La peor noticia para Kaká es la estelar aparición de Özil

La luz de Özil ilumina al Real Madrid a la vez que la de Kaká se ha apagado y parece que de manera definitiva. El alemán llegó casi de puntillas a la entidad madridista, lejos del ruido y los focos que recibieron al brasileño un año antes. Özil llegó tras triunfar en el Mundial, aunque se dio a conocer al mundo del fútbol en la Eurocopa Sub 21 disputada en junio de 2009, en la que llevó a Alemania a la conquista del título, siendo declarado mejor jugador de la final ante Inglaterra. Ese mismo verano el Real Madrid miraba hacia otro lado a la hora de confeccionar la plantilla y nadie criticó fichajes como el de Kaká. Pese a ello, la dirección deportiva ya elaboró un informe aconsejando el fichaje de un 'zurdo con calidad y gran visión de juego'. Para el futuro, pensaron algunos. Y ese futuro se adelantó y propició que el club blanco fichara a un jugador con pinta de Balón de Oro por 16 millones de euros.

 

El Mundial de Sudáfrica sirvió para poner a cada uno en su sitio. Mientras que el ex del Milan orientó su temporada para llegar a tope a la cita africana, el todavía centrocampista alemán llegó discretamente junto a una panda de descarados y jóvenes jugadores alemanes que apostaban por un fútbol en nada parecido al estilo germano de toda la vida. Circunstancia ésta que ya dejaron patente en la fase de grupos. Brasil se lo pasa bien en la primera fase del Mundial, pero las noticias de Kaká son idénticas a las mostradas durante su campaña en el Real Madrid: insípidas y sin ninguna relevancia. Esos tres partidos iniciales ya sirvieron para que el Real Madrid activara las alarmas. A Florentino Pérez le gusta pescar en estos torneos, tal y como hizo con Ronaldo en el Mundial de Japón. "Me gustan Özil y Khedira", acertó a decir a sus colaboradores tras la eliminatoria de octavos.

 

Al presidente del Real Madrid le hablaron de Özil mediada la campaña pasada. Anotó su nombre, preguntó en el club y comprobó que los informes eran positivos. La exhibición del joven de origen turco en el partido de vuelta de octavos de final de la Europa League ante el Valencia, cautivó a Florentino Pérez. La Copa del mundo avanzaba y Özil seguía asombrando a todos junto a Müller, la otra joya del fútbol alemán y que es patrimonio del Bayern. El paso de los partidos del Mundial sirvió para ratificar lo que pensaba. Tan sólo la España de Del Bosque consiguió secar el talento del centrocampista, lo que le llevó a figurar entre los mejores del Mundial para la FIFA.

 

Los rumores le colocaban en el Barça

 

Los dirigentes madridistas estrecharon el cerco y se encontraron con el interés del Barcelona, ya con Rosell en la presidencia. Una vez terminado el Mundial, y con Özil con sitio entre los mejores, Zubizarreta se puso en contacto con el Werder Bremen para negociar el fichaje de un jugador que terminaba contrato el 30 de junio de 2011. El director deportivo, según publicó la prensa catalana, cerró un acuerdo en ocho millones de euros. Faltaba el sí del jugador. Y en ese sentido se movió el Real Madrid. Mientras, Kaká buscaba médico que solucionara sus problemas físicos pero no fue hasta los primeros días de agosto cuando se opera de su maltrecha rodilla.

 

La presencia del jugador, de vacaciones en Torredembarra (Tarragona) sirvió para que muchos le colocaran con la camiseta del Barcelona y pusieron en su boca el clásico "es un honor jugar al lado de Messi". Es más, el 10 de agosto la prensa editada en la Ciudad Condal aseguraron que el jugador estaba atado a falta del sí de Guardiola. Lo curioso es que el técnico fue el primero en dar el el ok a un fichaje que nunca terminó de cerrarse. ¿Motivo? El movimiento de Jorge Valdano y José Ángel Sánchez consiguiendo un compromiso por escrito del jugador, por el cual si este verano no se convertía en jugador madridista lo haría un año después, justo en el momento en el que terminaba el vínculo que le unía con el Werder Bremen. Fue un movimiento muy a lo Luis Figo, ya que la penalidad en caso de no cumplir lo acordado era muy elevada y rondaba los 20 millones de euros.

 

El 15 de agosto, el Real Madrid cierra el acuerdo con el Werder Bremen por el que Özil se convierte en madridista por 16 millones de euros. En Barcelona reaccionan y afirman que esto es así por la negativa de Guardiola, pero no es cierto porque el técnico siempre quiso al alemán. Coincidiendo en el tiempo, Kaká pasa por el quirófano en Bélgica en busca del milagro que acerque su fútbol al que fue poco tiempo atrás.

 

Özil se hace imprescindible y Kaká entrena aparte

 

La temporada ha ido avanzando y los caminos de Özil y Kaká se han distanciado aún más. El alemán se ha convertido en una de las referencias del madridismo y de la Liga española y, de paso, ha hecho olvidar al brasileño, que una vez más se entrena aparte intentando encontrar el punto físico que perdió dos años atrás y que tiene muy complicado muy recuperar. No es el cuento de nunca acabar, pero sí el plan de nunca acabar. Los rumores sobre su salida del Real Madrid se multiplican y hasta Galliani, administrador delegado del Milan, le abrió las puertas pero con condiciones. "Si quiere volver tendría que bajarse el sueldo. Sólo nos podemos permitir tener a un Ibrahimovic".

 

Kaká no está cómodo y no lo está desde que hace justo un año la africión del Bernabéu le pitó tras el partido ante el Lyon. Y es que los diez millones de euros que cobra son el gran impedimento para que un equipo pueda plantearse su posible fichaje. Mientras, Özil se postula como uno de los mejores jugadores de Europa. En la mañana del martes se conoció que estará quince días de baja por "un leve edema en la cara lateral externa de su rodilla izquierda compatible con un síndrome de la cintilla iliotibial", según informa el parte médico publicado en la página web oficial del conjunto blanco

 

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