España se sube en masa a la tabla de surf

Crece sin parar. Ha dejado de ser una moda pasajera a formar parte esencial de la vida de miles de españoles. Se ha pasado del “voy a probar esto del surf” un día aislado con los amigos a ser una actividad fija en la agenda de muchos. Hace años, en las playas españolas se observaba a los surfistas con un halo de admiración o algo parecido, mientras que ahora se ha convertido en algo habitual ver a miles de personas sobre una tabla peleando con las olas. En nuestro país el surf crece día a día, con escuelas y clubes naciendo sin parar al mismo tiempo que las fichas federativas se suman en los ficheros de la Federación Española de Surf (FESURF). Con opciones de ser deporte olímpico en los Juegos de Tokio 2020, la mujer ha dado un empujón definitivo a este deporte.

El crecimiento de practicantes en nuestro territorio ha sido espectacular en los últimos tiempos. Hace apenas tres se apuntaba a un número de surferos que rondaba los 230.000, pero en estos momentos ya podemos hablar del doble o incluso algo más, según revelan desde la FESURF. Los federados crecen con fuerza en toda España. En números globales, hemos pasado en cuatro años de tener 14.009 surferos/as federados a 25.631 en 2014. Y cuando acabe el actual 2015, a buen seguro se habrá incrementado notablemente el número.

¿Por qué la afición por el surf crece sin parar? Lourenço Chaves, gerente de la FESURF, considera que “el crecimiento es exponencial y la oferta se adapta a la demanda. Para empezar, se ha incrementado notablemente la demanda para recibir cursos. Además, y es importante, se han ajustado bastante los precios a la misma”. Es complicado cuantificar el número de escuelas y de clubes surferos, pero han crecido en la medida que se ganaban adeptos. Por ejemplo, de las 202 escuelas registradas en 2011, se ha pasado a las 438 que hay en la actualidad.

España, un paraíso del surf

La FESURF tiene una firme apuesta para convertir un deporte que tiene protagonismo sobre todo entre junio y septiembre, al calor del sol, en uno que se pueda practicar durante todo el año. “Antes apenas estaban abiertas 2 o 3 escuelas durante todo el año, mientras que ahora pueden rondar entre 20 y 25”, recuerda Lourenço. “Se ha pasado de dar cursos semanales al pleno desarrollo deportivo del surfista”, recalca, para añadir que “es un deporte que engancha más y más, y esas escuelas son las que marcan la diferencia. En una palabra, ha empezado a dejar de ser un simple pasatiempo de verano o de fines de semana para adquirir un nuevo impulso y desarrollo”.

“Sí, España es un paraíso para surfistas”, porque hay lugares donde el clima acompaña durante todo el año, como las Islas Canarias, “el Hawái de Europa”, resalta, igual que otros del norte donde las olas son muy buenas cuando acaba el verano. Complicado elegir entre tantos paraísos, pero el gerente de la FESURF apuesta por los siguientes puntos: Mundaka (Euskadi/Vizcaya), El Quemao (Canarias/Lanzarote), Frontón (Canarias/Gran Canaria), Rodiles (Asturias/Villaviciosa), La Machacona (Galicia/Burela) y El Brusco (Cantabria/Santoña). “No es una moda”, dice convencido Chaves. Y como ejemplo pone el buen rendimiento económico que tienen las tiendas técnicas; “es un buen termómetro para confirmar que ya hay cultura de surf en nuestro país”, destaca.

Impacto en el turismo

El 'boom' del surf en España también tiene mucho que ver con el auge de practicantes femeninas. Las mujeres se empiezan a subir a la tabla de manera masiva y si antes hablábamos de 70 hombres por 30 mujeres si de practicantes hablamos, ahora en las escuelas se reparten de manera equitativa. “El número ya es parejo y es cierto que cada vez se ven más chicas en el agua”, dice Lourenço sobre este hecho. Si en 2011 había registradas con ficha federativa 2.249 mujeres, el año 2014 acabó con 7.923. Un número que se ha incrementado en el presente.

Un proyecto en el que también se trabaja en el interior de la FESURF es en el de cuantificar el impacto que tiene el surf en el turismo en España. “Por ejemplo, en FITUR (Feria Internacional de Turismo) se pueden ver imágenes de surf en el stand de Portugal; es lo que venden en el país vecino asociado al turismo. En una palabra, han pasado del bacalao al surf...”, subraya Lourenço. En algunas zonas de España ya se vincula a este deporte con el sector turístico, que tantos ingresos deja en las arcas del país. Se trata, en una palabra, de captar esos clientes que llegan del extranjero y que además se quieren subir a una tabla. “En algunos países de Sudamérica, supone hasta un 15% del PIB”, resalta.

La polémica del espacio

“En alguna playa hay hasta 20 escuelas”, recuerda cuando toca valorar la explotación masiva en algunas zonas. Este asunto ha generado una gran polémica, con surferos buscando lugares donde disfrutar a su aire y turistas de playa quejándose por el poco espacio del que disponen. “Estamos en contacto con las diferentes federaciones, ayuntamientos y comunidades autónomas para tratar este problema”, explica Chaves. “Antes había playas desocupadas, mientras que ahora es raro que no haya una escuela de iniciación o entrenamiento”, dice, y añade que “ha surgido un problema de sobreexplotación, que no es nada positivo. Considero que en algunos lugares masificados se abusa del medio marino”.

“Comunidades, ayuntamientos y FESURF abogamos por la explotación racional de las playas”, significa, “y para ello hay que regularizar perfectamente su uso. Creo que hay sitio de sobra para escuelas, surferos y turistas”, indica. Considera que “Francia, por ejemplo, nos lleva ventaja en este terreno, pues existe una buena delimitación en las playas. En resumidas cuentas, considero que hay espacio para todos, pero hay que ordenarlo con racionalidad”. Y para acabar resalta el buen nombre del gremio al que representa cuando recuerda que “el surfista es el primero que trata de rescatar a un bañista en apuros, siempre es el primero en llegar”.