Ridículo histórico para un Liverpool que podría acabar en manos de un banco

Anfield no vive sus mejores días. La situación del Liverpool podría calificarse como una mala racha a juzgar por los últimos acontecimientos, pero su última derrota en casa ante el recién ascendido Blackpool en liga, ha empujado al precipicio aún más a los ‘Reds’. El equipo de Roy Hodgson es uno de los tres peor clasificados de "la Premier" con un balance de tres derrotas, tres empates y una única victoria. Sus solitarios seis puntos le colocan en puestos de descenso, la peor clasificación desde 1954, año en que bajó de categoría.

A los malos resultados hay que sumar la baja de uno de sus principales pilares. Fernando Torres sufrió una lesión en los primeros minutos del encuentro ante el Blackpool y estará apartado de los terrenos de juego durante un tiempo aún por determinar. Pero Torres no será el único añorado por el público de Anfield. A día de hoy, los ‘Reds’ ya echan de menos a Rafa Benítez, quien cambió el banquillo del Liverpool por el del Inter de Milán dejando atrás seis años de éxitos en Inglaterra y en Europa.

Pero la verdadera crisis del equipo inglés reside en sus propios mandos directivos. Los propietarios, Tom Hicks y George Gillet, continúan en busca de una solución para solventar la millonaria deuda que el club tiene con la entidad Royal Bank of Scotland. El banco, de carácter semipúblico, ha tenido que ser intervenido por el Estado para sanearlo y, llegados a este punto, empieza a mostrarse impaciente con el Liverpool, por lo que ha calificado el préstamo como préstamo moroso (dudoso). De no saldar su deuda, el banco británico pasaría a ser el propietario del club.

Torres eleva el caché del Liverpool

El equipo está en venta, pero ninguna de las pocas ofertas de compra seduce a los directivos norteamericanos a pesar de encontrarse en serios apuros. De ahí que el Liverpool rechazara la suculenta oferta de 50 millones de euros del Chelsea por hacerse con los servicios de Torres y los 20 que ofrecía el Arsenal por Pepe Reina. En el club saben que sin Torres o Gerrard será mucho más complicada su venta, pero el RBS no entiende de estrellas y quiere ver el dinero encima de su mesa.

Y es que los estadounidenses no gozan de la simpatía de Anfield. Es más, claman su marcha. Las gradas del estadio muestran cada jornada su disconformidad con la directiva, sobre todo ahora que los resultados deportivos no acompañan. El grupo 'Spirit of Shankly’ les acusa de la mala gestión del club y de forzar la rescisión del contrato de Benítez. En su página web hacen un llamamiento a todos los ‘Reds’ a unirse para gritar “con una sola voz”. Con el lema Tom&George, Not Welcome Anywhere, los seguidores más contrarios a los dirigentes del equipo han creado un movimiento de protesta con el que muestran su profundo rechazo. Como parte de dicho movimiento, recopilan fotografías a lo largo de todo el mundo en las que los aficionados portan el cartel con la ya famosa inscripción. Está claro que los norteamericanos no son bienvenidos.