MotoGP llega a Silverstone, pero los equipos piensan más en lo que necesitan en Misano

El trabajo anticipado en determinadas pistas está siendo la clave de muchos resultados en la presente temporada de MotoGP. Por eso, en los días previos al Gran Premio de Gran Bretaña diversos equipos se trasladaron al circuito de Misano para trabajar en la puesta a punto de sus motos de cara al Gran Premio de San Marino que se disputa el próximo 10 de septiembre. El pasado domingo rodaron Honda y Yamaha; el lunes, Aprilia; y el martes coincidió el equipo de pruebas de esta marca italiana, con Matteo Baiocco y Lorenzo Savadori, con el equipo Ducati. Había mucho trabajo por delante y todos, a pesar de las elevadas temperaturas, se emplearon a fondo.

Las pruebas que se realizan en una pista que acogerá un gran premio han de realizarse al menos dos semanas antes de la carrera, y este trabajo previo se ha revelado como algo fundamental a la hora de definir la puesta a punto de las motos. Lo hemos visto en varias ocasiones esta temporada: Yamaha rodó en Le Mans antes del gran premio, y su rendimiento en la pista gala fue excelente. Allí logró Maverick Viñales su última victoria. Ducati también trabajó con anticipación en Mugello y Catalunya, y Honda hizo lo mismo en Brno, con los resultados por todos conocidos.

Además, este trabajo previo es una valiosa ayuda en el caso de que el gran premio sufra condiciones climatológicas cambiantes, que siempre afectan al trabajo de puesta a punto. En este sentido, habría sido útil rodar en Silverstone, donde siempre sorprende la lluvia y ese tiempo cambiante del final del verano inglés. Pero todos optaron por preparar la carrera de Misano, que en los últimos años se ha revelado como una de las pruebas más complejas de la temporada.

Las pruebas de Misano

Honda y Yamaha compartieron pista. Sin novedades que probar a estas alturas de año, porque lo que requieren para este final de temporada –Misano da inicio al último tercio de la temporada– es una moto perfectamente definida y dejarse de probaturas y cambios. Se centraron en afinar la puesta a punto ante el bacheado circuito del Adriático, cuyo asfalto requiere ya cierta atención.

Yamaha siguió trabajando para encontrar solución a la prematura degradación de neumáticos, ese mal endémico del que no parece librarse por más que cambien las cosas. Durante los últimos meses ha transmitido una sensación de incertidumbre en el trabajo: probó hasta cuadro bastidores diferentes, y las sensaciones de los pilotos llegaron a ser tan diferentes que parecían hablar de motos distintas.

Ducati se ha centrado en la nueva aerodinámica, que le ha permitido dar un paso adelante. Ahora Andrea Dovizioso, muy consciente de sus posibilidades, se concentra en un concienzudo trabajo de comparación entre las dos aerodinámicas disponibles, para entender dónde y cuándo emplear cada una. Es en estos momentos cuando la experiencia acumulada en estos cinco años de trabajo por Dovizioso adquiere un valor extraordinario.

Michelin acierta con su sistema

La carrera de Austria ha servido para que Michelin se reafirme en su actual sistema de trabajo. En el Red Bull Ring, los pilotos de MotoGP emplearon en la carrera todas las opciones de neumáticos disponibles, los tres compuestos delanteros y los tres traseros, algo que no suele ser habitual en otras pistas, pero que sirve para demostrar que el fabricante francés es capaz de ofrecer neumáticos que se adaptan a todo tipo de moto y toda clase de estilos de conducción. Hay que reconocer que, problemas individuales aparte, la política de Michelin de ofrecer más opciones disponibles esta temporada ha sido un éxito. En el pasado, el suministrador de neumático ponía a disposición de los pilotos dos tipos de compuesto, pero desde esta temporada Michelin oferta tres. El trabajo de puesta a punto se complica, pero eso también forma parte de la labor del piloto.

La única queja de los pilotos es el estrecho rango de uso de los nuevos Michelin, precisamente una consecuencia inevitable de su mayor especialización. Y cuando se producen alteraciones climatológicas imprevistas, los neumáticos se muestran especialmente sensibles a estos cambios. Por eso resulta tan importante el trabajo previo realizado en determinadas pistas, porque con el reducido tiempo disponible en un gran premio hay que tener claras las opciones.

En Silverstone se enfrentarán a la pista más larga, una de las más rápidas y de las más bacheadas. La abundancia de competiciones automovilísticas en el circuito inglés deja muy machacadas las zonas de frenada. Las opciones para la carrera británica serán los compuestos blando, medio y duro, y Michelin vuelve a emplear neumáticos asimétricos, con el flanco derecho más duro. Todos los neumáticos traseros serán así, y también el delantero blando, por más que en un momento dado hubo quien anunció a bombo y platillo el final de los neumáticos asimétricos delanteros. Pero los exigentes requerimientos de las numerosas curvas de derecha que hay Silverstone hacen necesario un neumático delantero que transmita la suficiente confianza al piloto. Como bien sabemos, en las carreras de moto, si un piloto no tiene suficiente confianza delante, mal va.