La brutal agresión del "estúpido" que avergüenza al rugby australiano

Increíble lo sucedido en la Rugby League. De sobra es conocido que el deporte del oval es, probablemente, uno de los más elegantes del mundo, en el que el engaño y las malas artes no tienen lugar más allá de la aparente rudeza que pueda tener un deporte realmente noble. Por ello, lo ocurrido en el partido entre los Leeds Rhinos y los North Queensland Cowboys se ha convertido en una de las grandes vergüenzas del rugby australiano.

¿Se imaginan cómo debe de ser un puñetazo que sea capaz de tumbar y dejar KO a un hombre de 1,96 metros de estatura y 120 kilos de peso? Pues precisamente eso es lo que ocurrió en el citado partido, donde un brutal puñetazo de Michael Garbutt sobre James Tamou acabó con el jugador de los Cowboys completamente groggy. Lo más curioso de la acción no fue el golpe en sí, sino que sólo le hayan caído dos partidos de sanción tras la vergonzosa agresión.

En un momento del partido, Tamou y un jugador de los Rhimos tuvieron sus más y sus menos. Tras un pequeño cruce de palabras que no fue más allá, el propio Tamou hizo una carantoña a su adversario... y se desató la tormenta. Tras verlo, Garbutt se cruzó en el camino de ambos y, tras encararse, decidió soltar un brutal puñetazo que impactó en la cara del desprevenido rival, al que tumbó sobre el césped de un solo golpe, dejándolo totalmente desorientado.

A nueve minutos para el final del encuentro, Tamou fue inmediatamente expulsado. Considerado un castigo de nivel C, la acción de Garbutt sólo es peñalizada por el reglamento con tres partidos de sanción como máximo. Sin embargo, el inmediato arrepentiemiento del jugador al término del choque dio lugar a que se le rebajara el castigo impuesto, dejándolo sólo en dos partidos pese a dejar para el recuerdo una vergonzosa imagen.

El propio entrenador de los Leeds Rhinos cargó duramente contra su jugador después de la acción que llevó a cabo: "Hubo provocación, pero creo que todos tenemos claro que Keith Galloway podía soportarlo más que de sobra. No entiendo a qué viene ese puñetazo posterior, sólo lo puede hacer un estúpido", señalaba Brian McDermott después del encuentro. Michael Garbutt ha entrado, por derecho propio, en la historia de las acciones más vergonzosas del rugby mundial.