Sergio Ramos firma la 'tregua de la camiseta' con Florentino Pérez

Tregua, la de la camiseta. Sergio Ramos decidió poner fin a los rumores, noticias o comentarios que se habían atrevido incluso a cuestionar su futuro en el Real Madrid, algo que nunca había hecho él pese a su deseo de ser reconocido por el club como él considera justo. El campeón del mundo quiso terminar con todo y decidió protagonizar un gesto que sirviera para silenciar lo dicho, para firmar un periodo de tregua de una hipotética guerra o, mejor dicho, distanciamiento con Florentino Pérez. Por tal motivo, decidió regalar la camiseta al que fue el responsable de su llegada al club blanco.

El gesto no significa el final de ese deseo del central de alcanzar un estatus superior dentro del club, pero el sí el inicio de una tregua, el final de las filtraciones y de los rumores, en muchos casos interesados, que aparecían por ambos lados sin un origen claro. Sergio Ramos ha decidido coger las riendas y su táctica a partir de ahora será la de reclamar, pero desde el terreno de juego. El defensa ha hecho caso a alguna persona de su confianza que le reclamaba una cara amable. Cree que ha llegado el momento de tomar decisiones y la primera ha sido la de mostrar públicamente que su único objetivo es seguir en el Real Madrid.

El jugador sabe que antes o después, más bien a final de temporada, se producirá ese acercamiento, esa llamada del presidente que servirá para poner fin a una situación que el central considera incómoda. En verano, con la llegada de Bale y la mejora del contrato de Cristiano, ha sido uno de los detonantes de la aparición de esos rumores. De hecho, el máximo mandatario y el segundo capitán hablaron en Los Ángeles y en ese momento no hubo petición alguna del campeón del mundo, que sí esperaba ese gesto del club.

Portazo a las habladurías

Las nueve temporadas, los más de cuatrocientos partidos de blanco, los 115 partidos con la Selección y su historial dan para mucho. A diferencia de Cristiano Ronaldo, que alimentó con sus declaraciones una incertidumbre que le acompañó durante toda la temporada pasada, Ramos ha querido silenciar rumores y buscar el cariño de los aficionados, algo que hasta ahora no estaba en duda por su compromiso con el club.

Florentino Pérez se ha mostrado muy tranquilo en todo momento. Sabía la versión del jugador tras la veraniega charla en California, reforzada por un contrato rubricado hasta el 30 de junio de 2017 y los 250 millones de euros de cláusula de rescisión. No hablaron de dinero, pero algunos intercambios de palabras antes del verano hicieron pensar al jugador en ese inminente cambio contractual.

Madridista hasta el final

Ahora, el central ya sabe que llegará a su debido tiempo, o al menos al que marque el presidente del Real Madrid. Y es que la intención del club blanco es que Ramos termine su carrera vestido de blanco, pero también reconocen que no hay prisas en la firma de un nuevo acuerdo que nunca llegaría antes de que termine la presente campaña.

Tal y como confesó ayer un directivo de la casa blanca, la camiseta ha venido bien para terminar “con las manipulaciones e informaciones malintencionadas y perversas”. Éstas, según los dirigentes blancos, eran las que hablaban del deseo de Ramos de cambiar de equipo y de los 65 millones de euros en los que el Real Madrid había tasado la libertad del defensa. Y es que el campeón del mundo sigue siendo de los preferidos del presidente.