El canibalismo de la prensa 'yankee' provoca la caída del 'Imperio Tiger'

La prensa sensacionalista norteamericana ha provocado la caída del Imperio Tiger. “Lo único de lo que se habla en Estados Unidos es de Tiger Woods, de sus supuestas amantes, de su matrimonio, de su divorcio y el precio de éste; a la gente no le interesa la repercusión que pueda tener su infidelidad con respecto a sus sponsor, si le van a dejar o no, eso no vende. A la prensa estadounidense sólo le interesan los escándalos, y el de Tiger es uno de ellos”, comenta un periodista que reside en San Francisco a El Confidencial.

 

Según la empresa de medicicón de audiencias Nielsen, desde hace 13 días la televisión estadounidense no emite un anuncio en el horario de máxima audiencia con Woods como protagonista. Sus patrocinadores han notado una reducción en sus ventas a partir del 27 de noviembre, como es el caso de PepsiCo, que ha registrado una caída en las ventas de Gatorade de hasta un 34%, lo que ha obligado a la empresa a emitir un comunicado en el que asegura que dejará de patrocinar a Tiger Woods a partir de 2010.

Con este abandono se confirman los peores pronósticos. La imagen de integridad, de perfección, de deportista ejemplar proyectada por Tiger Woods y creada por sus patrocinadores y los intereses de éstos, y ha generado miles de millones de dólares en ganancias, se ha hecho trizas. Ahora es la de un hombre infiel, tramposo, desleal. Fuera del ámbito comercial, la opinión mayoritaria es que la fama y el éxito de Woods se debería medir por su trabajo dentro de un campo de golf, por su talento nato, por sus logros y sus triunfos, y no por lo que hace o deja de hacer en su vida privada.

Tiger Woods ha vivido las dos semanas más complicadas de su existencia, y no ha sido producto de una derrota en el Masters de Augusta o en el US Open. No, la caída del Tigre se debe al canibalismo de la prensa sensacionalista, principalmente la estadounidense, que se ha empecinado en desprestigiar al golfista desenterrando sus intimidades con fines lucrativos. “El escándalo Woods ya está pasando en Estados Unidos. Poco a poco se ha ido diluyendo. La prensa amarillista pronto encontrará otra víctima. Que no quepa duda, de eso se vive en Estados Unidos”, sentencia este mismo periodista a El Confidencial.

Lo cierto es que lo que comenzó como un accidente sin importancia poco a poco se ha ido convirtiendo en un lamentable escándalo. AT&T y Tag Heuer podrían unirse a la iniciativa de PepsiCo de abandonar a Tiger Woods el próximo año. Ninguna de estas dos empresas se ha pronunciado a raíz del escándalo, lo que se podría entender como en un gesto de desconfianza en estado puro. Y es que cabe destacar que los patrocinadores estadounidenses hacen uso con mucha frecuencia de las cláusulas de moralidad, que les permiten rescindir contratos comerciales en función de la imagen de la star, en este caso Tiger Woods.

“Los acontecimientos alrededor de la vida personal de Woods son trágicos a muchos niveles, pero contienen una lección muy valiosa sobre cómo se debe manejar la imagen de un famoso para que sea suficientemente elástica y pueda hacer frente a debilidades como ésta”, asegura el profesor Vincent Presti, responsable de la red de investigación social I Wanna Be On.

Sea como fuere, la vida de Tiger ha dado un giro de ciento ochenta grados. A partir de ahora, le costará mucho más trabajo conseguir patrocinadores que apuesten por sus proyectos, como el de su fundación o el diseño de campos de  golf. No obstante, cuando la gente se sature del escándalo Woods, se conocerán realmente las secuelas del asunto.