Polémica en el Mundial de esgrima: una medallista ucraniana niega el saludo a su rival rusa y esta protesta así

• El Open de Australia prohíbe mostrar banderas rusas y bielorrusas... y no todos lo cumplen
• ¿Por qué Rusia no pudo competir en los Juegos Olímpicos y usó la nomenclatura ROC?

Pese a que no suele ser uno de los deportes más seguidos, este jueves se produjo un suceso que ha colocado a la esgrima en el centro de la polémica. Todo sucedió en los Mundiales que se están celebrando en Milán, llevándose a cabo este 27 de julio las primeras rondas de la competición. Y en ellas hubo un peculiar enfrentamiento entre participantes de Ucrania y Rusia.

Era una de las primeras veces que dos deportistas de esas nacionalidades se medían en esta competición deportiva desde que se produjera la invasión y posterior conflicto bélico entre ambos países. La ucraniana Olga Kharlan, cuatro veces campeona del mundo y triple medallista olímpica, se enfrentaba a la rusa Anna Smirnova, quien competía bajo bandera neutral como todos los participantes tanto de su país como de Bielourrusia. Y se produjo un hecho que no tardó en convertirse en viral.

TE PUEDE INTERESAR

El COI levanta el veto a los deportistas rusos y bielorrusos y pide que compitan como neutrales

Europa Press

Una medallista ucraniana niega el saludo

La sablista ucraniana logró el triunfo sobre la rusa con un resultado de 15-7, pero la polémica llegó justo después de que acabara el duelo. Anna Smirnova asumió la derrota y se acercó a su rival para darle la mano, pero Olga Kharlan se negó a saludarla. De hecho, la participante de Ucrania apuntó en ese momento con su sable a su rival que, al verlo, esperó inmóvil durante unos tensos segundos hasta que cada una se fue por su lado.

La rusa Smirnova, eso sí, no quiso abandonar el tapiz en el que se había enfrentado, permaneciendo alrededor de 45 minutos reclamando una posible sanción para la ucraniana... y acabó llegando la descalificación de Olga Kharlan por recibir una tarjeta negra al no saludar a su rival tras el cara a cara, algo considerado como antideportivo por el reglamento de esgrima.