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Jordi Alba derriba el muro escocés y pone al Barcelona a tiro de octavos
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UN GOL DE MASCHERANO EN PROPIA META COMPLICÓ LA NOCHE

Jordi Alba derriba el muro escocés y pone al Barcelona a tiro de octavos

Cuando el poste repelió con violencia un disparo seco y duro de David Villa en el minuto 90 muchos fueron los que en la grada miraron

Foto: Jordi Alba derriba el muro escocés y pone al Barcelona a tiro de octavos
Jordi Alba derriba el muro escocés y pone al Barcelona a tiro de octavos

Cuando el poste repelió con violencia un disparo seco y duro de David Villa en el minuto 90 muchos fueron los que en la grada miraron la puerta de salida. El muro del Celtic había resistido y el empate (1-1) tampoco era un trauma para el Barça, líder pese a ello de su grupo. Sin embargo, los cuatro minutos de prolongación hicieron un guiño a la esperanza y la fe retornó de manera atronadora al Camp Nou que apretó los dientes por si salía cara. Y salió. Adriano echó la moneda al aire y Jordi Alba, como un sputnik, se coló entre una maraña de piernas escocesas para rozar lo justo la pelota y ponerla en la red. Era el tanto del triunfo (2-1), de la justicia y por qué no: del desquite de la defensa azulgrana. Si Mascherano puso la noche cuesta arriba con un nuevo gol en propia meta, Alba la arregló con su gol. Uno por otro. Entre medias estuvo el de Iniesta, que permitió la remontada marcando el 1-1 al filo del descanso.

La fe, una vez más, volvió a rescatar a un Barcelona que no anduvo fino, en especial Xavi y Messi. Al centrocampista le faltó frescura, al argentino puntería. Aunque es de justicia reconocer que las manos de Forster llegaron donde otras no lo hicieron en hasta tres remates nítidos de Messi. Otra noche hubiesen sido gol. Esto es así y el gol 300 tendrá que esperar. Veremos si hasta el próximo sábado. Será cuestión de tiempo tratándose de Leo.         

A todo esto, el partido empezó con la noticia de que Tito Vilanova apostaba por el sentido común y alineaba de inicio a Bartra. Al fin un central hecho y derecho como recurso ante la plaga de bajas en defensa. Se acabaron los experimentos y Song regresó al centro del campo para suplir la baja de Busquets. Sin embargo, los problemas en la zaga no son sólo una cuestión de nombres como quedó demostrado cuando más allá del cuarto de hora Mascherano cabeceaba en propia puerta un remate de Samaras en un desajuste tremendo de la línea defensiva azulgrana. El tanto del Celtic volvió hacer supurar la herida que tantos quebraderos de cabeza le da a este Barcelona últimamente.

El gol, todo hay que decirlo, no fue más que un accidente porque si bien llegó tras la jugada más decente de los escoceses en la primera parte -una falta-,  tuvo que contar con la inestimable colaboración de Mascherano que parece estar maldito este año en defensa (en Getafe también le marcó a Valdés). No hubo mucho más que reseñar del equipo de los católicos. Al menos en ataque, porque su defensa numantina tuvo un papel más que protagonista, en gran medida porque Alexis marró una ocasión clarísima a los dos minutos de juego. El chileno cruzó demasiado una pelota que se daba por gol seguro. O por no hablar de un remate a bocajarro de Bartra que se sacó de encima Forster como pudo apenas un minuto antes del tanto escocés.

 

Las dos jugadas marradas por el Barça asentaron la creencia del Celtic de que estaban en el buen camino. El gol la confirmación de que el milagro era posible. Sin embargo, Messi, Xavi e Iniesta se pusieron manos a la obra y aprovechando el revoloteo de Pedro y Alexis por fuera, fabricaron un golazo unos minutos antes de irse al vestuario. La jugada fue de billar. Tres toques rápidos y precisos entre Messi y Xavi permitieron a Iniesta embocar a gol para alivio de la grada que no acababa de ver claro por dónde iba a meterle mano su equipo a un muro semejante. La fina orfebrería de Iniesta y compañía les dieron la respuesta.

Faltó puntería

El empate fue como volver a empezar, aunque esta vez con sólo 45 minutos por delante. Y ahí se empleó con ahínco el Barça. Fue, como ya es habitual, un lento proceso de maduración. Aunque esta vez faltó algo de frescura. Y eso que Messi, Alexis y Villa dispusieron de ocasiones suficientes como para no haber condenado la resolución del partido a la prolongación, a la agonía. Claro que gran mérito de todo ello lo tuvo el Celtic, disciplinado y recio en defensa. Las dos tupidas líneas que protegían a Forster se movían con armonía y sentido a cada vaivén del Barça. Abrir la veta por la que llegar a los tres puntos no fue tarea fácil, desde luego. Pero la paciencia y el empeño dieron su fruto y el Barcelona saltó la caja y se mete en el bolsillo los octavos de final.

Ficha técnica

Barcelona: Víctor Valdés; Adriano, Bartra, Mascherano, Jordi Alba; Xavi Hernández, Song, Iniesta; Alexis Sánchez (Villa, min.80), Messi y Pedro Rodríguez (Tello, min.76).

Celtic: Foster; Lustig, Wilson, Ambrose, Izaguirre; Brown (Commons, min.63), Wanyama, Ledley, Mulgrew (Kayal, min.76); Samaras (Forrest,min.43) y Gary Hooper.

Goles: 0-1, min.19: Samaras. 1-1, min.45: Iniesta. 2-1, min.94: Jordi Alba.

Árbitro: Gianluca Rocchi (ITA). Amonestó a Mascherano (min.71) y Adriano (min.80).

Incidencias: partido correspondiente a la tercera jornada del grupo G de la Liga de Campeones disputado en el Camp Nou ante 77.781 aficionados, según datos oficinales. 

Cuando el poste repelió con violencia un disparo seco y duro de David Villa en el minuto 90 muchos fueron los que en la grada miraron la puerta de salida. El muro del Celtic había resistido y el empate (1-1) tampoco era un trauma para el Barça, líder pese a ello de su grupo. Sin embargo, los cuatro minutos de prolongación hicieron un guiño a la esperanza y la fe retornó de manera atronadora al Camp Nou que apretó los dientes por si salía cara. Y salió. Adriano echó la moneda al aire y Jordi Alba, como un sputnik, se coló entre una maraña de piernas escocesas para rozar lo justo la pelota y ponerla en la red. Era el tanto del triunfo (2-1), de la justicia y por qué no: del desquite de la defensa azulgrana. Si Mascherano puso la noche cuesta arriba con un nuevo gol en propia meta, Alba la arregló con su gol. Uno por otro. Entre medias estuvo el de Iniesta, que permitió la remontada marcando el 1-1 al filo del descanso.

Jordi Alba