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Márquez-Rossi-Agostini, cuando el tamaño (del palmarés) sí importa
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OBSESIÓN POR LOS TÍTULOS

Márquez-Rossi-Agostini, cuando el tamaño (del palmarés) sí importa

Aunque rara vez quieran reconocerlo, los grandes campeones siempre quieren dejar su huella en el deporte a base de batir récords y estadísticas... Y el motociclismo es ejemplo

Foto: Valentino Rossi, en una imagen reciente. (EFE/EPA/MATTEO BAZZI)
Valentino Rossi, en una imagen reciente. (EFE/EPA/MATTEO BAZZI)

Valentino Rossi sigue respirando por la herida de perder aquel famoso título mundial de 2015 frente a Jorge Lorenzo. El piloto italiano no pierde ocasión a la mínima que se le tira un poquito de la lengua, de culpar a Márquez por no haberlo logrado. Más allá de lo discutible de su visión, de perder un título frente a un piloto como Lorenzo (que por cierto le superó en la pista), su amargura y rencor frente a Márquez estriba en aquel campeonato. El de Urbino siempre supo en el fondo que era su última oportunidad para igualar en títulos mundiales a Giacomo Agostini y el principal culpable de no lograrlo fue la ‘guerra sucia’ que a su entender empleó contra él Márquez.

Foto: Valentino Rossi dice adiós a la competición. (Reuters/Pablo Morano)

La obsesión de Valentino

Agostini logró 15 títulos mundiales, frente a los 10 que hubiera conseguido Rossi de haber salido campeón en 2015, pero el objetivo de ‘VR46’ era lograr su octavo título en la máxima categoría, para así ponerse a la misma altura de su compatriota en esa parte del palmarés, en teoría la más valiosa. Giacomo Agostini en cuanto conoció la retirada de Valentino, no escondió su satisfacción de seguir reinando en solitario como el piloto con mayor número de títulos mundiales en general y en la categoría reina en particular. “Admito que estoy feliz porque Valentino se retire sin haber batido mis récords. -reconoció ‘Ago’- Creo que es humano. Incluso sin haber batido mis plusmarcas, sin embargo, sigue siendo un campeón absoluto”.

Despejada la incógnita de saber si Valentino iba a batir sus récords, era inevitable preguntarle al mito italiano de las dos ruedas sobre las posibilidades de Marc Márquez en hacerlo: “Antes o después, llegará alguno que superará estos récords. Las plusmarcas están hechas para ser batidas, pero no me disgusta tenerlas aún por un cierto tiempo". Valentino Rossi podría haberse lamentado mucho más por la pérdida absurda de aquel título en 2006 cuando poco menos que regaló el título a Nicky Hayden en una más que evitable caída. Pero en aquella época Valentino aún no pensaba en los récords, se veía joven y lo de pensar en igualar la marca de Agostini no pasaba por su cabeza.

Cuando recientemente admitía en una entrevista que su relación con Marc Márquez esta ‘oxidada’ desde 2015 estaba reconociendo a las claras que aquel año era un todo o nada para su carrera. Había regresado al máximo nivel después de varios años anodinos, cambiando hasta su estilo de conducir para adaptarlo a la forma que demandaba la nueva generación de motos y neumáticos.

Cabe preguntarse qué absurda obsesión de compararse con rivales que compitieron en otras épocas y en otras condiciones, pero, ¡ay!, el ego es un motor muy poderoso para el deportista de élite y todos aspiran a ser recordados como el mejor. Incluso si esa manera de ser reconocido como ‘el mejor’ sea al final un puro ejercicio de comparar peras con manzanas. Igual que Agostini no disimula su ego cuando admite su felicidad por reinar estadísticamente, Valentino -que títulos aparte es el motociclista de mayor importancia de la historia- sigue sin dejar que su ego perdone la oportunidad perdida de 2015.

placeholder Márquez, en una imagen reciente. (REUTERS/Jennifer Lorenzini)
Márquez, en una imagen reciente. (REUTERS/Jennifer Lorenzini)

Estadísticas vs. épocas

Muchos restan valor a los títulos de Agostini al estar basados en la imponente superioridad mecánica de su mítica MV Agusta, pero quedarse en esa lectura sería rebajarse a la pura anécdota. Es cierto que ganar hoy día un título mundial es mucho más difícil porque la parrilla está tremendamente igualada a nivel mecánico, pero no es menos cierto que Agostini batía en su terreno a los ingleses en el terrorífico circuito de la Isla de Man, algo que ni en sueños sería capaz de hacer cualquier piloto actual de MotoGP. La estadística puede decir misa pero valga el ejemplo para demostrar lo inútil de comparar lo incomparable.

Eso no es óbice para reconocer la grandeza de lo logrado por gente como Agostini o Ángel Nieto que lograron superar la barrera de los 10 títulos mundiales. Para quien minusvalore las dificultades de sumar un título detrás de otro, sea la época que sea, veamos el caso de Marc Márquez. Su superioridad durante estos últimos diez años ha sido en muchos momentos insultante, todos daban por hecho que sería cuestión de poco tiempo que caerían los récords no sólo de Valentino sino también los de Agostini. Probablemente devorado por esa ansiedad de batir marcas, el piloto español precipitó su regreso a las pistas el año pasado frente al más elemental sentido común. Este año le ha podido de nuevo la ansiedad en varias ocasiones y ha perdido un título que podría haber sido suyo sin problemas de haber corrido con más cabeza.

Foto: Marc Márquez persigue a Bagnaia en un GP. (Reuters/Jennifer Lorenzini)

Ahora Marquez, después de su accidente entrenando vuelve a sufrir el síndrome de la ‘visión doble’ que ya sufriera diez años atrás. Ojalá el piloto de Cervera se recupere pronto y vuelva por sus fueros, pero estas dos últimas temporadas nos han enseñado hasta que punto alguien como Marc, que parecía indestructible, de repente puede volverse frágil. Quien sabe si hasta el extremo de no poder ganar más títulos mundiales. ¿Tiene que ver en esa ansiedad el objetivo de batir todas las marcas históricas? Probablemente, Marc nunca lo admita, pero da toda la impresión de ser el caso.

Freddie Spencer fue en su día el campeón del mundo más joven de la historia, tenía un pilotaje realmente de otra galaxia pero un síndrome compartimental en su antebrazo, fruto del sobre esfuerzo de ganar dos títulos en 1985 (250cc y 500cc). Esto hizo que jamás volviera a ser el mismo. El piloto de Louisiana fue el primero al que se señaló como el elegido que superaría sin problemas las marcas de Agostini. Ya ven, tres títulos mundiales en apenas tres años y a los 26 años sin facultades para volver a ganar. Quién sabe si los Nieto, Spencer, Rossi, Marquez hubieran pensado menos en batir récords, les hubiera ido mejor. Quizás hubieran acabado logrando su objetivo, pero la obsesión por el tamaño (del palmarés) puede ser peligrosa

Valentino Rossi sigue respirando por la herida de perder aquel famoso título mundial de 2015 frente a Jorge Lorenzo. El piloto italiano no pierde ocasión a la mínima que se le tira un poquito de la lengua, de culpar a Márquez por no haberlo logrado. Más allá de lo discutible de su visión, de perder un título frente a un piloto como Lorenzo (que por cierto le superó en la pista), su amargura y rencor frente a Márquez estriba en aquel campeonato. El de Urbino siempre supo en el fondo que era su última oportunidad para igualar en títulos mundiales a Giacomo Agostini y el principal culpable de no lograrlo fue la ‘guerra sucia’ que a su entender empleó contra él Márquez.

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