Lafita anticipa en el homenaje a Tito Vilanova que el Barça acabará sin títulos

De la emoción de la última despedida a Tito Vilanova, el Camp Nou pasó a la decepción futbolística más dura para un equipo de los grandes: asumir que no se va a ganar ningún título. El Barça acabará la primera temporada del Tata Martino, con casi total seguridad, sin más que la Supercopa de España para llevarse a la boca y sin una copa que ofrecer al desaparecido entrenador, homenajeado como se merece por su público, pero no honrado por el fútbol de los que fueron sus jugadores. Se acabó virtualmente la temporada a falta de dos partidos para el Barcelona y lo hizo en el último suspiro, encajando uno de esos goles que vienen de "errores impropios de profesionales que se juegan una Liga”, como dijo tras el partido Busquets. Marcó un doblete Lafita en Can Barça y acerca un poco más al Getafe a la salvación.

El virus que está debilitando al Barça y que casi le deja virtualmente sin opciones de Liga hace mucho, es paradójicamente la herramienta que le está dando frutos (aunque en este partido fueran inútiles) en forma de goles. Ese virus no es otro que la necesidad en parte impuesta de forma ajena (y en parte también autoimpuesta) de que la gran mayoría de jugadas de ataque mueran con un centro inocuo desde las botas de Dani Alves. Hace meses que a los culés les liberan su banda diestra, fortaleciendo otras zonas más peligrosas a priori, como son el centro y la izquierda. Así, con un Barça menos fresco de ideas y de fuerzas, la pelota acaba casi instintivamente en Alves, que sin otra opción que el centro, inutiliza un movimiento ofensivo.

Pero el cántaro se acaba rompiendo de tantas veces que va a la fuente. La insistencia culé en esa jugada lateral es, al final y por pura razón estadística, una fuente de beneficios. De los veinte balones colgados que puede lanzar Alves durante un partido, los azulgranas acaban aprovechando alguno. En Vila-real remataron los amarillos dos jugadas del brasileño por su banda. Contra el Getafe apareció Lionel Messi para poner el primero.

Cosmin Contra leyó esa debilidad-ventaja del Barça en la derecha y quiso aprovecharla. Introdujo a Adrián Colunga a la espalda de Alves. El asturiano siempre se situaba en el hueco entre el lateral y las amplias praderas de pasto que quedan por detrás de él. Quería que fuera Colunga el hombre objetivo cada vez que saliese al contragolpe el equipo azulón, que la velocidad del delantero fuera suficiente para abrir un agujero. Sammir quedaba así como ‘9’. Pero Colunga no es extremo y por lo tanto no está acostumbrado a bajar a defender. Por eso Dani Alves apareció muy solo para poner el pase de la muerte a Messi. Alexis se llevó a Escudero y el ex del Sevilla tuvo todo el tiempo del mundo para asistir el tanto que abría el marcador.

Hacía cinco partidos, sin contar éste, que el conjunto que entrena el Tata Martino no era el primero que marcaba. Desde que en la jornada 32 Messi anotase el 1-0 de penalti contra el Real Betis, el Barça no rompía un encuentro. Así, en esos cinco choques, el Barça terminó perdiendo en tres, remontando para ganar en dos. Pero no le duró demasiado la ventaja a los azulgranas con la jugada extraña del partido.

Lo inusual de la acción del gol de Lafita es que recibe la asistencia de un libre directo botado de cuchara a pocos metros de la frontal. Lo raro desconcierta, asombra, desubica. La defensa culé no se lo esperaba y Lafita controló con el pecho, aguantó la presión de Pedro y cruzó raso al palo largo. La curiosidad no acaba ahí. El linier interpretó que el ‘7’ del Getafe había controlado con el brazo, pero Teixeira le corrigió y dio validez al gol ante la incredulidad de los jugadores del Barça.

Cambió el encuentro en el segundo tiempo por un motivo principal, esto es, la lesión de Colunga a pocos instantes del final del primer acto. Lo sustituyó Jaime Gavilán y el capitán azulón sí aporta más trabajo ofensivo, más derroche físico y se encargó de auxiliar a Sergio Escudero cuando el exmurcianista lo requería. De esa manera, Alves apareció menos y el Getafe logró que el juego del Barça entonces acabara en la banda de Adriano, que en vez de centrar como su colega del lado opuesto, éste decidía disparar. Siempre disparaba. No obtuvo resultados. El problema para el ‘Geta’, que perdió lo poco de afluencia ofensiva que le quedaba.

Martino reaccionó de forma muy similar a como lo hizo en el Madrigal, y le volvió a salir de lujo. Los ataques getafenses desaparecieron, por lo que el Tata decidió prescindir de un central. Quitó a Mascherano y dio entrada a Cesc Fàbregas. Busquets retrasó unos metros su posición y acabó jugando de falso central. Jugaba en la zaga cuando el Barça no tenía el balón y ayudaba a Xavi en la creación con la posesión. En la primera acción de Cesc, reconvertido en revulsivo recurrente, el ‘4’ participó en una de las mejores acciones asociativas culés poniendo un pase atrás que remató Pedro y cuyo rechace aprovechó Alexis para poner el 2-1.

Pero la fluidez de las permutas de Martino se quedó en eso, en la entrada de Cesc. Con el Getafe herido por el gol encajado y con Pedro y Messi enchufándose progresivamente, el Barça no mataba el partido y los azulones se iban estirando y estirando hasta jugar mucho por fases en campo culé. Tuvo el empate Pablo Sarabia. Cayeron en la banda Lafita y Alves y apareció Gavilán para llevarse el cuero y ganar línea de fondo. La puso templada para la llegada de Sarabia, solo en el área, pero el remate de éste fue justo al único sitio por donde no podía entrar, el cuerpo de Pinto.

Siguió el Tata con los cambios cuando apenas quedaban cuatro minutos de tiempo reglamentario. Sacó del campo a un malhumorado Xavi para dar entrada a Song y ya en el descuento empezó la participación de Tello, el jugador que podía haber aprovechado esos espacios que el Getafe, en su ansia por el empate, dejaba a sus espaldas. Entró Tello cuando el partido moría, cuando no podía aportar prácticamente. Y entonces consiguieron los de Contra una falta. La sacaron rápido, entró Gavilán por su perfil zurdo, la puso al área y de nuevo Lafita saltó para dar un paso enorme hacia la salvación, marcando el empate. La decepción inundó Barcelona, que en dos semanas ha visto cómo se iba para siempre uno de los suyos y, deportivamente desaparecían del horizonte todas las opciones de éxitos.

Ficha técnica:

Barcelona: Pinto; Alves, Bartra, Mascherano (Cesc, m.66), Adriano; Busquets, Xavi (Song, m.87), Iniesta; Alexis, Messi y Pedro (Tello, m.90+1).

Getafe: Julio César; Valera, Alexis, Rafa, Escudero; Juan Rodríguez, Lacen (Michel, m.86); Lafita, Sarabia, Sammir (Mosquera, m.68); y Colunga (Gavilán, m.45+1).

Goles: 1-0, m.23: Messi. 1-1, m.37: Lafita. 2-1, m.67: Alexis. 2-2, m.90+2: Lafita.

Árbitro: José Antonio Teixeira Vitienes, del colegio cántabro. Mostró cartulina amarilla a Mascherano (m.36), Alves (m.38), Lafita (m.42), Gavilán (m.66) y a Adriano (m.90).

Incidencias: Asistieron al encuentro 70.110 espectadores en partido disputado en el Camp Nou de la trigésimo sexta jornada de Primera División.