Rafa Nadal y Olazábal, cuando un Príncipe de Asturias se entrega por una buena causa

En traje de faena ni uno ni otro necesitan tarjeta de visita. Sus éxitos son incuestionables. Sobran palabras. Pero si ambos han recibido el Premio Príncipe de Asturias de los Deportes no es sólo porque han sumado triunfos en sus respectivas carreras, sino porque representan valores que calan en cualquier sociedad del mundo. Rafa Nadal y José María Olazábal, dos modelos dentro y fuera del ámbito deportivo, se unirán durante cuarenta y ocho horas para poner de manifiesto que por algo han sido galardonados con un Príncipe de Asturias.

Durante este fin de semana se celebra en Palma de Mallorca el ‘Olazábal&Nadal Invitational’, un torneo de golf en el que ambas figuras se unirán en un campo de golf para promover el deporte y los valores del mismo entre personas con discapacidad intelectual. La recaudación será destinada a la lucha contra las enfermedades raras. Las depositarias del dinero serán la Fundación Sport Mundi, cuyo presidente es José María Olazábal, y la Fundación Rafa Nadal.

El Premio Príncipe de Asturias se entrega a ‘la persona, institución, grupo de personas o de instituciones que, además de la ejemplaridad de su vida y obra, hayan conseguido nuevas metas en la lucha del hombre por superarse a sí mismo y contribuido con su esfuerzo, de manera extraordinaria, al perfeccionamiento, cultivo, promoción o difusión de los deportes’. Nadal (2008) y Olazábal (2013) son dos perfectos ejemplos de ello y hace tiempo unieron sus vidas para desde su posición de deportistas de élite ayudar a miles de personas necesitadas.

El empeño de la familia Nadal

Rafa Nadal, casi con total seguridad el mejor deportista que ha dado la historia de España, siempre tiene un hueco para mostrar su lado solidario. El exigente y largo circuito tenístico no le deja mucho tiempo de asueto, pero cuando tiene unos días libres, siempre ocupa parte de su tiempo en realizar alguna acción de carácter social. A través de la Fundación Rafa Nadal, que nació en 2007 gracias a su empeño y al de su familia, el tenista centra muchos de sus esfuerzos en echar una mano a niños y adolescentes socialmente desfavorecidos. Hace apenas unos días le veíamos en una villa de Buenos Aires haciendo felices a decenas de pequeños argentinos.

Son varios los proyectos que tiene en marcha la Fundación Nadal. Colabora con Aldeas Infantiles SOS para que los más pequeños empleen el deporte como un perfecto vehículo para construir un mundo mejor, además de formación de los protagonistas. En otro de sus proyectos, ‘Más que tenis’, trabaja junto a ‘Special Olympics’ para impulsar un proyecto social a largo plazo, promoviendo la práctica del deporte entre los jóvenes que sufren una discapacidad intelectual. Y, por último, a través del ‘Centro Educativo Anantapur’ colabora con la Fundación Vicente Ferrer, siendo su primer gran triunfo la construcción de una escuela de educación integral, además de un centro de entrenamiento y práctica de tenis. Anantapur es el mayor de los 22 distritos del estado de Andhra Pradesh (India) en la India y una de las zonas más pobres del país.

No hace mucho se lanzó una campaña titulada ‘Nadal y su hermano secreto Tomeu’ con el fin de recaudar fondos para fomentar el empleo juvenil. Imagen de algún calendario solidario, donaciones infinitas siempre pensando en los niños… Rafa Nadal ha entendido como nadie que su posición en la sociedad como icono mundial del deporte es una herramienta perfecta para conseguir que miles de niños tengan una oportunidad en la vida.

De Amazonas a África

José María Olazábal es un caso similar y por ello su conexión con Rafa Nadal ha sido tan potente. A través de la Fundación Sport Mundi, de la que es su presidente, realiza desde hace años un sinfín de acciones de todo tipo siempre con un mismo objetivo. Lidera un grupo de deportistas que pretendecrear una sociedad más solidaria gracias al deporte. A través de actividades educativas, organización de eventos y acciones de carácter deportivo, la ‘Fundación Sport Mundi’ ha logrado convertirse en una referencia en cualquier obra solidaria.

No sólo en el deporte ha centrado sus esfuerzos Olazábal para desarrollar muchas actividades benéficas. Golf, ciclismo, remo, fútbol… Muchos actos de marcado carácterdeportivotienen el sello solidario de la ‘Fundación Sport Mundi’, pero el mundo de la gastronomía ha sido, y es, otro perfecto vehículo por el que apuesta el gofista. Así, son habituales cena-coloquio dentro del llamado ciclo ‘El deporte hasta la cocina’, que puso en marcha esta fundación en colaboración del chef Iñigo Lavado.

José María Olazábal y su equipo de trabajo, para acabar, también centran muchos de sus esfuerzos en aportar trabajo y recursos en diferentes escenarios asolados por alguna tragedia. Ahí está el ejemplo de los afectados por el terremoto Haití, como también los niños y ancianos de Nyumbani Village (Kenia), una comunidad autosostenible y autogestionada para los huérfanos y ancianos que se han quedado atrás por la pérdida generacional que ha causado la pandemia del sida. Igualmente, Olazábal invierte mucho trabajo y esfuerzos en proyectos en Centroamérica, el Amazonas o haciendo donaciones para los campos de refugiados del Sáhara.