Mourinho quiere la Copa y Benzema ser titular

Después de casi tres años, 1043 días, el Real Madrid elimina a alguien y pasa de ronda, concretamente a los octavos de final. Tanto en Liga de Campeones como en Copa del Rey ha sufrido severos correctivos que en su mayoría fueron humillaciones como la del Alcorcón, Real Unión o el ‘chorreo’ que el Liverpool dio a los blancos. Mourinho se ha tomado en serio esta competición y, aunque empezó con cinco suplentes, terminó con solo dos. El peor parado fue Canales, sustituido porque no gustó al portugués. El Real Murcia nunca llegó a plantar cara y ha sido el 2ªB más flojo que ha pasado últimamente por el Santiago Bernabéu.

El choque tuvo a tres protagonistas claros, dos negativos y uno positivo. Mourinho (cómo no) focalizó la atención de las casi 80.000 personas con su expulsión y posterior acomodo en la primera fila de la grada para gozo de la afición. Paradas Romero, el árbitro, no dejó satisfechos ni a locales ni a visitantes y Benzema, marcó su segundo gol de la temporada (de penalti) y volvió a recibir aplausos de su público. Su actitud es la de llamar a gritos a la titularidad; aunque todavía está lejos pues a Higuaín le llueven las 'ofertas' para hacer gol. Además de correr y pelear, el argentino es capaz de marcar hasta sin quererlo.

Era un choque muy especial para Karim Benzema. Pegado a la banda izquierda, quería dar las gracias a Mourinho por su confianza con goles y deseaba demostrarlo desde ya. Sus carreras le sirvieron para provocar algunos aplausos y, sobre todo, para amortiguar lo que podía haber sido una generosa pitada en el minuto 20, cuando un tiro suyo a puerta terminó en el banderín de córner. Mientras tanto, hubo disposición por parte del francés y alguna otra jugada. Después, su ego disminuyó y el temor a volver a fallar le tapó el resto de la primera mitad.

Desde el principio, se presentó un partido cómodo para los blancos. El Real Murcia se replegó y dejó trabajar a un Madrid que marcó en el minuto 4 gracias a un gran toque desde la frontal de Granero. Golazo con el interior tras pase de Pedro León.

Después, el enfrentamiento cayó en el aburrimiento y ni unos ni otros arrancaba un “huy” desde la grada. En ese punto, como si lo tuviera ensayado, Mourinho absorbió la atención de todos. El Real Murcia, que pasada la media hora empezó a inquietar la portería de Casillas -aunque sin disparar a ella- provocó en el minuto 37 la cuarta tarjeta amarilla para los locales (Granero, Canales, Arbeloa y Diarra). Ahí explotó Mourinho y su reacción propició ganarse una amarilla y posteriormente su expulsión. "Vete a la mierda", fue lo que aconsejó el técnico al árbitro según recoge el acta. Ni corto ni perezoso, marchó hacia el túnel de vestuarios y cambió su rumbo de repente para sentarse en primera fila del estadio. Se oyeron aplausos y hasta cánticos del Bernabéu. Un par de minutos después, Higuaín hizo el segundo entre las protestas murcianas por fuera de juego posicional de Sergio Ramos. Paradas Romero ya tenía a los dos equipos en contra camino de vestuarios.

Ahí se acabaría el choque para un Canales que, acompañado por Granero y Diarra, no tuvo las ideas claras. Su recambio, Xabi Alonso, daría la razón a Mourinho.

Prueba superada para Benzema

Tras el descanso, Benzema ocupó el lugar dejado por Higuaín en la punta. Trabajó, peleó pero las cosas no le salían como a otros compañeros que sí son titulares y entraron en el segundo periodo: Cristiano Ronaldo tenía el mismo hambre de siempre y mojó merced a un gran pase desde la banda y con el exterior de Di María (era el tercero de la noche); el argentino sacó su velocidad y destreza sin importar que fuera un 2ªB; Xabi Alonso, que fue el tercer cambio, vuelve a decir sin palabras que el motor del ‘monoplaza’ blanco está en sus botas; gol incluido de falta que le cedió -para sorpresa del personal- el mismísimo CR7. Poco antes, Benzema recibiría su premio en forma de penalti y de gol. También Cristiano le cedió el honor a un compañero suyo. La generosidad del portugués fue lo que más destacó de él. Tras el gol del francés, el equipo blanco le rodeó y felicitó para demostrar que no está solo en su mala racha. Los mimos llegan desde su técnico y compañeros.

Por parte de los visitantes, el gol pimentonero vino también desde los once metros. Para nada serviría ya que el Madrid había encarrilado la eliminatoria con tres goles, por aquel entonces. Ha sido su segunda derrota de la semana ya que la primera vino de la mano del Ceuta (rival que ha eliminado el FC Barcelona también de esta Copa).

La actitud y el hambre que ha demostrado tener este Real Madrid pone de manifiesto que van en serio a por un título que se les resiste desde 1993, con dos finales entre medias incluidas. Es la peor sequía sin contar la que fue de 1917 a 1934 y Mourinho quiere ponerla freno.