Nicki Bille, el fan número uno de Guti, se juega su carrera tras morder a un policía

Pasó por tres clubes españoles, pero en ninguno de ellos logró triunfar. Aptitudes futbolísticas le sobraban cuando el Villarreal se la jugó con Nicki Bille, un atacante que comenzó a despuntar siendo un chaval en el BK Frem Copenhague, al mismo tiempo que forjaba un peculiar carácter a golpe de tatuaje. Admirador radical de Guti, se ha metido en un lío -otro más- al morder a un policía noruego. Jugador en la actualidad del Rosenborg, puede que en breve tenga que hacer las maletas. Tanta devoción siente por el ex mediocampista blanco que su número predilecto es el 14, el que defendió Guti durante toda su carrera deportiva.

Con sólo 26 años de edad, la errática trayectoria de Nicki pone de manifiesto que su personalidad ha sido más fuerte que su faceta de jugador. En 2006, con apenas 18 años, hizo las maletas y emigró a Italia. Fichó por el Reggina, pero sólo jugó 7 partidos. Dos cesiones consecutivas, a los modestos AS Martina y AS Lucchese, no fueron lo brillantes que se esperaba y aterrizó en España. El Villarreal se la jugó y le firmó por cuatro temporadas. Mismo resultado. Primero fue cedido al Elche y a continuación al Rayo. Pocas señales positivas transmitió y en 2013 se marchó a Noruega para defender los colores del Rosenborg. Ahora, un año después, se puede ver obligado a buscarse la vida en otra parte después de desvelarse un altercado público acaecido en la noche del Jueves Santos.

El atacante, con un amplio historial nocturno, golpeó un parquímetro, además de dar patadas a varias bicicletas. El escándalo provocó que una patrulla de la Policía de Trondheim se personara en el lugar. Fue entonces cuando se produjeron unos hechos que pueden acabar con el despido fulminante del jugador. Muy excitado, según se ha sabido, un policía tuvo que emplear spray de pimienta para reducir al futbolista en primera instancia. Instantes después, ya en el coche policial, Nicki mordió un brazo de un efectivo policial y, según apuntan diferentes medios noruegos, llegó a escupir en la tapicería del coche.

El Rosenborg ha apartado de inmediato a Bille y posiblemente adopte la determinación de prescindir de manera definitiva de sus servicios. No es la primera vez que Nicki altera la vida del tranquilo y prestigioso -disputó varias ediciones de la Champions League- club de Trondheim. El jugador tiene una amplia hoja de servicios en cuanto a cuestiones extradeportivas se refiere. El Rosenborg ya le ha multado en diferentes oportunidades y siempre por su nocturna y desordenada vida.

El Director Deportivo del Rosenborg, Erik Hoftun, ha reconocido que “él ya tiene su historial en cuanto a cuestiones disciplinarias se refiere. Ha sido avisado por el club en diferentes oportunidades. Esto que ha sucedido es muy serio”. Mientras, el gerente del Rosenborg, Ivar Koteng, subraya que “ahora necesitaremos unos días para tomar una decisión sobre Nicki. Vamos a escuchar su versión de los hechos y ya se verá quédetermina el club”.

Nicki creció admirando a Guti en su Copenhague natal.Tanto, que llegó a tatuarse el número 14en una de sus muñecas. Hacía siempre todo lo posible para no perderse los partidos del Real Madrid, con tal de disfrutar durante unos minutos de la incomparable magia del que fuera jugador blanco. Cualquier situación en la vida tiene a su número fetiche como protagonista. Hasta cuando sube el volumen del televisor, no lo hace por encima del 14 si no es necesario…

El día queconoció a su ídolo tras un partido disputado por RayoVallecano y Real Madrid, su felicidad fue indescriptible. Utilizó las redes sociales para colgar una foto posando junto a Guti y expresar en público su inmensa felicidad. Aquel día puedo intercambiar unas palabras con el ex del Real Madrid, haciendo realidad el sueño de toda una vida.

El peculiar carácter del futbolista danés ya salió a relucir cuando apenas era un adolescente. A los 14 años sorprendió al presentarse en el establecimiento de un tatuador acompañado por su padre. Aquel día, una de sus piernas quedó ‘marcada’ por vez primera. "Mi madre nos quería matar cuando llegamos a casa", dijo en su día Nicki recordando el día que fue tatuado por primera vez.

Ahora son muchos más los tatuajes que adornan su cuerpo, empezando por una enorme pistola que cubre parte desu abdomen. Un hermano de una ex novia de Nicki tenía dos selladas a tinta en su cuerpo, y cuando las vio no tardó un instante en seguir el ejemplo. Un enorme revólver adorna un costado de su abdomen. Cuando ha estado cerca de alcanzar un objetivo, siempre ha dicho que sellaría el éxito en su físico con otro tatuaje.

Siempre ha reconocido que su carácter no tiene nada que ver con el de un danés cualquiera. De frío y tranquilo no tiene nada, de ahí que en su día le apodaran ‘Balcan’, pues su sangre caliente le hacía parecerse más a un balcánico. “A veces, para dar un paso adelante hay que dar dos hacia atrás”. Esta frase de Lenin ha sido empleada más de una vez por Nicki. El problema es que ha dado demasiados pasos hacia atrás en su vida y éste último puede ser definitivo.