Cien veces Marc Márquez

Uno menos. Marc Márquez ya puede tachar Jerez de sus tareas pendientes y es que con su victoria de este domingo, no hay circuito que se le resista al líder de MotoGP. A sus 21 años es todo un centenario: en el trazado gaditano cumplió cien grandes premios y sumó cien puntos en lo que va de temporada. En la previa aseguraba que no le volvía loco el reto de subirse a lo más alto del podio de Jerez y lo que consiguió es que sus fans perdieran la cordura cuando se subió a la valla a celebrar con ellos el triunfo. Marc Márquez no encuentra rival ni en la parrilla actual ni en la historia del motociclismo: hasta ayer, sólo Mike Doohan (1995) había encadenado cuatro victorias consecutivas en el inicio de un Mundial. Y es que como se comentaba en el muro de Yamaha, nadie sabe cómo parar a ese pequeño genio.

La carrera duró un par de vueltas en las que Márquez y Rossi se divirtieron y levantaron a los aficionados de sus asientos con su pelea cuerpo a cuerpo: el italiano le arrebató el primer puesto y el de Cervera no tardó en contestarle. La emoción se acabó cuando Marc quiso porque vuelta a vuelta abrió una brecha suficiente como para liderar en solitario sobre el trazado gaditano. “Los dos primeros giros han sido muy divertidos y bonitos. Luego la carrera ha sido un poco más aburrida. He pensado: vámonos que si no, luego nos pillarán”. La de ayer no fue una carrera más. Jerez era una cuenta pendiente pues Márquez sólo había cruzado su meta tres veces y no había conseguido ganar ni en la extinta 125cc ni en Moto2. El triunfo le supo mejor en un circuito en el que no se puede derrapar, su marca personal sobre la Honda, un trazado que hasta este domingo se le resistía.

“Un día 100”, comentaba el de Cervera que cumplía cien grandes premios en Jerez. Cien recuerdos en los que, por ejemplo, aparece su primera carrera en el Mundial allá por 2008: con quince años se subía al podio de Qatar después de ser el primero en ver la bandera de cuadros a bordo de su KTM. A él se une la remontada de Portugal que le llevó directo al título de 125cc o la de Valencia en 2012, la mayor de la historia pues tuvo que escalar 32 posiciones para añadir el Mundial de Moto2 a su palmarés. Entre medias aparece la caída que sufrió en Malasia, un año antes cuando peleaba por el título de la categoría intermedia, y cuya consecuencia fue una delicada lesión en el ojo que le tuvo cuatro meses sin poder subirse a la moto con una operación incluida. Tampoco se puede pasar por alto el fallo cometido el año pasado en Australia, englobado en la temporada que le coronó como el campeón más joven de MotoGP.

“Márquez es inalcanzable” comentaba Valentino Rossi en el ‘parc fermé’. Los números le dan la razón al italiano que ayer fue segundo en Jerez. El dominio de Marc es incontestable: cuatro poles, cuatro victorias y cien puntos. El número del día para el de Cervera. La superioridad de la Honda es evidente y el líder del Mundial es el complemento perfecto para la escudería del ala dorada. A pesar de los buenos resultados, de los elogios, de los récords rotos… algunos aficionados temen que el Mundial se convierta en un monólogo sin emoción de Márquez y éste se empeña en transformar esa amenaza de aburrimiento en precaución cuando dice que no siempre va a ganar y que será entonces cuando deba aprender, en aplausos, en el manteo de su equipo, en admiración o en el apoyo incondicional de su legión de fans y de su familia. Ayer Marc tenía a Roser en mente.

No reparó en que desde 2006, ningún piloto hubiera conseguido ganar en Jerez habiendo firmado la pole; el último fue Loris Capirossi. Tampoco dio importancia a haber igualado a Doohan. El Márquez de siempre llegó al ‘parc fermé’, se quitó el casco y abrazó a su madre, ausente en las citas de Austin y Argentina, presente en Jerez robando un poco de protagonismo a su hijo por aquello de ser el día de la madre: “Lo primero que ha hecho ha sido felicitarme. No sé cómo lo hace, es innato”. Quizás ahí esté la clave para entender dónde nace la ‘dictadura’ que lleva el nombre y los apellidos de su hijo mayor.