La nueva hazaña de Ander Mirambell para el deporte español y el recuerdo a su madre

Ander Mirambell empezó la nueva temporada de Skeleton, allá por el mes de octubre, con un objetivo que parecía, a todas luces, complicadísimo: conquistar de nuevo la Copa América. El catalán la cosechó en 2016 por primera vez y lo ha vuelto a lograr este pasado martes. Otro hito para este deporte, de nula tradición en España, que él solo a base de empeño y esfuerzo ha puesto en el mapa. Mirambell, de 36 años, es nuestra única referencia internacional en Skeleton y, por supuesto, nuestro primer representante olímpico en en esta modalidad (2010, 2014 y 2018 en PyeongChang). El piloto ha compaginado este pasado curso su labor como atleta con el de entrenador, en un intento de que esta disciplina no muera con él cuando llegue el día de su retirada. Ahora, tras cerrar con un tercero, un cuarto y un sexto puesto la triple cita de Lake Placid (Nueva York), Ander suma un nuevo éxito en su carrera para entrar de lleno en la historia: es el primer europeo en repetir triunfo en esta competición dominada por estadounidenses y japoneses. Además, también es el primero en ratificar su reinado desde Zach Lund (01/02 y 03/04).

"Estoy muy emocionado y me faltan palabras. He venido a esta carrera sin entrenador, un hándicap del que hemos acabado sacando partido porque he trabajado en alianza con China, con quienes he compartido una valiosa información. Al final, hemos hecho historia", señaló muy emocionado el español. "Es alucinante. Tengo muchas ganas de abrazar a mi familia y celebrarlo porque son los grandes culpables de esto", continuó. Como no podía ser de otra manera, Mirambell se acordó de su madre, tristemente fallecida en 2018 tras una larga enfermedad. Sus palabras erizan la piel. "Parece que la estoy oyendo desde allá arriba pidiéndome que cuelgue el casco y que me dedique a la familia después de lograr mucho más de lo que jamás habría podido soñar en este deporte", indicó. El catalán lleva 12 temporadas ininterrumpidas en la élite y, pese a todas las dificultades que se ha encontrado en el camino (falta de patrocinadores, escasas ayudas públicas, nula visibilidad, etc) no ha perdido la ilusión. De hecho, este pasado año cambió de equipo técnico, tras jubilarse su anterior entrenador, para no estancarse.

El Mundial, asignatura pendiente

El curso pasado Mirambell tuvo que renunciar al Mundial de Canadá tras sufrir una conmoción cerebral en uno de sus entrenamientos. Perdió el control de su trineo e impacto violentamente contra las protecciones. Las velocidades que se alcanzan en el Skeleton, por encima de 150km/h, hacen de esta modalidad un deporte de riesgo donde no existe mayor protección que el casco. Fue un curso de lesiones para el piloto español (tuvo también una pretemporada complicada con un edema en el pubis), que lejos de desanimarse continuó trabajando para llegar en perfectas condiciones a este 2020. A su lucha le llega ahora la recompensa... y por partida triple porque la ha redondeado con el billete matemático para la Copa del Mundo y el Mundial de Alemania, donde ya espera poder resarcirse y, quién sabe, mejorar su vigésima posición como mejor resultado en esta última competición (2017).

Apasionado del fútbol y del Espanyol, fue futbolista en las categorías inferiores de la entidad, Mirambell descubrió el Skeleton en un momento complicado personalmente para él, tras el fallecimiento de uno de sus mejores amigos. Necesitaba nuevos retos, nuevas inquietudes deportivas tras no encontrarlas tampoco en el atletismo y así, a través de la película Cool Running ('Elegidos para el Triunfo', en España), se aficionó a este deporte. La historia de aquellos jamaicanos de tierras cálidas que practicaban bobsleigh (otra modalidad de descenso en trineo) le inspiró. Solo necesitó cinco años (del 2005 al 2010) para asentarse en la élite del Skeleton y participar en sus primeros Juegos. Ya lleva tres y no descarta llegar a los de Pekín en 2022, aunque para eso aún queda. Por ahora, mejor disfrutar del momento. Una Copa América no se gana, ni mucho menos, todos los días. Y menos entrenando en las playas españolas, en un CAR (el de San Cugat) aún pendiente de ciertas obras (en teoría arrancan este 2020) que ayuden a paliar el déficit de sus instalaciones.... y cuando se puede por los circuitos del mundo. 'Chapeau'.