Es noticia
El Everest 'limpia su imagen' y sigue sin hacer realidad el sueño de Edmund Hillary
  1. Deportes
  2. Otros deportes
NUEVA NORMA DEL GOBIERNO NEPALÍ

El Everest 'limpia su imagen' y sigue sin hacer realidad el sueño de Edmund Hillary

El gobierno nepalí ha decidido establecer una nueva norma para aquellos que suban al Everest, a los que obligarán a bajar ocho kilos de basura por cabeza

Foto: Los alpinistas que suban al Everest deberán de bajar ocho kilos de basura.
Los alpinistas que suban al Everest deberán de bajar ocho kilos de basura.

Reynhold Messner, considerado como el mejor himalayista de todos los tiempos,describía así lo que estaba sucediendo en una carta fechada en septiembre de 2001, El Everest ¿sólo porque está ahí?: “Un trekking a la zona de la muerte”. Para Messner, el turismo de masas no sólo había alcanzado el pico más alto del mundo, se lo había apropiado. El Everest se ha convertido en un bien comercial en el que muchos buscan emociones fuertes y una muesca más en su particular currículum de vanidad. La irresponsabilidad de no pocos, y la incapacidad y corruptelas de las autoridades nepalíes lo han convertido, además, en un basurero.

El 29 de mayo de 1953, Edmund Hillary y Tenzing Norgay llegaron al Techo del Mundo. El pasado mes de mayo se cumplieron sesenta años de esa hazaña. Según los registros de The Himalayan Database desde esa fecha, 4.042 personas han hecho cumbre. En un día -el 19 de mayo de 2012- ascendieron 234 personas. La edición internacional de National Geographic publicó que ese día la cumbre estaba tan atestada que no había espacio para estar de pie.Con motivo del sesenta aniversario, se han incrementado los permisos de ascensión y, por supuesto, los ingresos económicos.

Los datos del departamento de montañismo del Ministerio de Cultura, Turismo y Aviación Civil del gobierno de Nepal indican que los ingresos por permisos de ascensión al Everest emitidos para las semanas que van de mediados de marzo a principio de junio -la temporada de primavera de 2013- fueron de 2,2 millones de euros. Las expediciones dejan, cada una, entre 20.000 y 50.000 euros a las arcas del Estado nepalí y más de 9 millones de euros en la economía del país. Una industria turística que, como todas, genera sus residuos. En 2011, la organización 'Saving The Mount Everest' removió ocho toneladas de desechos que habían sido acumulados desde que comenzaron las expediciones

Recientemente, el gobierno nepalí ha establecido una norma que obliga a cada componente de una expedición a bajar con ocho kilos de basura. Dipendra Poudel, funcionario del departamento de montañismo, afirmó que “tratamos de mandar al mundo el mensaje de que el Gobierno está haciendo esfuerzos para limpiar el Everest”. ¿Qué sucedía hasta ahora? Cada expedición estaba obligada a abonar una cantidad en concepto de “depósito de basura”, siendoen la actualidad unos 3.000 euros.

placeholder Alpinistas en el Escalón de Hillary el 19 de mayo de 2012

¿Qué se hacía con los residuos? Según establecen las normas del Comité Sagarmatha de Control de la Contaminación (SPCC) -una especie de autoridad municipal en el campo base, establecida en 1991 y que recibe un cuatro por ciento de los ingresos por permisos- los residuos se reparten en tres categorías: los bienes eliminables, que deben ser bajados desde el Campo Base a Namche y entregarse al SPCC; los materiales reciclables,que deben llevarse a Kathmandú y entregarse al Centro de Manipulación de Materiales Sólidos de Desperdicio para su posterior reciclaje; y los bienes reexportables, que deben ser enviados desde Nepal a sus respectivos países.

El certificado de exportación será emitido desde la oficina de la aduana. El 'depósito de basura'se devolverá sólo después de cumplir estos trámites. Con una reglamentación tan precisa ¿por qué es necesario una medida como la anunciada? ¿Van a resolver esos ocho kilos las corruptelas que permiten que no toda la basura generada salga de las montañas? Seguro que no. Quizás la solución no llegue hasta que los operadores implanten una autorregulación y aseguren su cumplimiento y el Gobierno de Nepal le dé un respiro a la montaña. En 1987, Hillary pidió la anulación de permisos durante cinco años con el fin de que la naturaleza degradase una buena parte de las basuras. Por supuesto, nadie le hizo caso.

Reynhold Messner, considerado como el mejor himalayista de todos los tiempos,describía así lo que estaba sucediendo en una carta fechada en septiembre de 2001, El Everest ¿sólo porque está ahí?: “Un trekking a la zona de la muerte”. Para Messner, el turismo de masas no sólo había alcanzado el pico más alto del mundo, se lo había apropiado. El Everest se ha convertido en un bien comercial en el que muchos buscan emociones fuertes y una muesca más en su particular currículum de vanidad. La irresponsabilidad de no pocos, y la incapacidad y corruptelas de las autoridades nepalíes lo han convertido, además, en un basurero.

Nepal Everest
El redactor recomienda