Neymar sigue sin alumbrar con goles a un Barcelona que acabó sin cerebros en Bilbao

En apenas unos días, ni siquiera una semana, el Barcelona ha pasado de ser casi intocable a protagonizar informaciones de todo tipo. Y la mayoría de ellas, ‘denunciando’ que este equipo no sólo no tiene nada que ver con el del pasado, sino que tiene problemas más profundos de lo que se suponía. El partido disputado ante el Athletic, sin ser malo, sí puso de manifiesto algunas cosas, entre ellas que Neymar no es capaz, por el momento, de alumbrar con goles al equipo azulgrana cuando el partido se complica.

El brasileño no está completando una mala temporada si analizamos el juego, pero cuando Messi cayó lesionado, quien más quien menos esperaba que la otra estrella del equipo surgiera en la faceta anotadora. Nada más lejos de la realidad. Desde que el argentino se lesionó, Neymar no ha celebrado ni un solo gol, algo que está notando, y para mal, el Barcelona.

Fue precisamente en el Benito Villamarín cuando Neymar marcó su último gol. Aquel día abrió el marcador en la goleada del Barcelona, pero en los últimos tres partidos se ha quedado a cero. En San Mamés acabó jugando de falso ‘nueve’, pero en esos pocos minutos ya no tuvo opciones. Antes, desde la izquierda, tuvo alguna oportunidad, pero la pólvora parece que se le ha mojado.

Neymar nunca fue un goleador, pero se esperaba que sumara mucho en esta faceta. Sólo ha marcado cuatro goles en lo que llevamos de Liga, una cifra muy poco relevante, sobre todo ahora que falta Leo Messi. Ha dado ocho asistencias y está brillando por momentos, pero no está siendo tan resolutivo como Bale en el Real Madrid en los últimos tiempos. Ungol marcado en los últimos siete partidos no es buen bagaje para un jugador de su categoría. Antes de marcar en Sevilla, lo hizoante Real Sociedad (septiembre), Valladolid (octubre) y Real Madrid (octubre), mientras que en Champions todavía no se ha estrenado.

Como informabaEl Confidencial,en el vestuario azulgrana hay marejada. Se habla dedescontrol y de confusiónen la caseta azulgrana ala vista de algunas decisiones del Tata Martino. En San Mamés, el equipo acabósin sus dos mentes más despejadasy privilegiadas. Xavi dejó su puesto a Sergi Roberto en el 77 e Iniesta cedió su lugar a Pedro en el 85. A esas alturas es obvio que hay que introducir algún cambio ofensivo, pero extraña que estos dos jugadores sean retirados uno detrás de otro.

El caso es que en los últimos días el Barcelona ha sufrido dos tropiezos que comienzan a colocar a Martino en el punto de mira. Antes se hablaba de estilo, pero como los resultados eran óptimos, las críticas no se magnificaban. Ahora, tras dos partidos perdidos en una misma semana, los altavoces sí han empezado a funcionar, sobre todo cuando desde la cocina llegan informaciones nada halagüeñas sobre las relaciones entre el entrenador y el vestuario.

Las rotaciones del Tata no son comprendidas en el vestuario del Barcelona. Es un claro punto de fricción entre entrenador y futbolistas. Ayer, sin ir más lejos, Pedro ingresó en el campo cuando apenas quedan poco más de cinco minutos, cuando desde hacía unos cuantos el equipo ya perdía ante el Athletic. El canarioes uno de los futbolistas importantes del equipo que con el técnico argentino estáperdiendo protagonismo.

Iniesta fue uno de los portavoces del vestuario tras el partido. El manchego dejó claro que "no creo quetengamos que ver cosasraras;se puede perder un partido de estos, ya que se trata de unestadiocomplicado. Hoy hemos expuestoargumentos para llevarnos algo. Cuando se pierde se habla de todo, pero creo que no tiene nada que con el partido que perdimos ante elel Ajax".

El mediocampista inició en este punto y subrayó que "han sido dos partidos diferentes desde el inicio. Lo que pasa es que las cosas se ven más negras cuando pierdes.Tras el gol ellos lo pusieron difícily tuvieron ocasiones para hacer el segundo. Nosotros, por nuestra parte, intentanos crear alguna, pero no pudo ser.Esto, de cualquier manera, no se acaba así".