Simeone sabe cuál es su ventaja sobre el Barcelona: que lo entrena el Tata Martino

Simeone ya está jugando el partido del Camp Nou desde hace unas cuantas horas. El técnico argentino gasta bastante de sus energías en medir los pasos previos que dará él y su equipo antes de una cita como la de esta noche. No sólo analiza el choque, la competición o el rival en cuestión desde el punto de vista meramente deportivo, lo que sucederá sobre el campo. Casi tan importante como el balón, para el Cholo hay un componente emocional en estos enfrentamientos que es desde el cual empieza a querer sacar ventaja para su equipo. La misma que intentará que se refleje en el marcador final.

A esa minuciosa preparación dentro y fuera de la pizarra táctica, caras de la misma moneda, aluden los técnicos del Atlético para explicar por qué se les da tan bien sacar adelante finales, eliminatorias o duelos importantes. Por eso que el discurso de ‘partido a partido’, más allá de ser la postura oficial y supersticiosa para mantener alejados los favoritismos, sirva para convertir una temporada en una sucesión de finales. Y es que en cada partido hay elementos motivadores dignos de ser exprimidos al máximo, como hace el futbolista de manera casi inconsciente ante las grandes citas.

Y hoy toca cita enorme, con mayúsculas. De las que ponen a prueba la resistencia y la profundidad de la aventura que el club del Manzanares inició de la mano del Cholo hace más de dos años. Simeone se quitaba méritos ante los micrófonos, “tenemos una identidad de juego, que es la histórica del Atlético de Madrid”. Y en esas dos sencillas frases se esconde la clave que, para el entrenador colchonero, representa la ventaja principal que tratará de exprimir de cara a la difícil eliminatoria que le enfrenta al FC Barcelona.

El Cholo se ha echado las manos a la cabeza en más de una ocasión viendo a su compatriota cómo sacaba los pies del tiesto

Simeone sabe qué representa el equipo que entrena, su papel en él y el valor de lo que ha conseguido al frente de la que es su verdadera casa en el ‘Planeta Fútbol’. En cambio, enfrente, ve a un Martino aún despistado, asumiendo un largo aterrizaje en la complicada atmósfera culé, sorprendiéndose por casi cada pregunta de la prensa o después de una polémica o suceso que dé que hablar, y que a veces le hace sentirse fuera de lugar. Todos esos matices intangibles, pero que son ciertos, concretos y están flotando en el ambiente, son los que tratará el Cholo que acaben trastocando los estados de ánimo de uno y otro bando. ¿Y cómo hacerlo? Ahí es cuando entra la pizarra en juego, labor con la que el responsable rojiblanco se está ganando la fama profesional.

Lo cierto es que para urdir el plan para hoy no ha tenido que esmerarse demasiado. Sólo ha sacado los apuntes que ha ido tomando a lo largo de la temporada, del que no deja de ser uno de sus grandes rivales en la Liga. Conoce al Tata desde que se enfrentaron como futbolistas en la liga argentina a finales de los años 80, rivalidad que se vio ampliada desde los banquillos ya en el presente siglo cuando uno y otro iniciaban currículum como entrenadores.

Por eso, desde que Martino tomó las riendas azulgranas con urgencia el pasado verano, el Cholo y sus colaboradores se han echado las manos a la cabeza en más de una ocasión viendo a su compatriota cómo sacaba los pies del tiesto. Sienten respeto mutuo, por supuesto, pero el responsable colchonero ha venido anotando en su particular memoria competitiva las veces que su homólogo barcelonista demostraba su grado de desconocimiento de la realidad del equipo culé.

Hablar sobre el precio de Bale, recordar a todos que no es ni catalán ni holandés, elevar el tono ante las críticas o ante la excesivo espacio que se dedica en España a la polémica arbitral son algunas muestras evidentes de que no ha medido bien la caja de resonancia donde se decían esas palabras. Dentro del vestuario, la gestión de la plantilla también ha sido motivo de debate interno, e incluso Martino se ha visto obligado a modificar criterios que intentaba aplicar a rajatabla en un principio, para acabar cediendo a los hábitos instaurados desde la ‘era Guardiola’.

"En el Barça no se trabaja fuerte"

“Al Tata le gusta entrenar fuerte, y le ha costado darse cuenta de que en el Barcelona se trabaja de otra manera”, dicen en privado desde Majadahonda, consciente de que esa difícil adaptación que se ha visto de puertas para afuera también ha hecho mella en alguna ocasión de puertas para dentro.

Aunque claro, decíamos que Simeone mide todos los pasos muy bien, de ahí que en rueda de prensa fuera este lunes políticamente correcto. No cabe otra cosa, y más si se aparcan las sensaciones y se ven exclusivamente los resultados actuales del Barça: “Martino se adaptó muy bien a una institución enorme”, valoraba el Cholo en público.

Martino: "Simeone lleva muchos años, y cada uno que pasa su equipo se supera. Yo, sin embargo, recién estoy empezando"

Por su parte, el Tata, que tonto no es y conoce tan bien el oficio como al personaje que se sentará mañana en el banquillo visitante, no se deja adular tan fácilmente. Sirva para explicarlo este otro ejemplo: “Como soy entrenador, reconozco los discursos que hay hacia afuera y también los que hay hacia adentro del vestuario del Atlético. Por la forma en que juegan, da a pensar que se dice algo distinto (en privado) a lo que sostiene Simeone desde hace un tiempo", dijo Martino hablando sobre la condición de víctima que toma su rival.

Pero a una pregunta de un periodista argentino, el técnico culé también sacó a colación lo que para el Cholo es su ventaja principal: "Simeone lleva muchos años, y cada uno que pasa su equipo se supera. Yo, sin embargo, recién estoy empezando". Por ahí lleva, desde hace meses, jugando este partido el técnico del Atlético de Madrid. A partir de las 20:45 veremos cómo intenta convertir esas sensaciones en un resultado a su favor, neutralizando al puñado de figuras de más de una plantilla respecto de la otra por las diferencias abismales entre presupuestos.