Luis Enrique, entre las bolas calientes de la UEFA y la definitiva puntilla a la Liga
Dejó alguna enigmática frase cuando se le preguntó por el sorteo de la Champions, aunque lo que le ocupa más ahora es ganar al Villarreal y sentenciar la Liga
En la red, y también en algún que otro medio de comunicación, la teoría de la conspiración comenzó a circular por diferentes lugares. El sorteo de los cuartos de final de la Champions deparó un buen resultado, al menos a priori, para el Real Madrid. Mientras, Barcelona y Atlético de Madrid rumian su mala suerte. Se tendrán que ver las caras en un enfrentamiento duro y complicado para ambos. La teoría de las bolas calientes, que hace años puso en tela de juicio sorteos de estas características, volvió a escena. Sin pruebas, obvio, muchos se apuntaron a ella. Luis Enrique no es que se sume a la hipótesis de siniestras intrigas, aunque en rueda de prensa alguna frase estuvo envuelta en sombras. "Da igual lo que piense sobre las bolas calientes...", explicó.
"Da igual lo que yo crea", contestó de manera tajante cuando se le preguntó por el emparejamiento del Real Madrid, que se medirá al Wolfsburgo, añadiendo que "nada va a cambiar". "Si superamos al Atlético de Madrid, ya sabemos qué rival nos tocará en semifinales", dijo de manera enigmática el entrenador asturiano. No le ha gustado nada verse las caras con el sólido y efectivo equipo rojiblanco, que nunca regala nada y mucho menos en una Champions que los del Cholo tienen entre ceja y ceja desde la final de Lisboa de hace dos años. "Ya no esperamos rivales asequibles. El año pasado ganamos a todos los campeones de las mejores ligas de Europa. Y si este año queremos ganar, lo tendremos que hacer contra los mejores", dijo. "A ninguno de los dos nos gusta jugar contra rivales del mismo país", remató.
Pero ahora toca centrarse en la Liga. Tras el inesperado tropiezo del Atlético de Madrid en El Molinón, tiene el Barcelona la oportunidad en El Madrigal de dar la puntilla definitiva al torneo de la regularidad. Luis Enrique y los suyos no han cesado de acelerar, sobre todo en las últimas jornadas, al mismo ritmo que el entrenador barcelonista avisaba sobre la inquebrantable fe rojiblanca. Una fe que a partir de ahora ya no es tanta tras ser superado por el entusiasta equipo de Abelardo. El Barcelona tiene la oportunidad de dar el tiro de gracia a la Liga ante el Villarreal. El Clásico posterior, a priori, ya dejará de tener tanto interés en términos clasificatorios si el Barça se lleva los tres puntos de tierras castellonenses.
Una amenaza para Luis Suárez
El Barcelona se encuentra ante un partido que ha adquirido una dimensión diferente tras el tropiezo rojiblanco. Ahora sí se podrá considerar como casi definitivo un triunfo en territorio amarillo. Pocas veces desaparecen de un once alguno de tres atacantes, aunque en esta oportunidad no debería extrañar que Luis Suárez se quede en segunda fila al estar apercibido de suspensión y con el Clásico a dos semanas vista. "Actuaré con normalidad", dijo el técnico en relación al uruguayo. Messi y Neymar, mientras, tienen plaza fija de inicio porque a ninguno de los dos les va eso de descansar demasiado... Por eso y por la sobresaliente talla del equipo de Marcelino, "uno de los mejores de la Liga, cuyos jugadores juegan de memoria, se asocian continuamente y dominan el entramado defensivo", según subraya Luis Enrique.
La temporada entra en su recta final y definitiva, algo que tiene muy presente Luis Enrique, que con el favor que le hizo el Sporting a su equipo, ahora podrá manejar mejor los descansos de algunos jugadores a partir de ahora. Del Bosque ya explicó que no citaba a Iniesta para los amistosos que ha de afrontar la Roja ante Italia y Rumanía, y este sábado el entrenador del Barcelona confirmó que el físico del manchego no es el mejor al dejarle en tierra. Sufre unas mínimas molestias musculares y el técnico barcelonista optó por no arriesgar lo más mínimo, con Clásico y exigente eliminatoria de Champions con el Atleti en un puñado de días.
"Nos enfrentamos al mejor equipo del mundo", dijo con claridad Marcelino al valorar el partido. Con las ausencias de Samu García, Jonathan Dos Santos, Musacchio y Jaume Costa, Asenjo se adueña de la portería con la baja de Areola, aquejado de unos problemas en una rodilla. El entrenador del equipo amarillo esperará hasta el último momento para decidir el once, a la vista de la evolución de algunos jugadores como Baptistao, Bakambu o Víctor Ruiz, que con un proceso gripal no están en las mejores condiciones. Completando una sobresaliente temporada dirigiendo al Villarreal, Marcelino espera saborear por vez primera lo que es ganar al Barcelona desde el banquillo enemigo; el asturiano se ha enfrentado en once ocasiones en Liga al equipo catalán y su balance ha sido de nueve derrotas y dos empates, con 26 goles en contra y tan solo seis a favor.
Alineaciones probables:
Villarreal: Asenjo, Mario, Bailly, V. Ruiz o Bonera, Rukavina; Suárez, Bruno, Trigueros, Castillejo, Soldado, y Bakambu o Baptistao.
Barcelona: Bravo; Aleix Vidal, Piqué, Mascherano, Alba; Rakitic, Busquets, Arda Turan; Messi, Suárez y Neymar Jr.
Árbitro: Sánchez Martínez (comité murciano).
Estadio: El Madrigal
Hora: 16.00.
En la red, y también en algún que otro medio de comunicación, la teoría de la conspiración comenzó a circular por diferentes lugares. El sorteo de los cuartos de final de la Champions deparó un buen resultado, al menos a priori, para el Real Madrid. Mientras, Barcelona y Atlético de Madrid rumian su mala suerte. Se tendrán que ver las caras en un enfrentamiento duro y complicado para ambos. La teoría de las bolas calientes, que hace años puso en tela de juicio sorteos de estas características, volvió a escena. Sin pruebas, obvio, muchos se apuntaron a ella. Luis Enrique no es que se sume a la hipótesis de siniestras intrigas, aunque en rueda de prensa alguna frase estuvo envuelta en sombras. "Da igual lo que piense sobre las bolas calientes...", explicó.
- Ser "premium" deja sin fuerzas al Atlético Jesús Garrido
- La culpa es de Luis Enrique Pedro Gómez Piqueras
- El codicioso plan de papá Neymar que inquieta al Barcelona Antonio Sanz