Martino promete fidelidad al Barcelona, pero continúa dudando del ‘entorno’

“Yo siempre cumplo con mis contratos. No hago nada de lo que no diga el contrato. No tengo que garantizar nada, sino trabajar para el Barcelona y ganar títulos. Me preocupa poco el año que viene, quedando 50 días en los que se decidirá todo. No estoy dejando ninguna incógnita. ¡Qué más se puede decir! Soy un tipo con palabra”. Lo dijo ayer un Tata Martino que acaba contrato en 2015. Sin embargo, a día de hoy es muy complicado asegurar la continuidad de Martino más allá del próximo 30 de junio.

Aunque en la rueda de prensa previa al partido que el Barcelona disputará con el Celta fue muy contundente en su exposición, el técnico de Rosario nunca se ha sentido excesivamente cómodo en el club. El argentino ya lleva el tiempo suficiente en la Ciudad Condal como para conocer perfectamente el terreno que pisa. Nunca levanta la voz, pero otra cosa es que esté de acuerdo con determinadas cuestiones que pasan en la institución.

Desde que llegó al Barcelona, el entrenador vislumbró detalles que no le agradaron en exceso. Con el paso del tiempo fue confirmando sus primeras impresiones, tal y como ha ido informando este periódico. En ningún momento se ha sentido plenamente integrado y cómodo. Llegó con su equipo de trabajo, pero se encontró con el antiguo, el que rodeaba a un Tito Vilanova que tuvo que dar un paso a un lado por culpa de la enfermedad que le aqueja. Su deseo sería trabajar sólo con los suyos, los más cercanos y en los que confía al ciento por ciento.

Hace unos días habló sobre la planificación deportiva en una comparecencia pública en la que generó algún debate por el mensaje que lanzó. El Tata, eso sí, quiere tener voz y voto en esta cuestión. Ya tiene desde hace tiempo una idea clara del material que tiene entre manos y sabe qué necesita el plantel para reforzarse de manera adecuada. Igual que tiene claro qué elementos sobran del actual plantel…

“Martino nos negó de manera rotunda que se quiera ir”, dijo Josep María Bartomeu para tranquilizar el ambiente. Sin embargo, no conviene olvidar que en la anterior etapa, el tándem Sandro Rosell-Josep María Bartomeu manejaba la política deportiva de manera directa. Cualquier decisión importante tenía el sello de esta dupla, que imponía su criterio siempre. Ahí está el caso de Neymar, apuesta de club más que de presidencialista.

En pasadas temporadas, el criterio de los directivos tuvo un valor capital cuando tocaba planificar el futuro de la plantilla, quedando muchas veces en su segundo plano Andoni Zubizarreta, el Director Deportivo del club azulgrana. Ahora que está en solitario, con Sandro Rosell fuera de la vida del Barcelona, habrá que ver si Bartomeu continúa la misma línea del pasado, asumiendo el papel de protagonista a la hora de configurar la primera plantilla. De ello puede depender el destino del Tata Martino.