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Valentino Rossi culmina su extraordinaria carrera con una gran fiesta
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El mito del motociclismo

Valentino Rossi culmina su extraordinaria carrera con una gran fiesta

El piloto italiano, nueve veces campeón del mundo, se despide del Mundial en Cheste en un sentido homenaje por parte de pilotos, organización y público

Foto: Valentino Rossi dice adiós a la competición. (Reuters/Pablo Morano)
Valentino Rossi dice adiós a la competición. (Reuters/Pablo Morano)

No ha habido lágrimas, todo ha sido una fiesta, una gran fiesta, en la despedida de Valentino Rossi. Concluida la carrera, arropado por sus compañeros y rivales, jaleado por la afición y felicitado por todo el paddock que lo ha acogido en masa según ha llegado al 'pit lane' después de la carrera. La celebración de la trayectoria deportiva de Valentino Rossi ha continuado en su garaje y ha sido divertida y feliz. Por ello el gran campeón italiano la ha disfrutado al máximo. Se ha dejado mantear, se ha dado un baño de multitudes, ha reído y ha hecho reír a todos. Nunca una despedida de las carreras ha sido tan divertida como esta.

No ha habido nada especial, ninguna escenografía espectacular como las que durante tantos años nos ha acostumbrado a disfrutar. Ha sido una celebración sencilla y espontánea, sincera, de amigo a amigo, de pura alegría y no hacía falta nada más. Simplemente, saltar, reír, cantar y abrazar a todos. Ha dado y ha recibido cariño. ¿Qué más se necesita?

placeholder El piloto italiano cierra una era. (EFE/Kai Försterling)
El piloto italiano cierra una era. (EFE/Kai Försterling)

Se retira Valentino Rossi dejando un vacío emocional enorme, porque precisamente el hombre que tenía que ocupar esa posición preponderante en el campeonato, Marc Márquez, vive desde hace dos temporadas en la incertidumbre, sin saber qué será de él a corto o medio plazo, y ahora más con la lesión ocular que deja en suspenso su actividad desde hace un par de semanas.

Sin Rossi, sin toda la generación de jóvenes campeones que un día llegaron a MotoGP soñando con derrotarle, MotoGP es un campeonato extraño y remoto, donde muchos pilotos jóvenes y recién llegados tendrán que acostumbrarse a asumir una responsabilidad y una presión que les eran ajenas. Una competencia que, en condiciones normales, debía recaer en pilotos más experimentados que ellos, en los grandes nombres, en las leyendas que ahora, por uno u otro motivo ahora no están o ya no van a estar en la parrilla.

Se abre un nuevo escenario

La generación de los Quartararo, Mir, Alex Márquez, Martín, Bagnaia, Morbidelli o Miller, ya no va a tener referencias. Se van a mirar de tú a tú, sin que nadie pueda echar una ojeada a los demás por encima del hombro, ni siquiera los ya campeones de MotoGP, Mir y Quartararo. Todos quedan a la espera de lo que pueda suceder con Márquez. Esto nos lleva a encontrarnos con un campeonato más equilibrado y competido que nunca. Quizás sin mitos, al principio, puede que sin esa chispa que les propulsa e ilumina. Solo la presencia de Marc Márquez lo impedirá.

Foto: Marc Márquez, en una imagen reciente. (Efe/Epa/Davide Gennari)

El hueco de Rossi es un espacio vacío enorme. No va a ser como la retirada de las grandes glorias del pasado, porque ningún otro de antes llegó a alcanzar la magnitud de Valentino, y resulta difícil pensar ahora mismo en alguien capaz de arrastrar el caudal humano y sentimental que todavía hoy mueve Rossi. Se fueron campeones históricos, como Mick Doohan, o la gran saga estadounidense, Wayne Rainey, Eddie Lawson y Kevin Schwantz, que era carismático como pocos, pero ninguno consiguió conmover a los aficionados como Rossi. Y nadie, nunca, ha sido despedido como lo ha sido él.

Quizás también porque antes, dentro de la inevitable mitomanía que les llevaba a tener preferencia por un piloto u otro, al aficionado le movía la pasión por el deporte de la moto; ahora, el fenómeno fan sigue a ídolos deportivos más que a un deporte en general. Y eso no es precisamente bueno para el motociclismo. ¿Se quedará en MotoGP toda esa marea amarilla ahora que Valentino no va a estar aquí? Es un tema que preocupa. Márquez tendría que haber sido el heredero natural de esa corriente de simpatía, pero la situación generada a raíz del incidente de Sepang 2015 impidió que se pudiera culminar esa transición tan lógica.

Márquez, ausente en la despedida

Es una verdadera lástima que la lesión ocular que sufre Márquez le impida estar presente en la despedida de Rossi. Por encima de sus diferencias insalvables tendría que estar el respeto y la admiración. No podemos esperar que Márquez siguiera teniendo sobre la cabecera de la cama aquel póster de Valentino que un día colgó siendo un niño, pero desde luego sí que Márquez le profese el respeto que merece una figura como él. Rossi también tuvo enfrentamientos severos con Casey Stoner, que fue durísimo con Valentino, pero el australiano estuvo en Valencia, rindiendo homenaje a Rossi en su adiós. Como también reconocieron recientemente Jorge Lorenzo, Max Biaggi y Sete Gibernau, otros sonados rivales, la importancia que Rossi llegó a cobrar en sus respectivas carreras deportivas. Seguramente el tiempo los volverá a encontrar en nuevas y diferentes circunstancias.

placeholder Marc Márquez y Valentino Rossi, durante una rueda de prensa. (Reuters/Marcelo del Pozo)
Marc Márquez y Valentino Rossi, durante una rueda de prensa. (Reuters/Marcelo del Pozo)

La última carrera de Rossi ha sido emocionante. Desde que llegó al circuito el jueves ha sido objeto de reconocimientos y homenajes: trajeron las nueve motos con las que se coronó campeón, se inauguró un mural gigantesco en la torre del circuito, se adornaron los camiones de los equipos con hitos históricos de su carrera deportiva… Y él lo ha sentido aparentemente como siempre, como cualquier otra carrera, o eso quería. Pero le ha dedicado más tiempo que de costumbre a su momento de concentración, agachado al lado derecho de su moto, aislándose en la parrilla de salida y mentalizándose para su última salida. Y así ha completado la carrera. Cruzar la meta ha sido un momento de felicidad y de liberación. Ha sido el final de toda una vida en los circuitos. Le espera una nueva etapa, también a toda velocidad, sobre cuatro ruedas, pero esa ya será otra historia.

No ha habido lágrimas, todo ha sido una fiesta, una gran fiesta, en la despedida de Valentino Rossi. Concluida la carrera, arropado por sus compañeros y rivales, jaleado por la afición y felicitado por todo el paddock que lo ha acogido en masa según ha llegado al 'pit lane' después de la carrera. La celebración de la trayectoria deportiva de Valentino Rossi ha continuado en su garaje y ha sido divertida y feliz. Por ello el gran campeón italiano la ha disfrutado al máximo. Se ha dejado mantear, se ha dado un baño de multitudes, ha reído y ha hecho reír a todos. Nunca una despedida de las carreras ha sido tan divertida como esta.

Valentino Rossi