Ferrari en Malasia: un espejismo en mitad del desierto

“Este resultado no debe hacernos pensar que, de repente, todos nuestros problemas se resolverán por sí mismos. Somos muy conscientes de ello”. Pat Fry, reconocido pesimista ‘oficial’ de la Scuderia, puso los pies en el suelo el domingo y recalcó el mensaje que Alonso y Domenicali habían dicho poco antes. La prensa italiana tildó de “milagroso” el triunfo de Fernando Alonso y es que la realidad en Malasia indicó que el vehículo de Maranello es, cuanto menos, el quinto de la parrilla en una pista seca. McLaren, Red Bull, Lotus y Mercedes parecen estar un paso por encima, con el permiso de Sauber y Williams. "Sabemos bien que tenemos que trabajar para dar un coche a la altura del talento de Fernando y Felipe", se pudo leer este lunes en el tweet oficial de Ferrari. Manos a la obra.

“Para el GP de China espero mejoras que nos hagan ser competitivos en condiciones normales, no en circunstancias extremas”. El piloto asturiano, tras bajarse del podio, recordó cómo se había producido su primer puesto en el circuito asiático. Fue una excepción en forma de lluvia.

Y Fry sabe que no puede depender del ‘cielo’ para ganar un mundial: “El F2012 parece comportarse de manera muy diferente dependiendo de las condiciones (meteorológicas) en las que se corra. En Malasia ha habido momentos en los que era absolutamente competitivo y otros en los que estaba con problemas”.

Hoy por hoy Ferrari aspira a clasificarse entre los diez primeros

La Scuderia tiene dos semanas para empezar a enviar nuevas piezas a Shanghai de cara al GP de China del 15 de abril. Un tiempo en el que debe mejorar el coche para aspirar a algo más que clasificarse para la Q3. Un objetivo que no está a la altura del escudo del Cavallino Rampante.

Ferrari pidió tiempo para estar delante antes de empezar el mundial y, por sorpresa, se ha encontrado con que uno de sus pilotos lidera la clasificación. Alonso ha superado cualquier expectativa. Como el año pasado, ha vuelto a evidenciar que el piloto está por encima de la máquina. Ha convertido una situación delicada en inmejorable. 

Además de un impulso mediático inesperado, esto supone una motivación extra en los ingenieros y mecánicos de la fábrica de la Provincia de Módena. Algo mejor que un bonus. Es una recompensa que arrincona la frustración de no poder pelear por el triunfo cada domingo. 

¿Por qué Pérez era más rápido que Alonso?

Sobre la mesa tendrán que estudiar por qué el Sauber de Sergio Pérez, siendo un vehículo con el mismo motor y similar chasis, era tan superior al F2012 cuando la pista se fue secando. Una cosa es que sea un par de décimas más rápido por aerodinámica y otra que cada vuelta recortase cerca de un segundo. ¿Será que el trato de los neumáticos del ‘Checo’ es simplemente excepcional?

En 2011, uno de los principales problemas de Ferrari era que tardaban demasiado en calentar los neumáticos. De esta manera, el vehículo no funcionaba al 100% hasta que no pasaban unas vueltas. Este año se degradan más y los quebraderos de cabeza son otros: velocidad punta y el paso por curvas lentas. Por lo visto en Malasia en condiciones normales, Ferrari estaba incluso peor que en Australia (debido a las características del circuito).

Los boxes, el punto fuerte de la Scuderia

El único aspecto, de momento, en el que han demostrado ser los mejores de la parrilla son las paradas en boxes. Por lo visto en dos carreras, este año son más decididos, han ganado en ‘reflejos’ (utilizando para ello a Felipe Massa) y, sobre todo, en rapidez.

Al tratarse de un vehículo nuevo y después de haber dado pasos cortos (pero firmes) en pretemporada, estas dos semanas esperan ser más productivas en Maranello que en ninguna otra fábrica. Aunque, aparentemente, quien más posibilidades tiene de acercarse al vehículo dominante del Mundial, McLaren, es Mercedes. La escudería germana, si logra hacer que sus neumáticos respondan en una tanda larga como a una vuelta, habrá dado caza prácticamente a las flechas plateadas. Hasta que no dé con la tecla Ross Brawn, su equipo se ajusta a la expresión popular de mucho ruido (los sábados) y pocas nueces (los domingos).