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Un magnífico Atlético se deja dos puntos en Rusia por el VAR y la mala suerte (1-1)
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Constante juego ofensivo con un solo gol

Un magnífico Atlético se deja dos puntos en Rusia por el VAR y la mala suerte (1-1)

Empate de los colchoneros, muy superiores durante todo el partido, ante un Lokomotiv ordenado y disciplinado que no inquietó a Oblak ni una sola vez (y encontró el empate en un penalti muy dudoso)

Foto: Joâo Félix, durante el partido. (Efe)
Joâo Félix, durante el partido. (Efe)

El Atlético de João Félix juega al ataque y con pocos toques. Su superioridad este martes en Moscú ante el Lokomotiv fue constante, de principio a fin, y resulta inexplicable que los de Simeone llegasen al minuto 90 empatados a un gol, tras disfrutar de al menos cinco ocasiones muy claras que cualquier otra noche les hubiese resuelto virtualmente el pase a octavos de final de la Champions con mucha mayor holgura.

Sólo la intervención burocrática del VAR (junto al portero local, Guilherme) concedió resuello al club ruso con un penalti insólito pitado en la primera parte: un islote administrativo (el balón rebotó en la mano de Herrera) en un partido muy desnivelado por el excelente juego de los atléticos en su versión más ofensiva y descarada. El equipo madrileño ni siquiera notó el pinchazo del 1-1: avasalló al Lokomotiv con un despliegue de pases y desbordes ecualizado por João Félix que debió terminar en un resultado abultado, evitando los apuros finales de un equipo con mucha autoridad futbolística que no lograba rematar su estética faena.

placeholder Giménez, en un lance del encuentro. (Reuters)
Giménez, en un lance del encuentro. (Reuters)

Gol de Giménez

El dominio claro del Atlético cristalizó muy pronto, al cuarto de hora, en un golazo del central Giménez a pase de Herrera. El uruguayo sorprendó al espacio en posición de delantero y conectó un testarazo fabuloso que botó antes de colarse junto al palo de Guilherme. El partido se ponía de dulce para Simeone y los suyos.

Fueron numerosas las ocasiones colchoneras para ponerse 0-2 en la primera parte, antes y después del imprevisible penalti anotado por Miranchuk: un disparo maravilloso de Correa al larguero, un mano a mano de Suárez clarísimo dos minutos después (en posible fuera de juego), otro remate acrobático del delantero uruguayo en el minuto 40.

Todo en el Atlético pasaba por su joven estrella portuguesa, factor de desequilibrio permanente, mientras en la banda derecha Marcos Llorente realizaba un soberbio trabajo en defensa, ganando toda pelota sin dueño y devolviéndosela inmediatamente a los mediocentros para reconstruir la jugada. La conexión de João Félix con Correa (no tanto con Saúl) fue una de las mejores noticias de un equipo que acogotó al equipo ruso en su área con un juego rápido y dinámico, diferente a otras épocas.

placeholder Joao Félix, con el balón en la mano y rodeado de contrarios, antes de lanzar una falta. (Reuters)
Joao Félix, con el balón en la mano y rodeado de contrarios, antes de lanzar una falta. (Reuters)

Cuarto de hora de João Félix

La segunda parte mostró de nuevo a un equipo confiado y veloz, ligero. João Félix completó quince minutos brillantes que no terminaron en más goles milagrosamente: un slalom con centro a Suárez que no embocó el uruguayo, una jugada personal con tremendo disparo en el 57 que paró Guilherme cuando iba a reventar la escuadra, un cabezazo en el 63 que también despejó el portero… Un Atlético nada contemplativo ni reservón, con laterales convertidos en extremos, por el que merecería la pena pagar una entrada si se pudiese.

El juez de línea anuló un gol a Suárez en el 65, poco antes de que un par de llegadas rusas recordaran a los visitantes que sólo tenían un punto en la mochila. La defensa acumulada en dos líneas de los rusos seguía resistiendo el acoso del Atleti, confiado al talento de Félix, la pegada de Suárez y los cambios de refresco (aunque sin la aportación de Vitolo, que se lesionó al poco de salir).

Pasar a segunda fase en este grupo parece un logro muy asequible para los de Simeone, pero sus hombres desperdiciaron en Moscú la oportunidad de vivir más tranquilos estas semanas de noviembre. Joao Félix, que anotó en este estadio su primer gol en Champions con el Benfica, no logró continuar su racha goleadora de estas semanas. Sin embargo, su Atleti hizo quizá el mejor partido de la temporada, sigue sin perder en España y Europa (con excepción del inabordable Bayern) y, sobre todo, es un equipo diferente, que parece haber aprendido las recientes lecciones de Lisboa. Oblak no realizó ni una sola parada en 90 minutos, y la diferencia en córners fue de 10 a 1. El empate en Moscú, con este rendimiento (sumado al efecto VAR), es un accidente sin importancia.

El Atlético de João Félix juega al ataque y con pocos toques. Su superioridad este martes en Moscú ante el Lokomotiv fue constante, de principio a fin, y resulta inexplicable que los de Simeone llegasen al minuto 90 empatados a un gol, tras disfrutar de al menos cinco ocasiones muy claras que cualquier otra noche les hubiese resuelto virtualmente el pase a octavos de final de la Champions con mucha mayor holgura.

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