¡Qué bien le ha sentado a Messi la gastroenteritis!

Del FC Barcelona de ayer en A Coruña al Barcelona de la última salida en Anoeta va un mundo. No parece, la verdad, ni el mismo equipo. En realidad, no lo era. Porque ante la Real Sociedad Luis Enrique seguía haciendo experimentos con el once y no jugaron, por ejemplo, ni Messi, ni Neymar.

Ayer, por primera vez en lo que va de temporada, 29 partidos después, el técnico asturiano repitió alineación. Y fue la misma que ya ganó y dejó excelentes sensaciones frente al Atlético con el mismo protagonista: Un Messi estelar. El argentino estuvo ayer descomunal. De hecho, desde que alegó una gastroenteritis para no acudir al entrenamiento del día de Reyes después de la suplencia en San Sebastián, es otro.

Qué bien le ha sentado ‘el mal de pancha’, como calificó él en una ocasión (el pasado 5 de enero no fue la única vez que el argentino ha 'sufrido’ la indisposición) a la gastroenteritis. Ponerse enfermo, no ir al entrenamiento y resurgir como el Ave Fénix ha sido todo uno. Messi lleva desde entonces cinco goles -uno al Elche, uno al Atlético y tres al Depor- y tres asistencias -dos al Elche y una al Atlético. Pero más allá de los números, la sensación unánime es que Leo ha subido un escalón en su ya altísimo nivel en las últimas dos semanas.

No, no es que haya hecho las paces con Luis Enrique. La relación está exactamente en el mismo punto en el que estaba en Anoeta: Tirante. ¿Qué ha cambiado entonces? Pues él sabrá y a lo mejor algún día todos nos enteraremos. Igual es, simplemente, que estaba deseando dejar claro quién es el líder del equipo: Él, no el entrenador.

Luis Enrique, por su parte, también ha cambiado lo suficiente como para repetir alineación por primera vez en cinco meses. La decisión ha sido suya, pero detrás está la sugerencia de Bartomeu, que habló con el asturiano después de reunirse con Messi y escuchar también a los capitanes del equipo, para mostrarle su preocupación ya que los jugadores le habían comentado que los continuos cambios les estaban desorientando.

Entre uno, que ha dejado de volver locos a los futbolistas, y otro, que ha decidido aumentar sus revoluciones y jugar como él solo sabe, el Barça ha resucitado. Ahora, la prueba de la Copa del Rey ante el Atlético de Madrid, puede ser la confirmación definitiva.