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Ni un error para que un incontestable Àlex Márquez saboree la victoria más especial
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SU PRIMER TRIUNFO DEL AÑO LLEGA EN CASA

Ni un error para que un incontestable Àlex Márquez saboree la victoria más especial

El sol brillaba en Montmeló. Igual que lo hizo Àlex Márquez. Con puño de hierro se llevó el primer triunfo del año por delante de Bastianini y Vázquez

Foto: Àlex Márquez celebra su primera victoria de la temporada (Team Estrella Galicia).
Àlex Márquez celebra su primera victoria de la temporada (Team Estrella Galicia).

Después de la tormenta, llegó la calma. En la noche del sábado al domingo, la lluvia apareció en Montmeló cumpliendo las previsiones más negativas. Las cosas cambiaron el domingo por la mañana porque el sol brillaba en el trazado catalán. Igual que lo hizo Àlex Márquez. Sin errores, con puño de hierro y una ventaja que llegó a superar las cuatro décimas. El piloto de Cervera no cabía en sí en el ‘parc fermé’: “Estoy muy feliz y quiero dar las gracias a todos los fans. Hice una buena salida y pude distanciarme, pero luego la carrera ha sido muy, muy larga. He intentado hacerlo lo mejor que sé en cada vuelta y en cada curva”. Efectivamente, lo hizo y fue el rpimero en ver ondear la bandera a cuadros por delante de Bastianini y Efrén Vázquez que, junto a Fenati y Viñales, deleitaron a los presentes con una bonita batalla.

Era la primera vez que veía una carrera desde la posición más adelantada de la salida, un privilegio que mantuvo cuando el semáforo cambió de rojo a verde. Àlex Márquez salió como un tiro, marcando las distancias con Bastianini, Binder y Rins que era cuarto. El piloto del Estrella Galicia se subió a la moto 24 horas después de haber sufrido tres microfracturas en tres dedos del pie izquierdo. Con una palanca de cambio adaptada para evitar en la medida de lo posible el dolor, Rins tomó la salida aunque la mala suerte le impidió acabar la carrera: se le rompió la varilla del cambio y no podía meter las marchas.

Su compañero de box, mientras tanto, había conseguido abrir una brecha de un segundo en la primera vuelta. Un giro en el que Antonelli protagonizó una escalofriante caída sin consecuencias para el piloto; no fue la única pues María Herrera y Azmi se vieron implicados en un incidente conjunto en el que acabaron por los suelos. El baile en las primeras posiciones no tardó en empezar con Efrén Vázquez, Viñales, Binder y Fenati como protagonistas. El pupilo de Rossi demostró que su posición en la parrilla (16º) no era real y recuperó seis puestos en una sola vuelta. La remontada del italiano no tenía límites: en el quinto giro ya era segundo y formaba parte de la batalla que se libraba en la cabeza de la carrera.

El principal beneficiado de esta pelea era Àlex Márquez. Empezó a tirar sin oposición alguna hasta lograr una ventaja de 1.9 décimas en la sexta vuelta. El piloto del Estrella Galicia era ajeno al espectáculo que brindaban sus más inmediatos perseguidores. Con el cuchillo entre los dientes, nadie daba por buena la posición que ocupaban y cuando se vislumbraba el menor hueco, se colaban superando al resto de rivales. Fenati, Vázquez, Viñales y Bastianini levantaban a los aficionados de sus asientos en cada vuelta mientras Márquez aumentaba la brecha abierta cada vez que pasaba por meta: a siete vueltas para el final era de 3.6 décimas.

A medida que Àlex aumentaba distancias sin cometer errores para alcanzar una diferencia de más de cuatro décimas, la calma relativa llegó al grupo de perseguidores. Fenati tomó el mando y se acomodó en la segunda plaza mientras Bastianini, Binder y Efrén Vázquez seguían metidos en faena con algún invitado inesperado como Ajo que apareció en las últimas vueltas de la carrera para dar guerra y acabar saliéndose de la pista. Con la victoria más que decidida y Fenati perdiendo posiciones después de un susto, Bastianini empezó a tirar del grupo y la pelea quedó reducida al italiano y a Efrén Vázquez que vio la bandera de cuadros en tercer lugar. Por delante de él, Bastianini y un exultante Àlex Márquez que saboreo la victoria como nunca: no sólo era la primera de la temporada sino que llegaba en casa después de haber dominado Montmeló a su antojo.

Después de la tormenta, llegó la calma. En la noche del sábado al domingo, la lluvia apareció en Montmeló cumpliendo las previsiones más negativas. Las cosas cambiaron el domingo por la mañana porque el sol brillaba en el trazado catalán. Igual que lo hizo Àlex Márquez. Sin errores, con puño de hierro y una ventaja que llegó a superar las cuatro décimas. El piloto de Cervera no cabía en sí en el ‘parc fermé’: “Estoy muy feliz y quiero dar las gracias a todos los fans. Hice una buena salida y pude distanciarme, pero luego la carrera ha sido muy, muy larga. He intentado hacerlo lo mejor que sé en cada vuelta y en cada curva”. Efectivamente, lo hizo y fue el rpimero en ver ondear la bandera a cuadros por delante de Bastianini y Efrén Vázquez que, junto a Fenati y Viñales, deleitaron a los presentes con una bonita batalla.

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