo es totalmente diferente al vivido en la pasada edición, cuando Novak Djokovic fue deportado de Australia al no estar vacunado de la enfermedad y al tener discrepancias en los formularios de entrada al país. Actualmente, el gobierno local ha suprimido la obligación de tener certificado de vacunación en vigor y Djokovic disputará el primer Grand Slam de la temporada.