La rotura de Honda de Márquez, un fallo excepcional en HRC

No es la primera vez que un motor de MotoGP se rompe en carrera. El 2016 asistimos a la estrepitosa rotura de la Yamaha de Valentino Rossi en el Gran Premio de Italia, una rotura que cambió el paso a Valentino en la temporada pasada, y que Jorge Lorenzo también padeció en el 'warm up', el entrenamiento matinal del domingo. Este año también se han producido averías, como las que sufrieron Danilo Petrucci y Andrea Dovizioso en la primera jornada de entrenamientos del Gran Premio de Holanda. Pero una rotura de una Honda de fábrica en carrera es algo excepcional.

En el pasado, las averías eran más comunes, aunque en la era de MotoGP no es tan frecuente que se rompan motores. Lo que sí resulta más habitual es que aparezcan fallos eléctricos. El motor que ha roto Márquez era el cuarto de los cinco que ha empleado hasta el momento, de un total de siete que tienen los pilotos a su disposición para cubrir toda la temporada. Dentro del proceso habitual de rotación de motores, Márquez estrenó este cuarto propulsor en Brno, lo empleó en la jornada del sábado y lo usó en su segunda moto, con la que acabó la carrera tras el cambio de montura que protagonizó a principio de carrera.

En el Red Bull Ring austriaco apenas lo usó: sólo en el primer y tercer entrenamiento libre, mientras que en Silverstone lo ha usado en todas las sesiones, salvo el primer entrenamiento del viernes, por lo que no era un motor con mucho kilometraje. De hecho, aunque Márquez es uno de los seis pilotos que más kilómetros hace en entrenamientos –Johann Zarco es, con diferencia, el que más rueda por pura necesidad: es un debutante y necesita adquirir experiencia–, el motor de su Honda estaba dentro del rango habitual de uso.

El quinto motor de Márquez, el más 'fresco' de todos, sólo lo ha empleado en Austria, en todas las sesiones, y en las sesiones libres de Silverstone, pero lo descartó tanto para la sesión clasificatoria como para la carrera.

Hasta ahora, Márquez no había eliminado ningún motor de su partida. Sin embargo, entre los hombres de Honda sí que se habían descartado algunos propulsores. Dani Pedrosa apartó su motor número 1 precisamente en Silverstone, mientras que Cal Crutchlow, que en la pista británica estrenó su sexto propulsor, ha eliminado de su partida los motores 1 (Assen) y 3 (Austria).

La vida de un motor

Un motor de MotoGP tiene una vida útil aproximada de unos 1.500 kilómetros, y en un gran premio se realizan entre 500 y 600 kilómetros de media. Desde que se implantó la norma de límite de motores por temporada, sólo ha habido un fabricante penalizado por superar el número máximo de motores disponibles: Suzuki en 2009, cuando se introdujo esta medida para el tramo final del campeonato, con un máximo de cinco motores para los seis últimos grandes premios. La marca japonesa superó esa cifra y Loris Capirossi fue penalizado.

En general, todos los pilotos de fábrica van por su quinto motor de los siete disponibles, aunque en el caso de KTM y Aprilia, que disfrutan de una serie de concesiones en la reglamentación, pueden utilizar nueve. En ambos casos, los hermanos Espargaró, Pol (KTM) y Aleix (Aprilia), ya van por su sexto propulsor, al igual que Bradley Smith (KTM), y Aleix ha retirado ya dos motores de su partida, y en Silverstone además sufrió una avería que le impidió terminar. Sin duda que la Aprilia es la motor más sensible a los fallos técnicos.

Un motor de MotoGP tiene una vida útil aproximada de unos 1.500 kilómetros, y en un gran premio se realizan entre 500 y 600 kilómetros de media

Honda domina el segundo tercio, pero…

A pesar de la avería sufrida por Márquez y la discreta carrera de Pedrosa, Honda es la marca que domina en este segundo tercio de la temporada. Los pilotos de HRC son los que más puntos han conseguido en las seis últimas carreras, e incluso Márquez, a pesar de su avería, es el que lidera esa puntuación parcial, con dos más que Dovizioso. Los demás están lejos, pero la constancia del piloto de Ducati, el segundo en número de puntos conseguidos tanto en el primer tercio del campeonato como en el segundo, le permite liderar ahora el Mundial por nueve puntos sobre Márquez y 13 sobre Maverick Viñales, que el primer tercio de la temporada fue el gran dominador con su fulgurante inicio: tres victorias en las cinco primeras carreras.

Los resultados de Silverstone nos han devuelto un campeonato muy igualado, una vez más: los cuatro primeros en 26 puntos, los tres primeros en sólo 13, y sin perder de vista a Pedrosa, que con todo no se descuelga excesivamente: es quinto a 35 puntos de Dovizioso. Lo que sí deja el campeonato es una nueva situación. El piloto de Ducati, corriendo sin prisa, administrando sabiamente sus fuerzas y jugando sabiamente sus bazas, se ha puesto al frente. Desde hace tiempo sus resultados han dejado de ser circunstanciales y ya es, por derecho propio, un claro aspirante. Y sigue siendo, por encima de todo, tremendamente sincero y realista. “Estoy algo sorprendido. No se puede pilotar en carrera igual que en los entrenamientos, pero hemos sabido gestionar el desgaste de los neumáticos y al final hemos tenido mejor tracción que los demás”, reconoció. Pero que nadie dé nada por ganado, y advierte: “Misano (la próxima carrera) no es una pista buena para nosotros”.

Su buen amigo Lorenzo Zanetti, que llegó con él al Mundial de 125 y ahora es piloto de MV Agusta en el Mundial de Supersport, lo conoce bien y ya ha hecho un primer análisis de la situación al felicitarle por su cuarta victoria: “Me parece que estás entrando en la condición mental que tenías en 2004…” (el año en que ganó el Mundial de 125). Un piloto siempre ve cosas que los mortales de a pie no somos capaces de percibir.