Ancelotti tiene trabajo: la defensa del Real Madrid sigue igual de vulnerable

Madrid bullía en pleno agosto aunque pueda parecer una contradicción. La hora ayudó a que el Santiago Bernabéu registrase una buena entrada a pesar de que el calor no da tregua en la capital. La ilusión de la afición blanca puede con todo. El Real Madrid se presentaba ante su público con caras nuevas y fue, precisamente, uno de los recién llegados el encargado de dar los primeros tres puntos de la temporada. El tanto de Isco significó la victoria pero no logró camuflar el derroche de fallos de la zaga madridista que parece seguir de vacaciones.

Decía Pepe Mel tras el encuentro que "el Real Madrid podía haber perdido, empatado o ganado" y no le faltaba razón al técnico bético. Las buenas sensaciones que dejó el equipo blanco durante la pretemporada desaparecieron en el momento en el que el balón echó a rodar en el Santiago Bernabéu. Los errores defensivos de la temporada pasada volvían a repetirse, la defensa del Real Madrid no termina de tener la forma que Carlo Ancelotti quiere darle: despistes, lentitud, falta de entendimiento entre Diego López y sus hombres... En ese desorden, nadie se libró del suspenso.

El italiano no tuvo problemas a la hora de reconocer que su equipo mostró carencias defensivas notables. El entrenador madridista repitió varias veces que la clave de la temporada pasa por lograr equilibrio, algo que no se vio en el Bernabéu. Los cuatro elegidos para formar la zaga fueron Carvajal y Marcelo para cubrir los laterales dejando en el centro a Pepe y Sergio Ramos. El ayer capitán sufrió en primera persona los constantes arreones de Cedrick, un jugador que costó un euro y que fue el encargado de fabricar el primer tanto bético tras encontrar un pasillo perfecto ayudado por la pasividad de la defensa local. Carvajal debutaba en su casa aunque su actuación no estuvo a la altura de las expectativas puestas en sus botas. Pepe estaba lejos de su mejor versión y Marcelo parece haber recuperado la forma física pero sus habituales errores persisten.

El Betis se aprovechó de la falta de conexión entre la línea defensiva y el centro del campo madridista. Sus jugadores remataban solos y encontraban huecos perfectos para hilar sus jugadas porque los madridistas estaban completamente desubicados: no acertaban a recuperar posiciones y faltaba un 'corrector' como Varane que ayude en esa faceta. Al despiste de la zaga se unía la falta de ayuda de jugadores como Isco u Özil, futbolistas generosos con los delanteros que necesitan trabajar su faceta defensiva para lograr el equilibrio del que habla Ancelotti. El italiano da por hecho que aprenderán y quita hierro al asunto, asegurando que es "un problema normal a estas alturas". Lo cierto es que el Real Madrid sigue siendo un equipo vulnerable y frágil en defensa y aunque acaban de despegar, el problema es un viejo conocido. Ancelotti tiene mucho trabajo por delante hasta que el dibujo que tiene en mente se haga realidad.