'Juicio' a Manolo Jiménez

Tras una serie de desafortunadas decisiones, el papel de Manuel Jiménez como técnico del Sevilla ha alcanzado niveles peligrosamente bajos. La presión que soporta el ex internacional comienza a ser asfixiante. Jiménez, que sobre el papel cuenta con el respaldo incondicional del presidente, José María Del Nido, y, por ende, el director deportivo Monchi, tiene este miércoles, frente al Espanyol, el plebiscito más importante. Si el equipo blanco tropieza con los “pericos” se puede ver un número en el Ramón Sánchez-Pizjuán.

No deja de ser curioso el asunto. Curioso y casual. El Espanyol venció al Sevilla el pasado año y también un miércoles nocturno. Pero es que tres años atrás, en la primera temporada de Juande Ramos, el personal sacó pañuelos de dimisión contra el actual entrenador del Tottenham. Fue un punto de inflexión, pues a partir de la silbatina y del “Juande, vete ya”, el Sevilla salió disparado y logró una riada de títulos (5). Esta noche, el Espanyol de nuevo y con Jiménez bailando por sevillanas en el alambre.

El mundo del fútbol, no obstante, tiene sus puntos de injusticia y crueldad. El Sevilla lleva cuatro partidos oficiales (tres de Liga y uno de UEFA), ha vencido en dos y ha empatado otros dos. Ninguna derrota. O sea, los blancos se encuentran invictos y, pese todo, la crucifixión del técnico parece a punto. La culpa puede deberse al alto nivel de exigencia impuesto por la planta noble del club de Nervión, donde se habló de “aspirar a todo o, como mínimo, quedar entre los cuatro primeros de la Liga”. Y la respuesta del equipo en estos primeros compromisos oficiales ha sido mediocre. La afición sevillista se ha vuelto exigente: quiere caviar. Y Del Nido y Monchi, grandes valedores de Jiménez, se volvieron de repente mudos. Este miércoles tal vez alguien pida la palabra. Juicio al técnico.