El físico no permite a David Villa unirse de lleno a la fiesta del Atlético de Madrid

Todo es felicidad en un Atlético de Madrid imparable. Deportivamente, aguanta a la perfección el tremendo ritmo del Barcelona y supera en cinco puntos al Real Madrid. Ocho triunfos consecutivos en Liga y otros dos en Champions colocan al equipo del Cholo Simeone en la cresta de la ola. Pero hay un asunto que preocupa en la institución rojiblanca. Se llama David Villa.

Ayer el delantero asturiano no pudo acabar el partido. Una artritis en su tobillo izquierdo le dejaba fuera de la convocatoria de Vicente del Bosque. Pero este problema no es el más importante, y sí los que está teniendo para adquirir el espectacular ritmo físico de sus compañeros. La intensidad es la clave de este Atlético de Madrid, y el Guaje está sufriendo lo suyo para ponerse al nivel de sus compañeros.

Todo empezó en pretemporada. Villa se incorporó más tarde que sus colegas alstage previo al inicio de la liga, y desde el primer momento se pudo comprobar que debería trabajar mucho, y durante mucho tiempo, para adquirir el mínimo tono que exige Simeone.

Ya en Los Ángeles de San Rafael, el cuerpo técnico rojiblanco se percató de que deberían tener mucha paciencia con el asturiano. El sistema de entrenamiento de este Atlético de Madrid no tiene nada que ver con el que ha conocido el delantero en el Barcelona. La preparación física, a cargo del ‘Profe’ Ortega, es muy exigente, pero al mismo tiempo eficiente. Ahí están los resultados para confirmarlo. Este radical cambio de estilo de trabajo está castigando a un Villa que todavía no está al máximo nivel ni mucho menos.

Este siguió un plan específico durante la pretemporada para que cuando la competición oficial se pusiera en marcha ya estuviera al mismo nivel que sus compañeros. Han pasado tres meses desde que se integró al equipo y el delantero no ha adquirido esa velocidad de crucero. Y en este Atlético de Madrid, se nota qué jugador no está al nivel que exige Simeone.

La lesión que sufre en la actualidad, sin ser grave, sí ayuda a generar dudas si recordamos la fractura de tibia que sufrió en esa pierna. Sucedió en diciembre de 2011 y le obligó a renunciar a disputar la última Eurocopa. Reapareció con el Barcelona, pero cuando se ha encontrado con un método de entrenamientos mucho más exigente, está padeciendo más de lo que se esperaba.

Dejando al margen la lesión que le mantendrá en el taller algunos días, David Villa continúa a cierta distancia de sus compañeros cuando hablamos de físico. A día de hoy no está ofreciendo las mismas prestaciones que sus compañeros, en estos momentos a un fantástico ritmo físico que cuesta seguir al asturiano.