Los pesos pesados del vestuario, tan tranquilos ante el 'seguro' adiós de Mourinho

El futuro de José Mourinho continúa consumiendo etapas. Lo que parecía un espectáculo más cercano a lo friki que a lo periodístico, ha terminado con el entrenador del Real Madrid compareciendo en la sala de prensa de Valdebebas, esa que apenas pisa, para no decir nada nuevo respecto a su futuro, salvo que existe una situación especial en la que su continuidad está bajo sospecha. Afirmó que no tiene problemas con el club, con su amigo Florentino Pérez, pero no habló de su relación con determinados jugadores de la plantilla, principal argumento que le invita a pensar en su adiós al Real Madrid, junto al deseo de su familia de dejar atrás la etapa como madridista. Al menos el presidente del Canillas, Manuel Álvarez, ha conseguido que Mourinho hable.

Los pesos pesados de la plantilla, lo quiera o no Mourinho, eran y siguen siendo Iker Casillas y Sergio Ramos. A su lado hay más jugadores de los que piensa el entrenador. Benzema, Özil, Albiol, Cristiano Ronaldo e incluso Kaká están con los capitanes, que continúan instalados en la tranquilidad porque están convencidos que la etapa de entrenador portugués como madridista tiene fecha de caducidad a día 1 de junio. El enfado de Higuaín va más hacia el club que dirigido al técnico. La no renovación del contrato tiene la culpa.

Las diferencias con los dos primeros son evidentes. Ni el intento de Florentino Pérez ha servido para que Casillas y Mourinho hayan acercado posturas. El distanciamiento nada tiene que ver con la suplencia del capitán. Ya es algo personal. En lo profesional hay respeto porque saben que en el mes y medio que resta de competición hay en juego dos títulos y buscan evitar más problemas de los ya existentes. En el caso de Ramos, conversación de hace dos semanas de por medio, hay más diálogo que con Iker, pero estrictamente profesional. Ninguna confianza. 

En cuanto al resto de los jugadores mencionados las diferencias han llegado en todos los casos por cuestiones técnicas, que han terminado derivando en personales. Benzema no se siente respaldado por el entrenador. No comparte la manera de gestionar el asunto del nueve durante esta temporada. Albiol parece decidido a marcharse a la espera de conocer el nombre del próximo inquilino. Quiere jugar y sabe que en el Real Madrid no lo tendrá fácil. Cree que no ha sido justo con él por las escasas oportunidades que ha tenido durante la temporada. 

Özil no olvida la humillación del día del Deportivo y la exigencia que ha tenido durante gran parte de la convivencia con Mourinho de emplearse tanto en lo defensivo como en lo ofensivo. Con Cristiano Ronaldo ha tenido algún que otro enfrentamiento, pero han hablado y solucionados los problemas, pero el delantero no se identifica con la manera de ser del técnico.