Francia se despide del mundial con un nuevo ridículo

Francia consumó su fracaso con un dolorosa derrota ante Sudáfrica. Domenech, el seleccionador más cuestionado del mundo en los últimos meses, y sus díscolos jugadores como Evrá, Rubery o Anelka, este ya desde la distancia tras su expulsión del Mundial, han confirmado lo que ya se intuía desde el pasado mes de febrero, justo cuando España se paseó en Saint Dennis y toda la afición francesa  no cesó de abuchear durante todo el partido tanto a los jugadores como a al entrenador.

 

Estaba claro lo que iba a pasar y la que fue última finalista junto a Italia regresa a casa convertida en un muñeco de trapo. Ante Sudáfrica sufrieron una humillación de la que tardarán mucho tiempo en olvidar. La derrota por dos goles a uno pasará factura. Al menos, algunos de los franceses sudaron hasta el final del partido y de su Mundial. Este debe ser el único consuelo que le quede a Blanc, nuevo seleccionador francés.

 

Si ya el ambiente jugaba en contra de los de Domenech, la expulsión de Gourcuff fue la puntilla para cortar de raíz cualquier esperanza para el milagro que pedía Zidane un día antes. La roja al francés dejó a su selección tocada, rota, circunstancia que se aprovechó Sudáfrica para ir creyendo poco a poco en la posibilidad de despedirse de su Mundial, ganando a toda una campeona del mundo. Y así fue, con su fútbol alocado y sin rigor táctico, se fue acercando hasta la portería de Lloris. El primer gol llegó tras un fallo del jugador del Lyon, que aprovechó Khumalo para marcar ayudándose del brazo.

 

Con los dos goles de ventaja, Sudáfrica se llegó a creer lo de la clasificación y más aún con el gol de Luis Suárez. Estaban a dos goles de pisar los octavos de final, pero el tanto de Malouda tras una buena jugada de Ribery, fulminó toda aspiración. Mientras, Uruguay demostraba ante México que está un escalón por encima en estos momentos. Los uruguayos creen en su fútbol, con un Forlán en plan mariscal y un buen grupo de jugadores que se mueven al ritmo que marca el rojiblanco. De paso, el equipo charrúa echó por tierra la teoría de la conspiración al salir a buscar el partido, tal cual hizo.

 

México ofreció muy poco, con Blanco de titular y dando prueba más que sobradas de que ya no está para jugar al fútbol. Sus cien kilos de peso es la mejor demostración de que su mejor tiempo ya ha pasado, es historia. La imagen del partido fue, sin duda. la de los jugadores mexicanos que estaban en el banquillo informando a los que estaban jugando del gol de Francia. Jamás celebraron tanto un gol francés, y es que una clasificación para los octavos de final de un Mundial merece la pena esa y algo más. Uruguay sorprende y pasa como primera de grupo. Ha sido la mejor selección y lo ratificó con su triunfo por un tanto a cero ante México.