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La obsesión de la Décima echa por tierra la ilusión de levantar la Primera
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FLORENTINO YA TIENE LA CHAMPIONS QUE ANHELABA

La obsesión de la Décima echa por tierra la ilusión de levantar la Primera

La Décima pasó de ser una obsesión a ser real. El objetivo marcado hace doce años por el Real Madrid se consiguió mientras la Primera seguirá esperando

Europa ya tiene a su campeón y éste es el Real Madrid. El conjunto blanco no tuvo el título en el bolsillo hasta el segundo tiempo de la prórroga. Con el tanto de Bale, más el de Marcelo y el de Cristiano, la Décima pasó de ser una obsesión a ser una realidad. Hacía doce años que el Real Madrid se había marcado un objetivo que, con el paso del tiempo, aumentaba la presión y obcecaba a jugadores y entrenadores. El ansia por volver a reinar en Europa anuló la ilusión de un equipo que llegó a Lisboa a base de trabajo. Cuarenta años después, el Atlético de Madrid, con Simeone a la cabeza, vio cómo Europa se volvía a escapar. Y lo hizo después de haber acariciado la gesta.

El camino recorrido por uno y otro para levantar Liga y Copa no ha sido fácil. El Atlético vivió una carrera de fondo en la que tuvo que aprender a guardar sus fuerzas para el sprint final, ése que tuvo lugar en el Camp Nou en la última jornada de Liga. Para entonces, el Real Madrid ya se había descolgado de la pelea por el campeonato doméstico, donde no pudo ganar al Atlético en sus dos enfrentamientos: los rojiblancos se llevaron la victoria en el Santiago Bernabéu (0-1) y firmaron un empate en el Calderón (2-2). Las cosas cambiaron en la Copa del Rey, competición en la que el Real Madrid pasó por encima del Atlético ganando tanto en la ida en casa (3-0) como en la vuelta disputada a orillas del Manzanares (0-2). Fue parte de su camino hasta la final, donde la víctima fue la misma que la de los rojiblancos en el campeonato doméstico: el Barcelona.

En Lisboa, Atlético y Real Madrid empezaban de cero. Noventa minutos, que luego fueron 120, para decidir al nuevo dueño de la ‘Orejona’ que acabó teñida de blanco. Lo cierto es que no se pueden ignorar todos los antecedentes que han precedido al gran día. Unos y otros llegaban con un título en el bolsillo, pero quizás la euforia de los hombres de Simeone era mayor por la cercanía de la Liga ganada, recompensa a una temporada de duro trabajo que no se puede olvidar ahora que han caído frente al equipo dirigido por Ancelotti. El conjunto madridista también llegaba al momento cumbre de la temporada con un título en el bolsillo, la Copa del Rey que conquistaron ante el Barcelona en Valencia. Tampoco hace tanto de aquello, algo más de un mes, pero la memoria, a veces, es frágil en el mundo del fútbol.

En el camino recorrido hasta Mestalla, el Real Madrid pasó por encima del Atlético ganando tanto en la ida (3-0) como en la vuelta (0-2). Un par de victorias que bien pudieron servir para encontrar el camino hacia la victoria en Lisboa y, sobre todo, para aliviar la presión de la Décima. Este sábado, el conjunto dirigido por Carlo Ancelotti ampliaba su leyenda colocando una nueva Copa de Europa en sus vitrinas mientras recordaba al Viejo Continente y al resto del mundo las razones que le han llevado a ser el club con más Champions en su palmarés. La Décima, además de ser la tabla de salvación para algunos integrantes del Real Madrid como el propio Ancelotti, se había convertido en una auténtica obsesión.

Florentino Pérez quería volver a levantar la Copa de Europa. El Bayer Leverkusen, el antológico gol de Zidane, las paradas milagrosas de Casillas en los últimos compases… doce años sin pisar una final se antojaban eternos. Por ello, el presidente no ha dudado en construir un equipo a golpe de talonario para volver a reinar en Europa. Todos los jugadores que aterrizaban en el Real Madrid no tardaban en tener la Champions metida en la cabeza. El objetivo, temporada a temporada, era la Décima. Durante cinco años los intentos murieron en octavos; en los tres siguientes, la esperanza se acabó en semifinales. No podían dejar pasar el tren de Lisboa. El escenario era inmejorable: la primera vez en la historia que dos equipos de la misma ciudad luchaban por el trono europeo. Y la obsesión del Real Madrid por conquistar la Décima pudo con las ganas que tenía el Atlético de levantar la Primera.

Este sábado, en Lisboa, las ganas del Real Madrid pudieron con la experiencia europea del Atlético de Madrid. El empeño y la fe del conjunto madridista se impusieron a la ilusión rojiblanca. Da Luz fue el escenario en el que el club blanco alargó su reinado en Europa aumentando su ventaja a diez. La Décima ya está aquí. La Primera tendrá que esperar aunque la ilusión permanece intacta en un Atlético que ya ha prometido volver.El club rojiblanco sabía que Europa les debía una. Si a los madridistas les parecían eternos los doce años, para los colchoneros cuatro décadas se antojaban como un mundo. El Atlético llegaba con la inyección de euforia que supuso ganar la Liga en la final ante el Barcelona. Deseaban que el ‘Viejo Continente’ saldase su deuda ante un rival como el Real Madrid que ahora acompaña al Bayern de Múnich en la historia más negra del Calderón. Y es que el Atlético no era nuevo en estas lides, es más, entre sus filas hay más jugadores acostumbrados a disputar finales a este nivel (Europa League y Supercopa) que en las de su rival. De nada sirvió en la que era su segunda batalla en la última ronda de la Champions. El mal sabor de boca apareció igual que en 1974 cuando después de empatar contra el Bayern (1-1), los alemanes se impusieron en el segundo partido: 4-0.

Este sábado, en Lisboa, las ganas del Real Madrid pudieron con la experiencia europea del Atlético de Madrid. El empeño y la fe del conjunto madridista se impusieron a la ilusión rojiblanca. Da Luz fue el escenario en el que el club blanco alargó su reinado en Europa aumentando su ventaja a diez. La Décima ya está aquí. La Primera tendrá que esperar aunque la ilusión permanece intacta en un Atlético que ya ha prometido volver.

Europa ya tiene a su campeón y éste es el Real Madrid. El conjunto blanco no tuvo el título en el bolsillo hasta el segundo tiempo de la prórroga. Con el tanto de Bale, más el de Marcelo y el de Cristiano, la Décima pasó de ser una obsesión a ser una realidad. Hacía doce años que el Real Madrid se había marcado un objetivo que, con el paso del tiempo, aumentaba la presión y obcecaba a jugadores y entrenadores. El ansia por volver a reinar en Europa anuló la ilusión de un equipo que llegó a Lisboa a base de trabajo. Cuarenta años después, el Atlético de Madrid, con Simeone a la cabeza, vio cómo Europa se volvía a escapar. Y lo hizo después de haber acariciado la gesta.

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