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Rogelio, un autógrafo y el llanto en el sofá: las tres grandes anécdotas de Nadal con Federer
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TRES DATOS DESCONOCIDOS

Rogelio, un autógrafo y el llanto en el sofá: las tres grandes anécdotas de Nadal con Federer

Tras la retirada de Federer, Nadal ha contado algunas de sus anécdotas personales más curiosas con helvético, que demuestran que su relación va mucho más allá de las pistas

Foto: Federer y Nadal, en su último partido en la Laver Cup. (Reuters/Dylan Martinez)
Federer y Nadal, en su último partido en la Laver Cup. (Reuters/Dylan Martinez)

El pasado viernes, Roger Federer jugaba su último partido como tenista profesional. Lo hizo en la Laver Cup y, como no podía ser de otra manera, lo hizo con Rafa Nadal como compañero. Las lágrimas de ambos jugadores tras el partido confirmaban que algo se había roto en el tenis mundial y que una de las leyendas del deporte decía adiós para siempre. Solo unos días más tarde, el propio jugador español daba a conocer tres de las grandes anécdotas que ha tenido con el helvético.

Durante casi dos décadas, Nadal y Federer han vivido una de las rivalidades más sanas de la historia del deporte. Luchando hasta la extenuación en la pista, fuera de ella todo fueron buenos gestos y, con el paso del tiempo, ese respeto se convirtió en amistad sincera. Solo hay que ver cómo ambos jugadores se despidieron entre lágrimas y con sus manos entrelazas cuando se homenajeó al suizo por su exitosa carrera. Pero esta no es la única vez que Nadal lloró por Federer.

Foto: Roger Federer y Rafa Nadal, en la despedida del helvético. (EFE/Andy Rain)

Entrevistado por 'Tiempo de juego' de la Cadena Cope, Nadal contó alguna de sus anécdotas más desconocidas con Federer, que muestran el nivel de amistad entre ambos jugadores. Posiblemente, la más banal esté relacionada con el nombre del suizo pues, a modo de broma, Nadal le llama Rogelio como una forma cariñosa de tratarse: "Sí, a veces le sigo llamando así en 'petit comité", confesaba entre risas. Pero la profundidad de la amistad es mayor de lo que el aficionado cree.

En el año 2007, Nadal estaba viviendo uno de los mejores momentos de su carrera, especialmente en tierra batida. De hecho, el español llegaba a la final de Hamburgo con 81 victorias seguidas sobre arcilla —casi tres años sin perder—, lo que deja a las claras por qué el español ha sido el gran dominador histórico de esta superficie. En aquel partido por el título, el rival que el español tenía enfrente era el mismísimo Federer... y el suizo cortó la racha de raíz con un triunfo muy doloroso para Nadal.

Pero ¿saben qué hizo el español? Al acabar el partido, decidió tener un recuerdo del helvético que, a día de hoy, sigue guardando en su museo personal: "Era un récord que era importante para mí, pero Federer me ganó. Al llegar al vestuario, me lo encontré allí y le dije: '¿Me puedes dejar tu camiseta, me la firmas y la guardo para el recuerdo?'", explicaba Nadal. '81, felicidades por un récord increíble e inalcanzable. Roger', fueron las palabras que dejó impresas el helvético.

Solo dos años más tarde, Nadal vivía uno de los momentos más delicados. Hasta el momento, cada participación en Roland Garros se había saldado con victoria, pero en 2009 Robin Soderling le infligía su primera derrota en octavos de final. Fue doloroso para el tenista español y terminó llorando..., pero no por caer derrotado, sino solo unos días más tarde cuando pudo ver que Federer se llevaba la victoria y, por tanto, conseguía completar su ansiado Grand Slam.

"No quería que ganara Federer la final, porque yo tenía opciones de número uno y me iba a pasar en el 'ranking'. Pero soy un amante del deporte y ya había ganado a Federer en 2005 en las semifinales, en 2006 en la final, en 2007 en la final y en 2008 en la final. Creo que alguien que está cerca tan veces merece ganar Roland Garros. Y para él era completar los cuatro grandes, por lo que, cuando ganó la final, me emocioné y lloré en casa", afirma el español.

Más de dos décadas de rivalidad entre ambos ha derivado en una de las grandes amistades del mundo del deporte. El nivel de conexión y respeto que muestran ambos jugadores cada vez que tienen ocasión es un verdadero ejemplo de lo que el deporte debe de ser: exigencia máxima en pista, pero, fuera de ella, máxima deferencia por el rival. Se acaba un ciclo en el mundo del tenis y Nadal lo sabe. Es ley de vida, pero nadie podrá cambiar las grandes tardes de gloria que ambos tenistas han dado.

El pasado viernes, Roger Federer jugaba su último partido como tenista profesional. Lo hizo en la Laver Cup y, como no podía ser de otra manera, lo hizo con Rafa Nadal como compañero. Las lágrimas de ambos jugadores tras el partido confirmaban que algo se había roto en el tenis mundial y que una de las leyendas del deporte decía adiós para siempre. Solo unos días más tarde, el propio jugador español daba a conocer tres de las grandes anécdotas que ha tenido con el helvético.

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