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Juan Carlos I tiene tiempo para abdicar y para llevar a la Selección hasta Baltimore
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EL AVIÓN DE ESPAÑA LLEVABA EL NOMBRE DEL REY

Juan Carlos I tiene tiempo para abdicar y para llevar a la Selección hasta Baltimore

La campeona del mundo ya ha iniciado la cuenta atrás para la defensa del título, en un viaje en el que Diego Costa fue la gran estrella de la expedición

Foto: La selección española posa ante los medios gráficos antes de su viaje hacia Estados Unidos.
La selección española posa ante los medios gráficos antes de su viaje hacia Estados Unidos.

La campeona del mundo ya ha iniciado la cuenta atrás para la defensa del título. A su llegada a Baltimore, fue recibida con un arco de agua de los bomberos del aeropuerto de la ciudad norteamericana. Además se dio la circunstancia de que el avión que llevó a la Selección desde Madrid hasta Baltimore tenía como nombre Juan Carlos I. Ya saben, tuvo tiempo de abdicar y después de alimentar el sueño de millones de españoles que sueñan con lograr una nueva estrella.

Y es que la mejor selección del mundo ya se ha puesto en marcha. A diez días de su estreno en Salvador de Bahía, ya están todos. Bueno, casi todos, porque Diego Costa trabajará un poco al margen en los primeros días en Washington. El delantero fue la estrella de la llegada de España a Estados Unidos. Los doscientos aficionados que esperaban a la Selección, buena cifra por estos lares, buscaban la foto con Costa, que entre la novedad y la petición de los aficionados, fue el que cumplió con los seguidores.

El rojiblanco todavía se le ve al cincuenta por ciento en aquello de la adaptación. Siempre mira al resto antes de hacer nada. Está como a la espera. Se le ve cohibido. No tiene la seguridad del resto a la hora de hacer las cosas más elementales del día a día., pero será cuestión de tiempo, porque se le ve con ganas. Las dudas llegan incluso a la hora de hablar, acudiendo a su lengua natal en más de una ocasión. Por ahora no importa...

La policía sorprendió a todos a la llegada a Baltimore. Decidió que no quería jaleos en el aeropuerto, así que cuanto menos tiempo se estuviera allí, mejor. Así, decidió que nada de esperar maletas, que todo el mundo al hotel, que ya harían llegar los equipajes de todos y cada uno de los que formaban la expedición, circunstancia que no se produjo hasta cinco horas más tarde de que el avión pisara suelo norteamericano.


Por ciento, ni rastro de la posible visita Obama. Al menos, de momento. Es más, el presidente norteamericano se encuentra durante esta semana en Europa en diferentes reuniones y tiene previsto asistir al aniversario del desembarco de Normandía. La Selección si que tiene previsto acudir a un par de a actos promocionales. Uno de ellos de la empresa Carbures, patrocinador de la campeona del mundo.

La campeona del mundo ya ha iniciado la cuenta atrás para la defensa del título. A su llegada a Baltimore, fue recibida con un arco de agua de los bomberos del aeropuerto de la ciudad norteamericana. Además se dio la circunstancia de que el avión que llevó a la Selección desde Madrid hasta Baltimore tenía como nombre Juan Carlos I. Ya saben, tuvo tiempo de abdicar y después de alimentar el sueño de millones de españoles que sueñan con lograr una nueva estrella.

Y es que la mejor selección del mundo ya se ha puesto en marcha. A diez días de su estreno en Salvador de Bahía, ya están todos. Bueno, casi todos, porque Diego Costa trabajará un poco al margen en los primeros días en Washington. El delantero fue la estrella de la llegada de España a Estados Unidos. Los doscientos aficionados que esperaban a la Selección, buena cifra por estos lares, buscaban la foto con Costa, que entre la novedad y la petición de los aficionados, fue el que cumplió con los seguidores.

El rojiblanco todavía se le ve al cincuenta por ciento en aquello de la adaptación. Siempre mira al resto antes de hacer nada. Está como a la espera. Se le ve cohibido. No tiene la seguridad del resto a la hora de hacer las cosas más elementales del día a día., pero será cuestión de tiempo, porque se le ve con ganas. Las dudas llegan incluso a la hora de hablar, acudiendo a su lengua natal en más de una ocasión. Por ahora no importa...

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