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Palmaditas en la cara, un penalti y un gesto de padre e hijo: estas son las polémicas del Clásico
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EL MADRID HA GANADO 1-2

Palmaditas en la cara, un penalti y un gesto de padre e hijo: estas son las polémicas del Clásico

Xavi colocó a Araujo en el lateral derecho para frenar a Vinícius y dejó una imagen para el recuerdo al tocarle la cara al brasileño. El partido estuvo cargado de tensión de inicio a fin

Foto: Xavi le dio unas palmaditas en la cara a Vinícius. (EFE/Quique García)
Xavi le dio unas palmaditas en la cara a Vinícius. (EFE/Quique García)

El Real Madrid no fue superior, pero se llevó el primer Clásico de esta temporada gracias a la magia de Jude Bellingham (1-2), autor de los dos goles de su equipo. Montjuic se encuentra en las alturas, el lugar hacia el que se dirige el inglés si su carrera continúa por este sendero. Ha roto por completo con los estereotipos de la adaptación británica a España y a Madrid. "No soy de valorar a jugadores del equipo contrario, pero ha cambiado el partido para su equipo", declaró en los micrófonos de DAZN un decepcionado Ter Stegen.

Fue un Clásico polémico y atípico, lejos de Les Corts y con la privilegiada vista de Montjuic. Tampoco es habitual que un entrenador le dé palmaditas en la cara a un rival. Pero Xavi lo hizo con Vinícius cuando pidió falta de Araujo. El uruguayo fue ubicado en el lateral derecho, un viejo truco culé para neutralizar al brasileño.

Los blancos protestaron con frecuencia la intensidad de Fermín y Gavi, revolucionados desde el inicio. Fermín se llevó la primera amarilla del encuentro tras entrar con vehemencia a Kroos y derribarlo, mientras que Gavi cumplió con su tarea de neutralizar a Bellingham casi a la perfección. Aunque luego marcara los dos goles, fue anulado durante prácticamente todo el partido.

Las provocaciones fueron casi siempre para Vinícius, que probó en esta ocasión su propia medicina. El duelo entre el brasileño y Araujo, asiduo en los últimos Clásicos, estuvo cargada de chispas y cualquier roce o caída despertó la reacción del rival. Los enfados de Xavi fueron palpables en la zona técnica, donde no paró de dar indicaciones a sus futbolistas.

placeholder La defensa de Gavi a Bellingham fue casi perfecta. (Reuters/Albert Gea)
La defensa de Gavi a Bellingham fue casi perfecta. (Reuters/Albert Gea)

Una actuación musical

Una de las decisiones más protestadas por el banquillo azulgrana fue un agarrón que sufrió Araujo dentro del área por parte de Tchouaméni. El uruguayo se anticipó al primer palo para tratar de rematar el balón, pero el francés lo agarró del cuello y le impidió saltar en plenas condiciones para un cabezazo. Sin embargo, Gil Manzano, que estuvo acertado al no interrumpir el juego constantemente, no vio nada en la acción.

César Luis Menotti, otrora inquilino del banquillo azulgrana, me confesó en una ocasión que "hay una relación emocional, incluso música, entre el futbolista, la pelota y la gente". Así se comportó el Barcelona durante los primeros 65 minutos. No había mejor homenaje posible para los Rolling Stones, porque el Barça fue puro rock hasta que quedó hechizado por el conjuro de Bellingham.

placeholder Camavinga mejoró muchísimo al Madrid. (EFE/Enric Fontcuberta)
Camavinga mejoró muchísimo al Madrid. (EFE/Enric Fontcuberta)

La actuación de Camavinga

Eduardo Camavinga, el cambio más acertado de Ancelotti porque le dio otro aire a su equipo, pidió penalti tras un contacto con Araujo. El colegiado, sin embargo, no señaló nada y continuó el partido hasta que llegó, al filo del final, el segundo gol de Bellingham. En una aparición de ratón de área, marcó y dejó anonadados a todos los futbolistas del Barça.

Vinícius dejó otra imagen para el recuerdo con su comportamiento, que justificó una vez más esa relación paternofilial que algunos jugadores tienen con Ancelotti. Mientras aplaudía a la grada al ser sustituido, recibió una reprimenda del juez de línea y del cuarto árbitro. Y se encaró con él hasta que el italiano lo cogió de la mano y se lo llevó al banquillo. Mejor evitar riesgos en esos momentos del encuentro.

placeholder La cara de Xavi tras el partido fue un poema. (EFE/Alejandro García)
La cara de Xavi tras el partido fue un poema. (EFE/Alejandro García)

La reacción de Ancelotti

El Barça de Xavi tocó muy buena música, disfrazados como las orquestas azulgranas de los mejores tiempos. A veces, sin embargo, no basta con tener el mejor grupo. Porque puede llegar un solista como Bellingham para arruinar todo el concierto. A los Rolling, al menos, le quedará la experiencia de haber vivido un Clásico. Y las camisetas.

El Real Madrid no fue superior, pero se llevó el primer Clásico de esta temporada gracias a la magia de Jude Bellingham (1-2), autor de los dos goles de su equipo. Montjuic se encuentra en las alturas, el lugar hacia el que se dirige el inglés si su carrera continúa por este sendero. Ha roto por completo con los estereotipos de la adaptación británica a España y a Madrid. "No soy de valorar a jugadores del equipo contrario, pero ha cambiado el partido para su equipo", declaró en los micrófonos de DAZN un decepcionado Ter Stegen.

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