El Atleti recupera la ilusión (y a Joao Félix) con una goleada a Osasuna (0-5)

El Atlético necesitaba hoy los tres puntos y fue a por ellos desde el pitido inicial. Una presión asfixiante desde el arranque acomplejó a Osasuna, que para cuando pudo desperezarse, ya iba por detrás en el marcador. Después, se impuso la calidad de los madrileños, que en la segunda parte impartieron un curso acelerado de robo y contragolpe. Marcó dos Joao Félix, castigado por las lesiones esta temporada, y un espléndido Llorente redondeó en la segunda parte la mayor goleada del equipo en toda la temporada.

Simeone sorprendió a todos con una presión intensísima, casi en el área rival, que no dejó pensar a Osasuna durante los primeros 25 minutos. En otro escenario sería inconcebible quemar físicamente al equipo nada más comenzar, pero en la liga de los cinco cambios es una alternativa interesante. Revolucionado, el Atleti llegaba una y otra vez al área plamplonesa, con más o menos peligro, casi siempre por la izquierda, donde Lodi se empeñó en complicarle la vida a Unai García y Roberto Torres, incapaces de frenarle en velocidad.

De una internada de Lodi surgió el primer gol del partido, en el 26, a trallazo de Joao Félix. El portugués se encontró un balón rebotado en el área y la reventó al larguero, sin miramientos. A partir del gol, con los puntos bajo el brazo, el Atleti bajó el ritmo y contemporizó en la medula, de la mano de un Herrera que, comparado con Thomas, aporta más cuajo al equipo.

Osasuna salió al segundo tiempo decidido a buscar el empate y se encontró con la contra del Atleti. Con las líneas adelantadas, cada recuperación de Koke puso en jaque a Osasuna, cuyos centrales se encontraban una y otra vez con balones a la espalda. En el 55, y después de un par de avisos, Costa y Félix se plantaron solos frente al portero Rubén y resolvió el portugués a placer. Dos goles —había hecho 4 en toda la liga— que suponen un chute de confianza para el joven extremo, clave para el final de temporada que encara el Atleti.

Llorente desarboló lo poco que quedaba de Osasuna con una media hora estelar

Con el partido casi resuelto, Simeone dio entrada a Llorente, Thomas, Carrasco y Morata. El equipo se enfocó al contragolpe y surgió un coloso llamado Llorente. De su estado de forma se había hablado mucho durante el confinamiento, ya es que se trata de uno de los futbolistas con mejor ética de trabajo del campeonato, pero sorprende verlo en acción.

Simeone lo alineó en la mediapunta en Bilbao y, lo que no explotó allí, lo hizo en el Reyno de Navarra en solo media hora: regateó, asistió, recuperó y marcó. El canterano madridista mostró una marcha más que el equipo rival, como un hombre corriendo junto a niños. Allá donde mirases pasaba Llorente levantando una polvareda como el correcaminos. De hecho, en un par de ocasiones, Morata y Diego Costa fueron incapaces de llegar a tiempo a centros del pivote, que arrancaba por detrás de ellos.

Llorente marcó uno, en el 79, y dio dos más, a Morata y a Carrasco. Una actuación estelar que terminó por desarbolar a Osasuna, desparecido durante los últimos minutos y a merced de los arreones del Atlético. Fueron cinco, pero pudieron ser siete u ocho, entre goles anulados y fueras de juego absurdos. Los pamploneses se encuentran a 12 puntos de la Europa League y a 10 del descenso, en una zona de indefinición que a menudo provoca caídas en la intensidad de los equipos afectados. Hoy venció el acierto, pero sobre todo las ganas del Atleti, que con esta victoria espanta los fantasmas de Bilbao, regresa a una versión épica como la que vimos en Anfield y encara el futuro con optimismo, recuperado Joao Félix y con Llorente, Lodi y Koke en el mejor nivel de la temporada.