Mourinho quiere saber hasta dónde llega su poder en el Real Madrid

José Mourinho prendió la mecha en la noche del domingo. Las palabras del técnico cuestionando la actuación de los dirigentes del Real Madrid ante lo que él considera indefensión ante las actuaciones arbitrales centraron el foco de los medios de comunicación. Sin pronunciar nunca el nombre de Jorge Valdano, el portugués se siente desamparado y transmitió la sensación de poner a Florentino Pérez en la disyuntiva de elegir entre su adjunto a la presidencia o el entrenador por el cual ha cambiado la filosofía de club. La comida navideña de ayer, con los tres compartiendo mesa, no fue ni la más agradable ni plácida de los últimos años. La tensión se palpaba. Jugadores, técnicos, directivos todos miraban de reojo a la mesa presidencial en búsqueda de un gesto que no se produjo.

 

El presidente busca llegar a un punto de entendimiento y como tal se reunirá con los dos en los próximos días. Eso sí, cuando él quiera y no cuando lo marque el entrenador, que reclamó un encuentro con el presidente. Quiere eliminar un problema de manera rápida ante la amenaza que aparece en el horizonte y que apunta a que esas diferencias pueden ir aumentando. Valdano no será el que ponga en aprietos al máximo mandatario del Real Madrid. La filosofía del adjunto a la presidencia es clara: 'Prudencia'. Y nada va a hacer cambiar su planteamiento. Sabe que por encima de él está el club y lo mantendrá hasta el final. Ya en su día dio el paso de explicar al técnico un artículo que escribió y en el que cuestionaba el método del entonces entrenador del Chelsea. Lo que nunca va a hacer será el criticar abiertamente a los árbitros, tal y como reclama el ex del Inter.

 

La historia con Mourinho cambia. No es la misma. Su carácter y soberbia se lo impiden. Del 'Mou es así y los sabíamos cuando le fichábamos' que decían los directivos nada más terminar el partido ante el Sevilla, se pasó a la reflexión y cierta preocupación por el ataque frontal al club y a sus modus operandi. Tras esas palabras algunos ven un cierto malestar y decepción del técnico con algunos estamentos del club, que van más allá del ataque a Valdano, que parece claro y diáfano. Lo que no recuerda el entrenador es que ha sido el máximo responsable de la entidad a nivel ejecutivo el que salió a defenderle en el momento más crítico de la polémica con Preciado o con la historia con UEFA y el número de las expulsiones de Xabi Alonso y Sergio Ramos. Lo que tampoco ha gustado ha sido que cuestione la renovación de Pepe, en otro intento de cuestionar la actuación de la dirección deportiva.

 

No midieron las consecuencias

 

El problema con Mourinho es que se ha encontrado con todo el poder del mundo en sus manos y ahora eso en el Real Madrid lo ven como un inconveniente. Las consecuencias no se midieron en su día y ahora llega el momento de las lamentaciones. Lo que tampoco puede pretender el entrenador es que una semana sí y otra también alguien salga en su defensa en todos los charcos en los que se mete por voluntad propia. El primer análisis hecho por los directivos sobre las palabras del portugués hablan de un deseo de marcar su territorio, de saber hasta dónde llega el poder que le han dado y conocer de primera mano si está o no por encima de Valdano.

 

En Italia se habló ayer e un presumible interés del Inter en volver a contar con el actual entrenador del Real Madrid ante el más que presumible cese de Rafa Benítez. Afirmaron que todo se debía a una estrategia del portugués y a unas ganas de devolver la afrenta hecha por el club blanco el pasado verano cuando se llevó a Mourinho nada más conquistar la Champions. Incluso se llegó a comentar que Massimo Moratti, presidente del actual campeón, se encontraba en Madrid dispuesto a reunirse con el técnico.

 

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