¿Cuánto vale besar el escudo del Real Madrid?

“¡Que se lo bese, que se lo bese, que se lo bese…!”. No era una boda, sino los gritos de los 700 aficionados que acudieron a la presentación este jueves de Danilo en un Santiago Bernabéu abrasado por el sol. Previamente, la prensa le había pedido también que besase el escudo para tener la fotografía más impactante del acto. Apenas unos minutos como jugador blanco y ya juraba su amor de esa manera. No hizo un feo a quienes le solicitaban la carantoña, pero acciones como la suya recordaron el escaso margen que la mercadotecnia ha dejado al romanticismo en el fútbol profesional. Ni mejor, ni peor... diferente.

Decía Manolo Escobar que “la española cuando besa, es que besa de verdad”. Las últimas incorporaciones madridistas -como James, Lucas Silva o Danilo- han besado el escudo merengue antes de si quiera disputar un partido con esa camiseta. Se ha implantado como una costumbre fácil, al menos para los jugadores extranjeros, a los cuales no se les considera que ponen los 'cuernos'… ¿imaginan que si De Gea ficha por el Madrid besa el escudo el día de su presentación? En ese caso se mantendrá (supuestamente) ciertorespeto por las antiguas novias, como el que tuvoXabi Alonso o Illarra,que sólo se rompería en una noche de pasión descontrolada. Ahí entraría el romanticismo en juego…

Un 'experto' de 23 años

Al margen de las tres caricias al escudo, Danilo, con un sueldo de 2 millones de euros netos por temporada,se mostró como un experimentado en estas lides pese a sus 23 años de edad. En rueda de prensa no 'cayó' en ninguna pregunta trampa sobre Casillas y Oporto, al igual que tampoco se mojó cuando le tiraron un 'cubo de agua' en forma de Sergio Ramos.

Esquivó cada posible jaleo, incluyendo el deportivo con tanta competencia con Arbeloa y Carvajal: “La competencia es buena para el equipo” y “jugaré donde el entrenador me diga”, en referencia a su polivalente desempeño por la derecha, tanto de lateral como de extremo.

Repartió balones entre los aficionados que acudieron o que “pasaban por aquí”, como bromeó un directivo sobre la presencia del público en la presentación del defensa más caro en la historia del Real Madrid (unos 31,5millones de euros). Los aproximadamente 700 espectadores aplaudieron al nuevo inquilino del vestuario merengue y no reprocharon nada al presidente, Florentino Pérez, como algún plumilla sospechabaante elinminente traspaso de Iker Casillas al Oporto y la situación con Sergio Ramos… dos futbolistas (capitanes) que se han ganado el derecho a que el aficionado crea que cuando besan el escudo del Madrid, es que lo besan de verdad.