Alonso tirará de "filosofía" para lidiar con un coche que será 'ignorado' por Ferrari

"Quedan doce o trece grandes premios y vamos a llegar cada jueves con la misma intención, pero siendo muy conscientes de que estamos varios pasos por detrás y que el trabajo en el coche de este año va a ser prácticamente nulo. Por tanto, no vamos a tener grandes sorpresas y hay que tomárselo con filosofía e intentar extraer el máximo del coche". Fernando Alonso fue explícito para definir el futuro que le depara a él y su equipo, Ferrari, durante este 2014. Que el F14-T no da para más se supo al poco de comenzar el año y en Canadá, el asturiano, afirmó que ya estaban trabajando en "muchas cosas" de 2015. Ahora, en Austria, Alonso ha insistido en la idea de la próxima temporada sentenciando que la atención que se le prestará a este coche será puntual, más allá de los elementos que ya están planificados.

"Vamos a tener algunas piezas nuevas aquí, mínimas, y algunas que probamos en Canadá a las que vamos a darles otra oportunidad porque algunas han sido modificadas ya que no funcionaron". Estas pequeñas mejoras, "mínimas", serán las que la Scuderia porte a cada una de las once carreras (a partir de la presente en el Red Bull Ring), sin que puedan significar un paso hacia delante significativo.

El podio de China ahora tiene mejor sabor

Tras las palabras del asturiano se valora mucho más el podio logrado en China. Tal vez el único del año, salvo que la fiabilidad o los accidentes jueguen a su favor. Por lo pronto, para pistas como la de este fin de semana –donde se requiere potencia- el entrar en la Q3 puede ser un objetivo más que aceptable para el sábado sabiendo que Ferrari es el tercer motor del campeonato (si la fiabilidad de Renault lo permite).

"Es un circuito muy corto, sólo hay cinco o seis curvas donde puedes conseguir distancias en los tiempos, de manera que todos los coches estaremos muy cerca. Una o dos décimas pueden suponer muchos puestos, de manera que necesitas una vuelta perfecta el sábado en la clasificación". Además del hecho de que "sólo" existan "cinco o seis curvas" y lo conviertan en un nuevo territorio de la velocidad, al menos cuatro de ellas son lentas y propician pisar el freno a fondo para luego tratar de salir de allí con la mayor tracción y potencia posible… los dos puntos flacos del actual F14-T. Lo pasó mal en Canadá, y volverá a suceder algo similar en Austria salvo que las piezas nuevas lo eviten.

Una actuación como la de Montreal en Austria sería un nuevo revés a la historia del Cavallino, pero nada comparable con el que podría darse en el ‘templo de la velocidad’, su casa, Monza.