Villar tampoco cree ya en el actual formato de la Copa y apuesta por el partido único

La Copa del Reyno seduce a nadie, empezando por el propio Ángel María Villar, que no vería mal un cambio en el formato de la competición. Al presidente de la Federación no le gusta ver las gradas vacías, piensa que la Copa necesita un impulso, algo que llame la atención en el camino que lleva a la gran fiesta del fútbol español que es la final de Copa. El descontento crece y ya ni los equipos grandes ni los pequeños disfrutan. La vuelta de la eliminatoria a partido único se está convirtiendo en algo necesario.

Los aficionados han dado la espalda al invento de esta temporada de empezar la participación de los equipos de Primera jugando en fin de semana. La Liga cedió protagonismo a la Copa, pero los números no mejoran;es más, han descendido respecto a un año atrás, no llegando a los 120.000 espectadores,por los 150.000 de un año atrás.

Los partidos se iniciaron el viernes y no terminaron hasta las once de la noche del domingo, y lo que ha quedado claro es que el aficionados ha dedicado el tiempo en el puente a otro tipo de distracción que nada ha tenido que ver con el fútbol. Los números demuestran que los partidos de ida de los dieciseisavos de la pasada temporada llevaron más gente a los estadios, pese a disputarse entre semana.

La iniciativa de la LFP de ceder un fin de semana a la Copa no ha resultado. Tan solo el Sant Andreu consiguió llenar, siendo el Celta-Athletic (20.800) y el Málaga-Osasuna (22.000) los que más espectadores reunieron. Ni Olímpic ni Cartagena consiguieron agotar las entradas pese a las visitas de Real Madrid (200 sin vender) y Barcelona (2.000). La idea era potenciar la competición, pero la iniciativa no ha tenido éxito, tal y como demostraron las gradas vacías del Colombino o del estadio del Nástic con motivo de la visita del Valencia.

Un modelo sin sentido

El formato a partido doble ha dejado de tener sentido. La afición solo presta atención a la Copa en las dos últimas eliminatorias. En el verano de 2005, un acuerdo entre los equipos grandes y el resto, posibilitóel regreso de la eliminatoria a doble partido. Los pequeños aceptaron el cambio, aprobado en la asamblea del fútbol, a cambio de asegurarse una cantidad de dineropor derechos de televisión, vendidos de manera global. Así, los equipos de Segunda B, casos de Olímpic, Cartagena, Sant Andreu, Algeciras, Racing o Lleida,pueden llegar a ingresar en sus arcas unos 100.000 euros, pese a sereliminados en dieciseisavos.Y los grandes, mientras, se aseguraban la posibilidad de cerrar las eliminatorias en casa. Las eliminaciones ante Toledo y Novelda, de Real Madrid y Barcelona,fueron el detonante.

Hay que subrayar que los clubes de la 'clase media' de Primera División siempre se han opuesto frontalmente al regreso del partido único. El temor a ser eliminados por un equipo de inferior categoría siempre lo han tenido presente; igual que consideran que es la única competición en la que podrían tener algunas opciones de éxito.

La Federación vería con buenos ojos un cambio en el formato de la competición. Busca incentivar una competición que está tocada salvo en las rondas finales. Por el momento no se ha producido movimiento alguno, pero Villar pretende dar el paso y proponer un cambio cara a la próxima asamblea. Además, los dirigentes de la Federación pretenden liberar fechas en caso de jugarse a partido único.