El único motivo (no político) por el que Xavi aún no puede sustituir a Valverde

La noticia la adelantó RAC1: Eric Abidal, director deportivo del FC Barcelona, y Óscar Grau, CEO del club catalán, visitaron a Dembélé en Doha (Qatar), donde el francés de los 125 millones de euros se recupera de una lesión, y se reunieron con Xavi Hernández para sondearle como posible sustituto de Ernesto Valverde. La derrota en la Supercopa de España, aunque lo más correcto es llamarla Supercopa de Arabia al tratarse de una nueva competición que nada tiene que ver con la anterior, ha terminado por sentenciar al técnico azulgrana, por más que su Barça lidere LaLiga y haya pasado a los octavos de la Champions como primero de grupo.

[Y Messi delante de la TV preguntándose si no fue un error mantener a Valverde...]

"Sí, hay plena confianza en el míster", dijo Messi tras caer ante el Atlético de Madrid en Yeda. Sabido es que el argentino es el gran valedor del Txingurri, a quien defiende con palabras, pero sobre todo sostiene con hechos, si bien estos no siempre son suficientes dada la fragilidad de su equipo y no digamos ya si encima no está Ter Stegen bajo palos. "Es una situación nuestra y el entrenador no tiene ninguna culpa", añadió en la misma línea Luis Suárez, mientras la antes mencionada RAC1 aseguraba que este mismo lunes Valverde podría ser destituido en la junta directiva. "Quedan muchas y muy importantes competiciones. De esto que dices de Valverde, no hay nada", comentó al respecto el director de relaciones institucionales del Barça, Guillermo Amor.

Frente a la pasión en Arabia por Messi, inversamente proporcional a la del Real Madrid al no tener ya a Cristiano Ronaldo, resultó más que llamativo el rechazo de la 'afición' del Barça hacia Valverde, silbado cuando fue nombrado antes del partido y cada vez que las cámaras le enfocaban en el banquillo del King Abdullah Sports City. Es cierto que el técnico azulgrana también ha escuchado música de viento en el Camp Nou. De hecho, ya en la presentación de la nueva temporada hubo tímidos silbidos. Pero lo de Yeda fue revelador y hace bueno aquello de que los árboles no dejan ver el bosque. Triste, pero real.

"Sabemos cómo es el fútbol y que siempre hay inestabilidad cuando no hay buenos resultados, cuando pierdes", se limitó a comentar un sentenciado Valverde, quien asume que esta situación se avivará y que su gran objetivo es acabar la temporada, aunque en la renovación de su contrato se incluyera la opción de ampliarlo hasta 2021. "Supongo que ahora hemos perdido y se hablará de esto porque son situaciones que no puedes controlar. Yo me dedico a lo mío", añadió el extremeño, la primera víctima, aunque también el primer responsable, de la desintegración futbolística de un Barça al que Messi mantiene con su inspiración individual.

Koeman no termina de convencer

Hasta la citada reunión en Doha, confirmada por el propio Xavi, el nombre que más ha sonado como sustituto de Valverde es el de Ronald Koeman. Según confirmó él mismo, el actual seleccionador holandés tiene una cláusula que "implicaría en exclusiva al Barcelona y solo para después de la Eurocopa 2020". "No me voy a ir ahora, eso es cien por cien seguro", aseguró Koeman en Fox Sports. Es decir, que Ronald queda descartado para reemplazar al Txingurri, aunque tampoco es un entrenador que termine de convencer a los responsables deportivos del Barça, pues una cosa es dirigir una selección nacional y otra muy distinta el día a día de un club.

"Es normal que Xavi acabe en el Barcelona en algún momento porque es su club y fue su primera casa", reconocen los dirigentes del Al Sadd, donde el catalán colgó las botas y el club que ha elegido para iniciar su carrera de entrenador. Un equipo en el que, por cierto, él también ha escuchado silbidos y gritos de "Xavi, out!". Pero, claro, el Barça es el Barça y, ya sea de la mano de Josep María Bartomeu o de otro candidato a la presidencia del club azulgrana, es fácil visualizar al 133 veces internacional con España sentado en el banquillo del Camp Nou.

"Tengo un año de contrato como técnico y luego como embajador de Qatar hasta 2022 para el Mundial", comentó hace unos meses Xavi, unas declaraciones que explican su pleitesía a un emirato desde el que tuvo la desvergüenza de poner en duda la democracia española. Sin embargo, ese no es el problema y tampoco lo será que en el caso de precipitarse las cosas en el Barça decida abandonar Doha, donde tan bien dice que viven él y su familia y "aunque no hay democracia, la gente es feliz". En fin.

No es que Xavi Hernández no esté preparado para dirigir a un equipo como el Barça —y probablemente aún no lo esté—, sino que es el Barça el que no está preparado para que él lo entrene. A diferencia de Pep Guardiola, que heredó precisamente a un equipo del que formaba parte el propio Xavi y que venía de ser dirigido por Frank Rijkaard, el nobel técnico del Al Sadd no sabría ahora mismo ni por dónde empezar.

Este es el único motivo por el que el catalán no puede (o al menos no debe) sustituir de manera inmediata a Valverde, si bien ya es el candidato número uno de cara a la temporada que viene por delante del mencionado Koeman, Gallardo o Ten Hag. "Vísteme despacio que tengo prisa", indicaba Napoleón a sus asistentes antes de iniciar una batalla. Esto es lo que debería pensar Xavi antes de quitarse el turbante y volver a ponerse el chándal del Barça. Ahora como entrenador y el mejor heredero de Guardiola. Casi nada.