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La historia de Alberto Prieto, el piloto que correrá el Dakar con una mano
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HARÁ REALIDAD LO QUE PARECÍA UNA QUIMERA

La historia de Alberto Prieto, el piloto que correrá el Dakar con una mano

Es una historia de superación y lucha para alcanzar un sueño. Hace doce años tuvo un accidente que le paralizó su brazo izquierdo, algo que no le impedirá tomará la salida del Dakar en enero

Foto: Alberto Prieto surcando una duna con su quad.
Alberto Prieto surcando una duna con su quad.

“Lo primero que hice nada más recuperarme del accidente fue comprarme una KTM de enduro. Y mi familia y mis amigos, lejos de decir que estaba loco, me apoyaron y animaron porque saben que esto es lo que me gusta. La gasolina, como el rock&roll, va en la genética”. Alberto Prieto sufrió en 2003 un accidente en moto por el Puerto de Galapagar que le provocó la parálisis permanente e irreversible de su brazo izquierdo. Doce años después de aquel episodio, en el libro de su vida está apunto de escribir otro capítulo significativo: será el primer piloto en la historia del Dakar que participe en la prueba manejando un quad con una sola mano. Este viernes ha viajado temprano a París para el stage de pilotos europeos. Una minusvalía ha aumentado la frontera de su propio límite: el sueño que tenía de pequeño ya es real.

“Los mecánicos alucinan un poco cuando prueban el quad, “¿cómo te apañas con esto?”, me dicen. Al tener paralizado el brazo izquierdo debo controlar más parámetros con la derecha. Tengo freno y embrague en la empuñadura diestra, donde también tengo la pestaña del acelerador, el sistema de navegación también… lo comparo siempre con tocar el piano. Con los pies manejo el cambio de marchas y un repartidor de frenada que hemos instalado”, explica este madrileño del barrio de Legazpi que asegura ir “más rápido con el quad y una sola mano que con cuando pilotaba la moto con dos manos. Voy más fuerte y controlo más. Tengo más nivel. Será cuestión de kilómetros y experiencia... Y la verdad es que nunca había corrido en quad con dos brazos”.

Pese a no desgastar en exceso la KTM que se compró a los cuatro meses de sufrir su accidente, las constantes caídas que sufría hizo replantearse la situación. “Oye tío, ¿no sería mejor que te pasaras a una de cuatro ruedas? Me aconsejó un amigo. Y así empezó todo”. Por ciudad, Alberto sí que se maneja con soltura con una moto normal. “Soy el único motorista de España que conduce con un sólo brazo porque la DGT me debió de expedir un carné especial, con un tribunal médico y unas pruebas de por medio”, indica el piloto de 44 años. Su vida continúa prácticamente igual que antes de 2003.

“Tengo un punto mental más que el resto”

El enorme obstáculo que ha debido superar le ha convertido en una persona que ha debido tener más tesón y perseverancia a la hora de 'colocar' su vida como la de una persona normal y corriente. De ese esfuerzo sacará partido porque para el Dakar, “el lado psicológico es lo más importante. Mi preparación se basa en el físico y el psicológico, más que en el vehículo. Son muchas horas pilotando, perdido, solo… Creo que tengo un punto más que el resto en el aspecto mental con todo lo que he vivido con el brazo y el accidente; por contra, físicamente sufro más e inevitablemente voy más despacio -por lo tanto paso más horas que el resto-. También mecánicamente doy menos caña al vehículo que el resto, otro punto a mi favor. Pero yo estoy mentalizado para llegar todos los días el último al vivac”.

Acompañado por dos personas, uno de los objetivos diarios será descansar el máximo número de horas al final de cada etapa ya que su desgaste será incomparable. “Mi espalda sufre más que la del resto. Las motos y los quads conducen durante mucho tiempo de pie pero yo no puedo, tengo que ir sentado. Me puedo levantar en un momento determinado, para un bache, pero...”.

Además de miles de kilómetros, caídas, un aprendizaje inusual y una voluntad sin límite de velocidad, en su camino hasta el Dakar también ha debido demostrar sus dotes en competición. Se puso serio en 2013 cuando participó en el Mundial de Baja y finalizó quinto. A partir de ahí contactó con los organizadores del Dakar (Marc Coma es el nuevo director deportivo) y estos le aconsejaron disputar alguna de las Dakar Series. “Y en julio me fui a hacer el Guaraní. Todo es igual que el Dakar, incluyendo los sistemas de navegación, sólo que en lugar de ser 15 días son 6. Y contra todo pronóstico acabé: décimo de cuarenta y tantos inscritos”. Se ríe al comentarlo porque él se había planteado hacerlo en 2017 pero con este resultado le admitieron en Dakar para esta edición que arranca en enero.

La bandera de España, Madrid… y Loquillo

De momento no tiene patrocinadores así que lo único que tiene claro es que en su quad estarán “la bandera de España, la de la Comunidad de Madrid, y la de Loquillo”. Tal vez haya hueco para alguna de Motorhead o AC/DC, otras de sus bandas favoritas (si termina el Dakar bautizará a su quad como 'The Kilmister machine, en honor a Lemmy).

La capacidad camaleónica de Alberto le ha servido durante estos años para adaptar su día a día a la minusvalía que sufre sin que ello le haya impedido crecer laboralmente -es el director de España de Knight Frank- o disfrutar del deporte -ha disputado en varias ocasiones la Maratón de Nueva York, Madrid y Amsterdam así como los triatlones de Madrid y Barcelona. En enero experimentará qué se siente al convertir lo que hace doce años parecía una quimera en realidad: “El Dakar es algo con lo que sueñas desde pequeño... y aquí estamos”.

Su objetivo no se queda en el duro reto de "terminar" la prueba, también espera que su participación sirva para "compartir la tecnología, las soluciones técnicas y terapéuticas para personas discapacitadas a través de la mayor aventura deportiva que existe".

“Lo primero que hice nada más recuperarme del accidente fue comprarme una KTM de enduro. Y mi familia y mis amigos, lejos de decir que estaba loco, me apoyaron y animaron porque saben que esto es lo que me gusta. La gasolina, como el rock&roll, va en la genética”. Alberto Prieto sufrió en 2003 un accidente en moto por el Puerto de Galapagar que le provocó la parálisis permanente e irreversible de su brazo izquierdo. Doce años después de aquel episodio, en el libro de su vida está apunto de escribir otro capítulo significativo: será el primer piloto en la historia del Dakar que participe en la prueba manejando un quad con una sola mano. Este viernes ha viajado temprano a París para el stage de pilotos europeos. Una minusvalía ha aumentado la frontera de su propio límite: el sueño que tenía de pequeño ya es real.

Alberto Prieto
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