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Marta Domínguez decepciona, es antepenúltima y alimenta los rumores sobre su pasado
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SE MARCHÓ A LA CARRERA SIN QUERER DECIR NADA Y HUYENDO DE LA PRENSA

Marta Domínguez decepciona, es antepenúltima y alimenta los rumores sobre su pasado

Marta Domínguez escribió anoche una triste página en su historial al quedar antepenúltima en la final de 3.000 obstáculos y marcharse a la carrera sin querer

Foto: Marta Domínguez decepciona, es antepenúltima y alimenta los rumores sobre su pasado
Marta Domínguez decepciona, es antepenúltima y alimenta los rumores sobre su pasado

Marta Domínguez escribió anoche una triste página en su historial al quedar antepenúltima en la final de 3.000 obstáculos y marcharse a la carrera sin querer hacer comentario alguno sobre su actuación, ni su momento, ni de las sensaciones que tuvo sobre el tartán. Sigue muda. Así llegó y así se marcha de Londres, con más pena que gloria. Única atleta española que se ha comportado así. Ella verá. Corrió más rápido en la zona mixta que en la pista. Se la vio más suelta esquivando periodistas que saltando obstáculos. Al menos tuvo la gallardía de terminar la prueba, pero cuando la ganadora, la rusa Zaripova, llegaba a la meta marcando 9:06.72, la española aún no había saltado la ría. Más de 120 metros de distancia que señalan el ayer y hoy de una atleta con un pasado glorioso y un presente lleno de dudas.

La carrera estuvo mandada de principio a fin por la rusa Zaripova, que jugó con sus rivales marcando el ritmo que más le convenía hasta asestar el golpe definitivo en la última vuelta, dejando sin capacidad de respuesta a ninguna de sus rivales. La tunecina Ghribi fue la segunda, con la etiope Assefa en tercera posición. Marta deambuló por el centro del grupo hasta falta de tres vueltas. Un cambio de velocidad de Zaripova fue suficiente argumento como para la española cayera como fruta madura, sin ninguna capacidad de reacción y viendo cómo las otras competidoras la sobrepasaban ante la evidencia de que la atleta ya no era capaz de mostrar ningún signo de reacción. Terminó antepenúltima con un tiempo de 9:36.45.

Marta nunca ha tenido suerte en los Juegos. O bien no podía competir o bien se ponía enferma o se caía cuando acariciaba la medalla, tal y como le sucedió en Pekín. En la que todo hace indicar que ha sido su última presencia olímpica -cumplirá 37 años en noviembre- la historia no ha cambiado para la palentina. Tras el terremoto de la ‘Operación Galgo’, llegó a pasar por las dependencias de la Guardia Civil y por los juzgados de Plaza de Castilla, la lesión sufrida hace poco menos de un mes en los europeos de Helsinki, le ha impedido llegar en condiciones a su cita con Londres. Algo que quedó patente viendo cómo las rivales hacían con ella lo que solía suceder al contrario y que no es otra cosa que adelantarlas sin compasión alguna.

La fondista no ha podido completar ese palmarés que mujer alguna en el atletismo español tiene y que habla de medalla en mundiales, europeos y Juegos. La olímpica se ha quedado en el camino. El nivel de los 3.000 obstáculos ha crecido y ella ha disminuido. La prueba ya no es la novedad del 2009, momento en el que Marta quedó campeona del mundo, ni tampoco el de cuatro años atrás cuando un mal cálculo al saltar uno de los últimos obstáculos, le impidió colgarse la ansiada medalla.

Seguro que todo lo sucedido en el último año y medio ha pesado en las piernas y la cabeza de la hoy senadora por el Partido Popular. Señalada, sin pruebas según dicta la juez encargada del caso, por el anterior gobierno, el PP la respaldó cuando más señalada estaba, tanto que la colocó en la lista de candidatos al senado por Palencia, saliendo elegida como la más votada. Poco después, el caso de la ‘Operación Galgo’ fue cerrado y ella exculpada

El resto de la tarde sirvió para comprobar el dominio olímpico del dominicano Félix Sánchez en los 400 vallas (reedita título ocho años después) ante el norteamericano Tinsley y el asalto al poder en el lanzamiento de la bielorrusa Ostrapchuk, que aventajó en 76 centímetros a la favorita, la neozelandesa Adams. En 400 metros lisos ganó James (19 años) de Granada, escoltado por el dominicano Santos,con 18 años. La pértiga fue para la norteamericana Suhr con 4,75, idéntica marca que la cubana Silva y cinco centímetros más que la rusa Isinbayeva, que no pudo completar la trilogía olímpica tras sus éxitos en Atenas y Pekín.

Marta Domínguez escribió anoche una triste página en su historial al quedar antepenúltima en la final de 3.000 obstáculos y marcharse a la carrera sin querer hacer comentario alguno sobre su actuación, ni su momento, ni de las sensaciones que tuvo sobre el tartán. Sigue muda. Así llegó y así se marcha de Londres, con más pena que gloria. Única atleta española que se ha comportado así. Ella verá. Corrió más rápido en la zona mixta que en la pista. Se la vio más suelta esquivando periodistas que saltando obstáculos. Al menos tuvo la gallardía de terminar la prueba, pero cuando la ganadora, la rusa Zaripova, llegaba a la meta marcando 9:06.72, la española aún no había saltado la ría. Más de 120 metros de distancia que señalan el ayer y hoy de una atleta con un pasado glorioso y un presente lleno de dudas.

Marta Domínguez