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Suárez reduce el Manchester-Liverpool a un mal gesto y reaviva la rivalidad entre los equipos
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FERGUSON AFIRMÓ QUE EL URUGUAYO ES "UNA VERGÜENZA" PARA SU EQUIPO

Suárez reduce el Manchester-Liverpool a un mal gesto y reaviva la rivalidad entre los equipos

Pocas cosas son capaces de eclipsar un encuentro entre dos rivales de la talla del Manchester United y Liverpool. La tradicional rivalidad que existe entre ambos

Foto: Suárez reduce el Manchester-Liverpool a un mal gesto y reaviva la rivalidad entre los equipos
Suárez reduce el Manchester-Liverpool a un mal gesto y reaviva la rivalidad entre los equipos

Pocas cosas son capaces de eclipsar un encuentro entre dos rivales de la talla del Manchester United y Liverpool. La tradicional rivalidad que existe entre ambos aumentó considerablemente este sábado y la causa no fue un partido eléctrico, lleno de fútbol y cargado de goles. La razón hay que buscarla en Luis Suárez y en el mal gesto que tuvo hacia Evra en el saludo inicial cuando le negó el saludo dos veces al senegalés y redujo el partido a un conflicto personal. Esta acción sólo es la punta del iceberg.

La tensa historia entre estos dos jugadores comenzó en octubre de 2011. El Liverpool recibía al United en Anfield y el partido se resolvió con empate a uno. Tras el encuentro Evra denunció ante los medios que había recibido insultos racistas por parte de Suárez y después de consultar con Alex Ferguson, decidió seguir adelante con la denuncia. La Federación Inglesa investigó el caso y declaró al uruguayo culpable de proferir improperios haciendo referencia al origen étnico, color y raza del senegalés. El resultado fue un castigo de ocho partidos para Suárez que terminó de cumplir su sanción esta misma semana. A punto para el gran partido.

En los días previos al encuentro, Sir Alex Ferguson pidió públicamente a su jugador que no negase el saludo a Suárez pero los papeles se invirtieron. El uruguayo ignoró al senegalés y éste le agarró del brazo para saludarle a lo que el jugador del Liverpool respondió zafándose de su rival ante la mirada de un De Gea que no podía creer lo que estaba viendo. El gesto encendió los ánimos de una afición que ya llegaba suficientemente exaltada y Old Trafford se centró en el uruguayo al que no paró de silbar. Al filo del descanso, Suárez cabalgó desmarcándose de Evra y una falta de Ferdinand le impidió encarar a De Gea. El árbitro pitó el final de la primera parte y el delantero del Liverpool pagó su frustración dando una patada al balón que acabó en las gradas cuando el resto de los futbolistas ya iban camino de los vestuarios. Los ‘red devils’ recriminaron a Suárez su acción. La temperatura subió tanto que Mark White, periodista de Sky, afirmó en su 'Twitter' que ambos jugadores tuvieron un roce en el túnel de vestuarios.

“Una vergüenza para el Liverpool”

Rooney se encargó de resolver el partido con dos goles en cinco minutos y el propio Suárez se encargó de maquillar el resultado. Pero el fútbol no consiguió aplacar los ánimos. Evra celebró la victoria como si el Manchester hubiese ganado un título: se plantó frente a sus aficionados y cerca del uruguayo para señalar el escudo de su equipo. Tan exagerado fue el gesto que Reina y un árbitro asistente tuvieron que pedirle que se relajase mientras Suárez era escoltado por las fuerzas de seguridad hasta el vestuario visitante.

El pitido final trajo consecuencias en forma de declaraciones. Sir Alex Ferguson no estuvo tan comedido como en la previa del encuentro cuando dijo que no querían agravar más la situación y que ellos había seguido hacia delante olvidando el asunto. El escocés afirmó que Suárez es "una vergüenza para el Liverpool, no le deberían permitir volver a jugar con ellos de nuevo, no se puede hacer eso con la historia que tiene ese club" y admitió que "no podía creerlo, sencillamente, no podía creerlo porque Patrice y yo tuvimos una charla esta mañana y me dijo: "Voy a darle la mano, no tengo nada de qué avergonzarme. Quiero mantener mi dignidad". Estoy muy decepcionado con la actitud del chico, ha sido terrible y podría haber causado algún disturbio”. Por suerte, no fue así pero la rivalidad entre el Manchester y el Liverpool se ha reavivado más que nunca.

Pocas cosas son capaces de eclipsar un encuentro entre dos rivales de la talla del Manchester United y Liverpool. La tradicional rivalidad que existe entre ambos aumentó considerablemente este sábado y la causa no fue un partido eléctrico, lleno de fútbol y cargado de goles. La razón hay que buscarla en Luis Suárez y en el mal gesto que tuvo hacia Evra en el saludo inicial cuando le negó el saludo dos veces al senegalés y redujo el partido a un conflicto personal. Esta acción sólo es la punta del iceberg.

Luis Suárez de Lezo Manchester United Liverpool FC